Ciudad de México.- El Apertura 2024 estuvo muy cerca de ser el torneo con peor asistencia desde que los estadios de la Liga MX abrieron la totalidad de sus aforos, luego de la pandemia de Covid-19.

Con un acumulado de 3 millones 75 mil 367 aficionados durante los 153 partidos de la fase regular y con un promedio de 20 mil 100 personas por juego, este torneo apenas superó al Apertura 2022 que registró 19 mil 960 seguidores en cada compromiso. Esa ha sido la temporada más baja desde que en 2020 y 2021 hubo restricciones de aforo debido a la pandemia.

Eso sí, justo a la mitad -en la Jornada 9- esta temporada parecía encaminada al peor de los escenarios, pues apenas promediaba 19 mil 52 personas por juego. Hubo tres semanas consecutivas con asistencias paupérrimas y que acapararon la atención debido a las imágenes de las tribunas vacías: Jornada 7, con 168 mil 767 aficionados (18 mil 751 por juego); la fecha 8, que fue la más baja con 151 mil 415 (16 mil 823 seguidores por juego); y la Jornada 9 con 152 mil 770 personas (16 mil 974 por partido). Después vino el repunte de la Jornada 10 a la 17, en la que la semana más floja fue la 16 con 182 mil 713 seguidores.

Sí, mejoró el cierre del Apertura 2024 lo suficiente para no ser el peor torneo, pero no lo deseado para hablar de una mejoría en los torneos que se juegan en el segundo semestre del año.

Un semestre complicado

Hay una diferencia de asistencias muy marcada entre los torneos que se disputan en el primer semestre del año con los que se juegan en el segundo; debido a las Fechas FIFA para selecciones nacionales, en las temporadas que se desarrollan de julio a diciembre hay más jornadas a mitad de semana, por lo que la afluencia baja de manera considerable.

Por ejemplo, en este 2024 el Clausura registró 3 millones 566 mil 969 aficionados, medio millón más que en el Apertura, y su promedio se ubicó en los 23 mil 314 personas por juego. En el 2023 se dieron números similares: el Clausura promedió 23 mil 173 aficionados, mientras que el Apertura apenas alcanzó 20 mil 615 espectadores en los estadios.

Además de las Fechas FIFA, los torneos Apertura ahora deben coexistir con la inserción forzada de la Leagues Cup, que obliga que la competencia se detenga por un mes y que se agregue al menos una jornada doble más al ya de por sí saturado calendario. Por esa razón, y de acuerdo a lo que ya adelantó David Medrano, columnista de esta casa editorial, la Liga Mx buscará que desde la edición de 2025 haya cambios en el torneo binacional para no detener la competencia local.

Lejos de los registros de la prepandemia

Así como en estos últimos años los torneos Apertura han batallado para mantenerse por arriba de los 20 mil aficionados por juego, también se debe de remarcar que desde la pandemia del covid-19 los números no se han recuperado del todo; es más, aún están muy lejos de los registros que se dieron hasta antes de 2020, y en algunos semestre ha ido en retroceso.

Por ejemplo, en el Apertura 2019 se llegó a una asistencia total de 3 millones 888 mil 658 aficionados -800 mil más que ahora-, para un promedio de 22 mil 740, aunque hay que recalcar que en ese semestre hubo 19 equipos, así que se disputó una jornada más; un año antes (con 18 clubes), asistieron 3 millones 503 mil 135 personas, y en 2017 la cifra fue de 3 millones 599 mil 447 seguidores; el promedio en ambos años fue superior a los 22 mil 700 aficionados por partido.

Estos números muestran que la recuperación después de la pandemia se ha dado de una forma más lenta de lo esperada, sumado también a algunas decisiones polémicas como la exclusión del ascenso y descenso, que ha provocado que algunas plazas no crezcan y estén estancadas.

​Estadios como los de Mazatlán, Juárez y Santos, que de nueva cuenta se quedaron sin Liguilla, tuvieron las entradas más bajas; los mazatlecos con un promedio de asistencia de 9 mil 522 jugadores, los de Juárez se quedaron con en 8 mil 980 y Santos en 9 mil 421.

A todos estos aspectos tendrá que ponerle atención la Liga Mx para tratar de sacudir el torneo que se juega en el segundo semestre del año para volver a la línea ascendente.