Un síntoma inequívoco de madurez, es cuando sabes que los milagros no existen, los milagros los haces tú.
Hace 60 años, se hablaba del milagro económico mexicano, el país producía sus alimentos, construía obras de infraestructura para la producción agrícola, y ganadera, y su almacenaje y comercialización, una política de sustitución de importaciones dio fuerza a una naciente industria, creación y promoción de instituciones de salud, y bienestar, una educación floreciente, y un gasto moderado del aparato de gobierno. Se hablaba del “milagro mexicano”, que era realmente el resultado de mas de 20 años de tomar las decisiones correctas.
Pero, así como el canto de las sirenas, por casi 20 años, los gobernantes se empeñaron en cambiar todo, para que las acciones y decisiones solo fueran tomadas en función del pode sobre los ciudadanos, sumado a una desenfrenada codicia de los gobernantes, y al ser acorralados para un cambio en le paradigma económico, siguieron esas decisiones basadas en el poder, pero con la presión de la facción perdedora de ese mismo grupo, solo que más influido que antes por el socialismo proletario, llamado populismo, algo que agravó el gusto mexicano por hacerse el tarugo.
Por presiones de bancos extranjeros, el Gobierno mexicano hizo algunos cambios para reducir el poder del estatismo, pero tuvieron especial cuidado de no tocar los sectores base del poder, los sindicatos, la educación y el sistema de salud, (como que algún encanto encuentra en tener jodidos a los trabajadores) y la caterva de legisladores de todos los colores, en forma irresponsable, multiplicaron el gasto público, como si creyeran que los créditos no se tienen que pagar.
Eso generó un vicioso vórtice de gasto, algo que llevó a la orgía de derroche que caracterizó al desastre del régimen de López Obrador, una educación deplorable y en vías de ser peor, un servicio medico insultante y que será peor, ausencia de infraestructura que solucione problemas, y un flujo enorme de dinero al exterior, en manos de consentidos del régimen,
Sin embargo, aparece en la prensa, una noticia onanista que afirma de un proyecto de Carlos Slim se hará un programa que puede llevarnos a un milagro económico, eso equivale a que buscara usted, a un conocido en su casa, quien se asemeja a una rana sentada, atento a un juego de futbol americano, y lo convenza de que en dos días puede entrar a jugar en el siguiente partido de su equipo favorito, y estar al nivel.
En la vida real, los milagros requieren de mucho trabajo, sacrificio y tiempo…. Y la ayuda de los dioses.
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