Espectáculos
Por
El Universal
Publicado el miércoles, 20 de mayo del 2009 a las 19:20
MEXICO.- Rubén y los tiesos. Ese fue el primer nombre de Café Tacvba. No fue, como se ha dicho oficialmente Alicia ya no vive aquí. La verdadera historia, contada por ellos mismos, es que aquel 27 de mayo de 1989 en El Hijo del Cuervo (en Coyoacán), lo único que les escuchaban de parte del público eran frases cábulas: “Oigan, muévanse”, les gritaban mientras en el escenario Meme erraba todas las notas en su caja de ritmos, Joselo parecía congelado y Quique, su hermano, era un manojo de nervios.
De los tres, el único que no fue víctima del llamado “pánico escénico” fue Rubén Albarrán, quien ya tenía experiencia en conciertos en vivo, por lo que apenas pisó el escenario se echó a la bolsa al público con ese carisma que le caracteriza. Pero los demás eran unos palos en el escenario: Rubén y los tiesos los llamaron ese día.
“Estaba aterrado, paralizado, era la primera vez que cobrábamos por un concierto, aunque ya nos habíamos presentado con amigos, en nuestra sala, digamos que era lo más profesional que habíamos vivido en ese momento. Rubén era el único que tenía tablas, y se notaba, él nos salvó esa noche”, narra el guitarrista Joselo, en entrevista con la sección de KIOSKO de EL UNIVERSAL.
Aquella noche, Café Tacvba escribió su gran historia.
El boleto de entrada costó 60 pesos, y unas 85 personas, entre familiares y amigos conformaron el público asistente.
La primera canción que Rubén Albarrán, Emmanuel del Real Meme (teclados), Joselo Rangel (guitarra) y Quique Rangel (contrabajo y bajo) montaron como Café Tacvba fue su clásico “María”.
En el repertorio de Los tacvbos, en ese su primer concierto, se completó con otras canciones que tres años después aparecieron en su álbum debut homónimo: “Las persianas”, “La zonaja” y “Las batallas”.
En palabras de Albarrán, cuyo seudónimo en turno es Cone Cahuitl, el primer planteamiento que él y sus compañeros se hicieron cuando iniciaron Café Tacvba hace 20 años fue la de “hacer música que nadie estaba haciendo en ese momento, encontrar nuevas formas y combinaciones, gozar y divertirnos”.
De ahí que ese parecido que tanto les atribuyeron con Los Xochimilcas representó para Los tacvbos tan sólo una apreciación visual.
“Sí había paralelismos y para nosotros era parte de la expresión de lo que queríamos transmitirle al público, una forma de hablar, de lo que queríamos mandarle a un público que no sabíamos quién era. Pienso que al final esos comparativos nos ayudaron, nos abrieron muchas puertas, cumplió su función”, refiere el vocalista.
Otros de los muchos títulos con los que etiquetaron al cuarteto originario de ciudad Satélite fueron “rock agropecuario”, “tecno polka” y “etno rock”.
“Cuando escuchas algo o si tratas de explicar algo, buscas una comparación. Seguimos siendo nosotros. Recuerdo al inicio de nuestra carrera, un día tocamos en Rockotitlán y en la fila alguien le preguntó a mi hermano o a un amigo que qué estilo tocábamos y le contestó: ‘¿Has escuchado a The Cure? ¿Has escuchado a los Bukis? ¿Sí? ¡Ah pues por ahí en medio!’”, recuerda Meme.
Otro de los puntos que sobresalió en esa filosofía de los cafeta fue la de manifestarse en contra de la estética del rock, a pesar de que en las grandes influencias de sus integrantes destacaban bandas como Led Zeppelin, Rush, Yes, Pixies, The Cure y muchas bandas más.
“Eso es lo que estas bandas hacen en Inglaterra y Estados Unidos, ¿y nosotros qué?”, pensaron Los tacvbos, y entonces el grupo acordó retomar los elementos tradicionales de la música mexicana y acoplarlos en un estilo propio, mismo que los ha llevado a convertirse en la banda más importante del rock en México.
“17 años después, cuando estábamos haciendo Sino (su disco más reciente), nos quedó claro quiénes somos, y que ahora podemos darnos el lujo de hacer, no sé si un homenaje, pero sí de experimentar qué se siente ser un grupo de rock o por lo menos el sonido que logramos en este disco”, explica Quique.
El productor Gustavo Santaolalla ha dicho de ellos que son tan importantes como Radiohead y razón no le faltaba.
Fueron 20 años de trascendencia nacional e internacional, los que el grupo celebrará con sus fans mexicanos el 13 de junio en el Foro Sol y donde no han faltado las alusiones a la “separación del grupo”.
“Cuando la gente habla más de la separación de Café Tacvba es cuando estamos más unidos, y cuando no se dice nada es cuando ha habido fricciones entre nosotros, y situaciones que podrían habernos llevado a la separación”, comenta Joselo.
Y sube la espuma, sube el café.
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