En la Fiscalía General del Estado, que encabeza Federico Fernández Montañez, las investigaciones avanzan por los hechos del lunes pasado en el ejido Nuevo Mieleras, con el desalojo, con desenlace fatal, por el homicidio de un ejidatario y profesionista a manos de un elemento del Grupo de Reacción Torreón.

Hay versiones extraoficiales respecto a que en los hechos habría más policías involucrados. Si bien es cierto sólo uno disparó en contra del manifestante, otros habrían impedido que sus familiares lo llevaran a un hospital, con la rapidez que se requería.

Sin duda, legalmente el caso va a dar para mucho.

¿Y el certificado médico?

En el gobierno de Román Alberto Cepeda pretenden justificar la violencia del Grupo de Reacción Torreón en el desalojo del predio en Nuevo Mieleras, con la versión de que los ejidatarios iniciaron la agresión a machetazos y pedradas.

Primero fue el secretario del Ayuntamiento, José Ganem, ante la ausencia del alcalde durante los primeros dos días de la crisis que explotó durante la semana, y después el propio Román Alberto; aseguraron que un policía resultó lesionado por un machetazo.

El detalle es que la supuesta agresión quedó en lo dicho por ellos, pues hasta ahora no presentaron el parte médico correspondiente. Bien raro.

Ausente

Todo está listo para la sesión plenaria de este lunes en el Palacio de Coss. Todo bien, salvo una sorpresa que de seguro se va a notar: la ausencia del diputado Antonio Attolini Murra, con el correspondiente señalamiento por los hechos recientes en Torreón y el lamentable papelón del alcalde Román Alberto Cepeda González —o “Robán”, como él mismo lo bautizó–. Si las versiones son ciertas, el diputado de la mascada estaría otra vez de vacaciones.

Preocupación en la IP

En distintos grupos empresariales de Torreón andan preocupados por el perfil de los funcionarios municipales que quedan a cargo de las decisiones importantes del gobierno municipal, durante las desaparecidas del alcalde Román Alberto Cepeda.

Y no es que en la IP no le tengan confianza al secretario del Ayuntamiento, José Ganem y al jefe de la Policía Municipal, César Perales; el detalle es que no se la han ganado y con tantas pifias en su desempeño, esto difícilmente pasará. La preocupación es latente.