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AP
Publicado el viernes, 8 de agosto del 2008 a las 20:24
Beijing, China.- Desde que tiene uso de la memoria, Diana López ha peleado con sus tres hermanos. Y no sólo pequeñas refriegas o discusiones por el baño, sino batallas campales con puños y patadas.
Sus padres, los nicaragüenses Julio y Ondina López, jamás se opusieron. De hecho, todo fue idea de su padre, y parece que les ha funcionado de mil maravillas.
Los López –Diana, sus hermanos mayores Mark y Steven, y el mayor de todos Jean como entrenador– son el primer trío de atletas de una misma familia que representa a Estados Unidos en una olimpiada desde 1904.
Todos hicieron historia al ganar sus respectivas divisiones en el mundial de taekwondo en 2005, un logro que tres hermanos nunca habían logrado el mismo año en el mismo deporte. Ahora, como miembros del equipo estadounidense, participan juntos por primera vez en una olimpiada y están listos para hacer historia otra vez.
“Siento como si fuera injusto”, dijo Steven, quien a sus 29 años ya tiene dos medallas de oro olímpicas y cuatro títulos mundiales. “Es como si cuando subimos al ring, fueran cuatro contra uno”.
El entrenador Jean, medallista de plata en el mundial de 1995, dijo que pelear es algo natural en su familia.
“Tenemos una personalidad combativa”, indicó. “El taekwondo es uno contra uno… y creo que eso es lo que nos encanta”.
Jean relató que la familia se enamoró del taekwondo pro casualidad. Su padre Julio siempre fue fanático de las películas de kung fu, y había una escuela de artes marciales cerca de su casa.
“Dio la casualidad que era de taekwondo”, indicó.
Jean se enamoró de la disciplina, y sus padres pronto inscribieron a los otros no tanto por la actividad deportiva, sino para brindarles disciplina, respeto y confianza.
Ahora, todos ayudaron a colocar al taekwondo en el mapa deportivo de Estados Unidos. Steven, por ejemplo, fue nombrado a la lista de los solteros más codiciados del 2004 por la revista People, un honor poco común para un atleta de un deporte que pasa inadvertido.
Cuando eran adolescentes, los hermanos practicaban casi a diario entre ellos. Pero al pelar en el ring, hay reglas distintas.
“Mis hermanos tratan bien a su hermanita”, dijo Diana, quien competirá en la división de menos de 57 kilos el 21 de agosto. “Pero yo puedo patear tan fuerte como quiera”.
“A veces ella me roza el rostro y pienso, ‘hey, me acaba de patear mi hermana”’, comentó Mark, quien también pelea el 21 de agosto en los 68 kilos. “Eso me recuerda que tengo que patear más rápido”.
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