Consummatum est. Nadie vigiló. Ni los políticos que se subieron al tema con datos erróneos y verdades a medias, como suelen hacer cuando buscan reflectores gratis para su causa y medios de comunicación que muerdan el anzuelo amplificando su mensaje, ni la sociedad civil organizada que se había propuesto -o al menos eso dijeron- defender el statu quo, es decir, que no hubiese modificaciones al sistema de aguas municipal en Arteaga.

El pasado 15 de noviembre, en sesión de Cabildo, se votó el acuerdo 387/095/2024, mismo que supone una “alianza estratégica” del Municipio con Aguas de Saltillo, “para el servicio de asesoría técnica y prestación de servicios”.

Así lo determinó previamente, el 11 de noviembre, una comisión encabezada por el exalcalde priísta, Ramiro Durán, y conformada por los ediles Élida del Socorro Sánchez de la Fuente (Morena) y Felipe Armando Durán Figueroa (PAN), quienes de hecho repiten para el trienio 2025-2027, además de José Luis Luna López (PRD).

En la referida sesión de Cabildo, de manera extensiva, se autorizó “a las autoridades competentes” para hacer “los trámites correspondientes para la ejecución”.

Así de sencillo. El acta se publicó en el Periódico Oficial del Estado para mayor validez, en su edición del 6 de diciembre, y a otra cosa mariposa. No hubo defensa -o por lo menos no efectiva- contra lo que se anticipaba sería un atraco.

¿Qué pasó? Muy sencillo: no hay cohesión social; ni en Arteaga ni en ninguna parte. Ello permite que cualquier Gobierno, de cualquier emblema, arrase pese a existir contrapesos o resistencias temporales.

Aunque, de cualquier forma, era una batalla perdida. Se publicó en este mismo espacio el 11 de noviembre que se pretendía socializar el asunto como un tema de semántica: el Sistema Municipal de Agua y Saneamiento de Arteaga no se “privatizaría”, pero sí se obligaría con una empresa privada y extranjera, socia del socio mayoritario que proyectan designar como tutor.

Sin embargo eso en los hechos es lo mismo: si Simas se alía con un privado, por consecuencia se “privatiza”, pese a que por su porcentaje no mayoritario de participación en la nueva compañía, el control administrativo no lo tengan los foráneos (en este caso Veolia, accionista detrás de Aguas de Barcelona, quien a su vez está detrás de Aguas de Saltillo).

Eso no es todo, aquí también se publicó la noticia: antes de cualquier intentona oficial, el agua de Arteaga ya no pertenecía a Arteaga, sino a Saltillo.

En el Registro Público de Derechos de Agua, o sea la base de datos de la Conagua, actualizado al 30 de septiembre de 2024, consta existen en Arteaga 972 títulos de concesión para el aprovechamiento de aguas nacionales, ya sean para uso agrícola, pecuario, doméstico, de servicios, público urbano, industrial o “diferentes usos”.

Entre los beneficiarios figuran predominantemente políticos y gente afín al poder económico en las últimas tres décadas. No obstante, quien tiene la mayor asignación es el Municipio de Saltillo, mediante una constancia identificada como COA115575, aprobada el 31 de julio de 2013, que ampara poder extraer hasta 51 millones 88 mil 320 metros cúbicos al año en volumen de aguas subterráneas de Arteaga. Otros 473 mil 40 metros cúbicos corresponden a aguas superficiales.

En total suma 51 millones 561 mil 360 metros cúbicos. Ningún otro particular o persona moral tiene un beneficio siquiera cercano a la cifra.

Aguas de Saltillo, por su parte, tiene tres concesiones en Arteaga, etiquetadas con los folios 06COA115590/24EDDL12, 06COA115692/24EDDL12, y 06COA115857/24EDDL11, las cuales datan del 12 de julio de 2012 las primeras dos, y el 16 de marzo del mismo año la tercera. Con ellas puede utilizar una superficie de mil 200 metros cuadrados, sin especificar para qué.

A su favor, en cambio, el Pueblo Mágico posee sólo 946 mil 395 metros cúbicos anuales gracias a 341 diferentes títulos favorables a la Presidencia Municipal de Arteaga, divididos por comunidades y sectores, la mayoría por mil 100 metros cúbicos de aguas subterráneas al año cada uno.

Incluso en enero de 2024 Simas Arteaga, obligado por el ICAI, respondió a una solicitud de transparencia que utiliza tres pozos para abastecer a la cabecera municipal, sumando entre ellos 779 mil 220 metros cúbicos anuales de aguas subterráneas.

La ironía es que Saltillo tiene más derechos sobre el agua de Arteaga, ¡que Arteaga! Cincuenta veces más, para dimensionar.

Cortita y al pie

Para justificar la alianza, Durán III mencionó en su día la existencia de 12 millones de pesos en cartera vencida (adeudos) del Simas Arteaga. Dicho de otra forma: hizo un reconocimiento implícito de que no saben cobrar, y se refirió al 40% de eficiencia en la distribución, entre un universo de sólo 5 mil 500 usuarios; en otras palabras: manifestó su propia incompetencia.

Originalmente, en un boletín informativo, el ex edil deslizó la idea de “compartir experiencias y estrategias”, y habló de “inversión conjunta en infraestructura y equipo”, lo cual va más allá de una simple “asesoría técnica especializada” o “apoyo técnico y de gestión”, ya que invertir significa asumir los riesgos, y también dividir las ganancias.

Es economía básica.

La última y nos vamos

El 19 de septiembre del año anterior se había votado en Cabildo un primer “permiso”, por llamarle de alguna manera, para que el presidente Municipal hiciera un “diagnóstico de viabilidad” encaminado a crear una paramunicipal en Arteaga que se ocupara del agua, drenaje y alcantarillado. Se aprobó por unanimidad con el voto de 13 ediles, incluidos tres de Morena.

Meses después acabaron 2024 embaucados, y nadie dijo nada.