Arteaga, Coah.- Cuando la familia, el vínculo más fuerte de una persona, desaparece, ¿qué es lo que queda? Esa es la pregunta que podría resumir La Retornada, novela de la escritora italiana Donatella di Pentrantonio, sobre la que conversó ayer en la Feria Internacional del Libro de Coahuila, con el catedrático Gerardo Segura.

La última jornada de la fiesta librera abordó el tema de la identidad, pues el libro relata la historia de una joven anónima de 13 años quien de pronto se entera de que es adoptada y, por ello, sus padres adoptivos la regresan a su lugar de origen con sus padres biológicos, a partir de esa premisa Di Petrantonnio teje una historia en la que lo íntimo habla y amaga al lector, según apuntó Segura durante su intervención.

Para el escritor, La Retornada forma parte “del panorama de la novela breve del siglo 21”, literatura que se aleja “de la novela social que durante el siglo 20 fue la reina y señora, desde la novela de la Revolución. En México estaban todos volcados al exterior, había que ver qué es lo que pasa afuera, había que analizar qué es lo que pasan con los cambios de las estructuras”, apuntó.

Es por ello que el siglo 21 se vuelca hacia el interior de los personajes y a lo que sucede de puertas hacia adentro en los hogares y es en esa tradición en la que se perfila La Retornada libro en que muchos personajes carecen inicialmente de nombres pero que los van
adquiriendo.

Para Di Petrantonnio la razón de ello es que “se trata de una niña que viene cedida de una familia pobre y numerosa a una pareja de padres estériles y a los 13 años se restituye a su familia biológica. Y esta niña creció como una princesa por sus padres adoptivos”, así al regreso a su hogar original presenta la disyuntiva de quién es pues la personaje “pierde súbitamente cada punto de referencia y sentido de pertenecimiento y descubre que a la pareja que siempre llamó ‘mamá’ y ‘papá’ no son sus padres verdaderos y siempre le omitieron la verdad”, apuntó.

Así “ella no pertenece a nadie y no perteneciendo a nadie tiene un grave problema en la construcción de su propia identidad y por esto ella no tiene nombre, porque el nombre es lo que más inmediatamente representa nuestra identidad”,
dijo.