Deportes
Por Víctor González
Publicado el sábado, 14 de julio del 2012 a las 14:00
Saltillo, Coah.-Hablar de Javier Díaz González es hablar de deporte, de toda una vida completa en el mundo de la natación, pues a lo largo de su trayectoria se ha desempeñado en múltiples facetas, primero como nadador que lo llevó a ser un digno representante de México en las Olimpiadas de Sidney 2000 y en Atenas 2004, después como administrativo, al ocupar el cargo de director del Inedec, que aún ejerce, y ahora como analista de natación para la empresa Televisa Deportes Network.
Díaz González abre una nueva página en su vida: tras haber sido comentarista en los pasados Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, ahora se prepara para acudir a los Juegos Olímpicos 2012 de Londres, como parte del equipo de Televisa.
Francisco Javier González, director de la empresa, fue quien le hizo la invitación para estar presente a lo largo de todo el periodo olímpico, a fin de que haga un análisis profundo de cada una de las competencias de esta disciplina, así como el desempeño de los mexicanos y la explicación de cada acontecimiento para que el público que seguirá las transmisiones lo pueda entender.
Contento, satisfecho por la invitación, pero muy consciente de la gran responsabilidad que ello conlleva, Díaz González se encuentra preparando maletas para partir a tierras inglesas a cumplir con su tarea.
PRIMERO A LOS PANAMERICANOS
Cuando se encontraba concentrado en sus labores, una llamada a su celular, que tal vez no esperaba, despertó el interés de Javier a mediados de marzo de este año.
“Se trataba de Francisco Javier González, director de Televisa Deportes Network, que me hablaba para hacerme la invitación a Londres”, comenta.
“Me sorprendió porque la verdad es que no lo esperaba; me emocionó mucho, ya que anteriormente había tenido la fortuna de estar con su equipo como comentarista en los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011”, dice, “aquella vez me dijo: seguí mucho tu carrera como deportista en natación, te vimos en Sidney y en Atenas y hoy estamos viendo la manera de conformar nuestro equipo para los Panamericanos de Guadalajara en TDN, nos gustaría que aceptaras la invitación como analista de natación porque sabemos que tienes mucho conocimiento de esta disciplina y nos podrías ayudar en mucho”, menciona.
Javier no dudó en aceptar, pero sabía que el llamado no sería una decisión solamente suya, así que lo tuvo que dejar en suspenso y solicitar permiso al entonces gobernador Jorge Torres, quien accedió sin ningún inconveniente
…Y LUEGO A LONDRES
Tras su buen desempeño como analista en Guadalajara, Javier se quedó con el deseo de volver a vivir una experiencia similar. Su sueño se cristalizó a medidados de marzo de este año cuando nuevamente escuchó sonar su celular, cuya voz de fondo lo invitaba nuevamente a ser parte del equipo de Televisa, pero ahora para Londres.
“Era nuevamente Francisco Javier, me dijo que me invitaba a ir a Londres, que si había algun problema, y yo le respondí que por mi parte no lo había, pero que tenía que solicitar permiso nuevamente”, explica.
“Inmediatamente me comuniqué con el gobernador Rubén Moreira y no dudó en darme el permiso, recuerdo que me dijo: ‘para que vayas y nos representes bien’; por eso estoy muy agradecido, primero por el impulso que él le da al deporte en Coahuila con una inversión histórica en este año y luego por acceder a mi solicitud”, indica.
SERÁ HISTÓRICO
Tras este llamado, Javier Díaz González será parte de la historia del deporte y la natación, no sólo en Saltilo y en Coahuila, sino en todo México, ya que se convertirá en el primero y único director de un instituto del deporte del país que forme parte de un equipo de colaboradores en una olimpiada.
El equipo de Televisa Deportes Network partirá a Londres el día 23 de julio.
Javier se unirá a Francisco Javier Gonzalez; Ivar Sisniega, ex director de la Conade; y Jorge Camacho, ex director de deportes del programa del payaso Brozo; las transmisiones serán por Televisa Deportes Network las 24 horas del día.
“Vamos a salir el día 23 de la Ciudad de México, el viaje será de México a Frankfurt, Alemania, y luego directo a Londres”, menciona, “en horario de Londres, de las 8:00 de la mañana, a las 12:00 del mediodía, serán las eliminatorias y luego, en la tarde vamos a narrar las finales, y por las noches estaremos en un programa con el resumen del día”.
TODA UNA VIDA EN EL DEPORTE
Siendo el mayor de una familia de cuatro hijos, Javier comenzó a desarrollar sus habilidades en la natación desde los 3 años de edad, gracias a la decisión e impulso de sus padres Javier Díaz Jiménez y Ana Catalina González de Díaz.
“Mis papás, como cualquier padre de familia, buscaron meterme a una actividad, a clases de natación; la intención era mantenernos sanos a mí y a mis hermanos”, comenta.
“Comenzamos a ir El Molino, en La Aurora, con Lucha de la Peña, ahí empecé a enseñarme, en el verano sobre todo, donde poco a poco me fueron enseñando los cuatro estilos, que son libre o crol, mariposa, dorso y pecho.
“Las clases eran solamente los veranos y luego se fueron prolongando durante los ciclos escolares, y aproximadamente cuando tenía unos 6 años de edad se formó un preequipo con todos los niños que estábamos en clases de natación ahí en la Aurora, éramos como unos 30, de diferentes edades, donde ya nos empezábamos a entrenar para ir a competencias aquí mismo en Saltillo, al Campestre, al San Isidro y al Britania”.
SUS PRIMERAS COMPETENCIAS
“Después de algunos años se formó el equipo, donde cada vez era entrenar casi todos los días; la primera competencia, que fue en Monterrey, la gente de allá era muy destacada, no podía quedar dentro de los primeros 10, hasta que llegué a los primeros lugares en algunos regionales”, manifiesta Díaz.
Revela que su primer torneo nacional fue a los 11 años en el club Casa Blanca de México, en 1991, “según yo era de los mejores de la región y pensé que iba a tener una buena actuación, pero cuando llegué y nadé me llevé la grata sorpresa de quedar en el antepenúltimo lugar, nada más le había ganado a dos, entonces es cuando me di cuenta que había que meterle mucho más ganas para poder alcanzar mis objetivos”.
NACE EL SUEÑO OLÍMPICO
Ahí fue cuando Javier comenzó a soñar con estar algún día en alguna olimpiada.
“Yo quería ser campeón nacional y ser seleccionado nacional, estar en eventos de ciclo olímpico como lo son los Juegos Centroamericanos y del Caribe, los Panamericanos y los Olímpicos”.
A partir de entonces su empeño y anhelo por llegar a unas olimpiadas le permitió escalar lugares en los torneos nacionales.
“A los 14 años fui a un Nacional en Acapulco donde nadé cinco pruebas y gané cinco medallas de oro; tenía esa idea de ir compitiendo en diferentes países para ver el nivel de los demás; ya era una disciplina muy enfocada a tratar de llegar lejos”.
Sus primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe fueron en la Habana, Cuba, en 1997, donde ganó tres oros y una plata, “fue una de las más fuertes emociones en el deporte cuando me estaban premiando en los 100 libres; tocaron el Himno Nacional y yo estaba en el centro del pódium, algo que nunca voy a olvidar y que tengo muy presente cada día”.
Los cinco más rápidos de esta contienda serían invitados a Japón a una competencia llamada Pan Pacific, con atletas que de países que colindan con el Océano Pacífico como Asutralia, China, Japón, Corea, Brasil, Estados Unidos y Canadá, considerados como potencias en la natación. Javier fue uno de ellos.
JAPÓN: UNA CATAPULTA
Siendo juvenil, Javier participó en el Pan Pacific contra un norteamericano que había ganado medalla de oro en Atlanta ’96.
“Nos pusieron a competir con los de primera fuerza en 200 libres; él y yo íbamos juntos durante toda la competencia; al final me ganó muy apenas, pero eso llamó la atención a muchos entrenadores al ver que un juvenil como yo estaba al tú por tú con un campeón olímpico”, manifiesta.
Entrenadores de Estados Unidos comenzaron entonces a contactar a Javier para que fuera parte de sus universidades, y tras analizar ofertas se quedó en la Universidad de Perdue.
LAS OLIMPIADAS ERAN SU META
A partir de entonces inició una etapa de intensa dedicación; entrenaba ya ocho horas diarias y cumplía con las labores escolares, en donde estudiaba la licenciatura en Derecho.
“Mi meta eran los Juegos Olímpicos; en el año 2000 fui a diferentes clasificatorios a Sidney y siempre me quedaba cerca de la marca, hasta que se vino la oportunidad en finales de junio en Los Ángeles, California, donde nadé la prueba de 200 libres y en esa hago la maca para estar en los olímpicos”, explica, “tenía que hacer 1’52.85” y terminé con 1’52.74”, relata.
Con boleto en mano, cumpliendo su sueño de participar en unas olimpiadas, Javier se preparó durante dos meses para ir a Sidney, donde comenzó a vivir una de sus mejores experiencias de la vida.
UNA ESTRELLA RODEADA DE ESTRELLAS
“Era todo nuevo para mi, no sabía qué esperar, en el comedor me tocó convivir con los mejores del mundo, lo tengo muy grabado, yo estaba comiendo en la Villa Olímpica y al lado de mí estaba Andre Agassi, tenista de lo mejor en esa época, enfrente estaba Venus Wiliams y Serena, los de la NBA, gente que sólo seguías por la tele y en ese momento eran mis compañeros, yo era uno más de ellos y era increíble”, narra Díaz, “nadie les pedía autógrafos, entraban y salían como si nada”.
UNA DIGNA REPRESENTACIÓN
El 17 de septiembre de 2000, después de toda una vida de sueños, Javier Díaz subió al escenario de batalla y compitió representando a México en unas olimpiadas.
“Dí mi mejor tiempo, competí en 200 metros libres y después, el 20 de septiembre participé en 200 combinado”, precisa.
Al final terminó con una digna representación al haber culminado en la posición 20 en los 200 metros libres, de 135 competidores; y en el puesto 19 durante la prueba de 200 combinado, donde hubo 115 participantes. Además de haber logrado su sueño, Javier tuvo la satisfacción de estar entre los mejores 20 del mundo, gracias a su esfuerzo y dedicación de toda una vida.
REPITE LA HISTORIA
Haber alcanzado unos juegos olímpicos no fue suficiente, pues al acabar el ciclo de Sidney, Javier ya anheleba estar en Atenas cuatro años después.
“Tenía la espinita clavada, sabía que podría dar más y dije que tenía que volver a vivir esa experienca, inmediatamente me mentalicé para Atenas y seguí entrenando y comptiendo; estuve en el Campoenato del Mundo en 2001 en Japón con un onceavo lugar; en los Centroamericanos en 2002, los Panamericanos de Republica Dominicanca en 2003, y se vuelve a dar la oportunidad de llegar a los olímpicos en 2004”.
En la modalidad de Relevos 4 x 200, Javier logró la clasificación en el sitio 15 de 120 paises que habían competido. Al final, después de un gran esfuerzo, Javier Díaz volvió a levantar los brazos tras haber alcanzado el lugar número 15 en lo que fue su segunda y última aparición en Juegos Olímpicos.
SE CIERRA UNA PÁGINA; SE ABRE OTRA
“Para el año 2008 iba a tener ya 28 años de edad y tenía que trabajar, ver mi futuro, equlibrar mi vida porque sabía que mi ciclo como competidor estaba por terminar”, indica.
“Sabía que tenía que dejar el deporte competitivo y dedicarme al deporte, pero en otra faceta distinta; había cumplido en dos ciclos olímpicos completos, tenía que darle vuelta a la página, mi etapa de alto rendimiento se había terminado en noviembre de 2004, es cuando dije adiós”.
Fue entonces cuando se le dio la oportunidad de ser director de Administración cuando se inició el Instituto Coahuilense de Acceso de la Información, durante un año, y despúes ocupó el cargo de director del Alto Rendimiento en el Inedec. A partir de entonces, y hasta la fecha ocupa el cargo de director general del Inedec.
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