Monclova, Coah.- El 23 de diciembre del 2024, Altos Hornos de México cumplió 2 años de haber parado operaciones por tener una millonaria deuda por más de 5 mil millones de dólares, dejando a más de 17 mil trabajadores sin su sustento. El futuro de la acerera monclovense es incierto, ya que todas las opciones para reactivarla requieren fuertes inyecciones económicas y no existe un inversionista interesado en arriesgar sus activos.

Las mil 200 hectáreas de lo que fue la siderúrgica más importante en Latinoamérica, ahora lucen como un campo fantasma, en donde sólo se escucha el viento que sopla entre los fierros llenos de corrosión por la falta de uso.

La factoría que alguna vez fue la siderúrgica más grande de América Latina, aunque dejó un legado de crecimiento y economía para Coahuila, dejó también una larga lista de deudos: los trabajadores y acreedores, que ahora necesitan saber cómo se va a distribuir la herencia.

Fue durante las últimas horas del 23 de diciembre cuando en Altos Hornos de México se realizaba la última colada continua, de ahí en adelante la empresa ya no produciría ni un gramo más de acero, dejando con ello en el desempleo a toda su plantilla laboral.

Los tiempos de gloria

AHMSA fue fundada por el ingeniero estadounidense Harold Robert Pape, inició sus operaciones en 1942 en Monclova, una comunidad eminentemente agrícola que celebraba cada año la Feria de la Nuez durante las fiestas del santo patrono Santiago Apóstol; estaba habitada únicamente por siete mil personas.

Dos años después producía 40 mil toneladas de acero líquido al año, mientras que en 1946 llegó a 100 mil toneladas; al momento en que el Gobierno Federal la expropió, en 1970, ya generaba 2 millones 200 mil toneladas anuales.

Bajo la administración estatal, la acerera invirtió en un horno nuevo y una laminadora para alcanzar una capacidad de 4 millones de toneladas anuales.

En 1991, AHMSA fue privatizada y pasó a manos de Alonso Ancira, con quien todavía en 2018 llegó a producir 4.5 millones de toneladas anuales, pero para 2020 la producción había caído a 1.4 millones, declinación que llegó a su punto cero el 23 de diciembre del 2022.

La quiebra

Fue un 6 de noviembre del 2024, cuando la jueza del Segundo Juzgado en Materia de Concursos Mercantiles, Ruth Huerta, declaró a AHMSA en quiebra tras dos años de crisis y escándalos por corrupción.

En la declaración de bancarrota instruyó realizar un inventario detallado de los bienes y documentos de la empresa para su administración y posible sible enajenación, de acuerdo con el artículo 178 de la Ley de Concursos Mercantiles.

Además, ordenó el juzgado abrir la etapa de quiebra y ordenó al Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (IFECOM), ratificar al conciliador como síndico o designar uno nuevo.

En junio de 2019, la CFE canceló de manera unilateral los contratos ya firmados de carbón térmico que proveía MICARE a las termoeléctricas José López Portillo y Carbón II, localizadas en el municipio de Nava, Coahuila. Dichos contratos habían sido renovados durante 27 años mediante licitaciones públicas.

Además, AHMSA se quedó sin minas, ya que a principios de mayo fue declarada la quiebra de MINOSA, que proveía del fierro para la elaboración del pelet, esencial en el proceso siderúrgico.

Con esta quiebra se acabó la actividad en la Unidad Hércules, Coahuila; La Perla, Chihuahua; y Cerro de Mercado, Durango y las minas de carbón metalúrgico que se utilizaba para calentar los altos hornos, y que operaban en varios municipios de la Región Carbonífera.

Las deudas

En total, las deudas de AHMSA ascienden a 40 mil 393 millones de pesos, siendo sus principales acreedores PEMEX y CFE.

Además, la situación afectó directamente a sus más de 17 mil trabajadores y cerca de mil 668 acreedores, tanto privados como gubernamentales, que esperaban la resolución para iniciar el proceso de subasta de la empresa.

A los obreros se les dejó de pagar por al menos 80 semanas, convirtiéndose en otra deuda más.

Un obrero de AHMSA ganaba en promedio 20 mil pesos mensuales. Hasta el 2022 cobraron el equivalente a 54 días de aguinaldo, entre 30 y 42 mil pesos, y un jugoso ahorro que les duplicaba la empresa.

Se habla que el adeudo por el salario con cada trabajador supera los 300 mil pesos, además la empresa debe terminaciones a casi mil 500 extrabajadores, los cuales no fueron finiquitados en tiempo y forma.

Los daños

El daño en AHMSA es inmenso tras la paralización total de la acerera desde hace 20 meses, en que parte de los equipos clave -como el Alto Horno 5 y el BOF- dejaron de funcionar y resultaron embancados, mientras la coquizadora quedó inservible.

Rehabilitarlos supone un gasto multimillonario que está ahuyentado a los eventuales inversionistas.

También ante la falta de vigilancia, los ladrones y chatarreros han tenido la oportunidad de desmantelar los equipos y cableado de la empresa, causando daños en los valiosos equipos que existían.

Los daños estructurales, como los sufridos por los hornos verticales de la Coquizadora y otros departamentos debido a la falta de uso y mantenimiento, así como los saqueos y robos registrados en los últimos dos años, demandan alrededor de mil millones de dólares, según expertos cercanos al proceso mercantil.

No llegó la inversión

A pesar de muchos anuncios, la inversión para la reactivación de AHMSA no ha llegado en estos dos años.

Empresas como grupo Argentem Creek Partners, la Tribu Kickapoo y China Steel Corporation visitaron la Planta, pero no se decidieron a invertir.