Amigos personales que a través de la vida han tenido la oportunidad y experiencia de ser borrachos y cantineros, es decir, tener su propio negocio o bien, en el segundo término, depender de una chamba de gobierno u oficial de cualquier nivel, aseguran que la mejor forma de hacer frente a una crisis económica, es trabajando para el gobierno o el sector oficial.

Lo conceptúan desde el punto de vida que en tiempos de crisis, el dinero fluye con lentitud porque hay poco circulante, se atrasan los pagos de proveedores, hay pocos contratos, etc., y el martirio es cada semana o quincena para pagar a los trabajadores, luego la mensualidad y el bimestre del Seguro Social, impuestos obligados a pagarse aunque haya poco ingreso, etc.

Siendo burócrata o empleado del sector oficial, no falla el pago, porque con o sin crisis, el contribuyente cumple, aunque atrasado, sus obligaciones fiscales.

Por eso, no falta quién en este momento diga y afirme que en México no hay crisis.

¿Acaso es casualidad que quienes dicen que no hay crisis siempre son políticos? Es muy a menudo que este tipo de afirmaciones, es decir, México no sufre de crisis o una recesión, son aquellos quienes laboran en algún puesto político, siendo principalmente diputadas y diputados locales y federales, así como alcaldes, gobernadores y Poder Ejecutivo. Tampoco es una casualidad que dichas figuras políticas tienen décadas laborando en algún puesto político, es decir, sino son diputados federales, ahora son diputados locales, y la última, senadores y en esas posiciones pueden durar años hasta que les toca ser un alcalde o gobernador, pero sin importar eso son personas que tienen viviendo de ubre política años tras años.

Fríamente y desde el punto de vista de esos políticos, tienen mucha razón, solamente que ellos están viendo los toros desde la barrera y no dentro del ruedo, en donde el toro se ve diferente y los capotazos son mucho más difíciles.

Cuando se disfruta de una chamba federal y más de esas bien pagadas empresas paraestatales como PEMEX, la crisis no se ve ni se siente, pues cómo se va a ver con el pago religiosamente, los viáticos, los gastos de representación, pasajes de avión para cada semana venir a la visita conyugal, etc.

Por otro lado, los políticos que aseguran que en México no se está en crisis, no específica a qué productos se refiere al afirmar que no han subido de precios, porque en los restaurantes de postín efectivamente los precios del menú siguen igual porque ya están alzados desde un principio, pero en el mercado de abastos, en los supermercados, en las misceláneas, en las tiendas de barrio, etc., los productos de la alimentación básica y los que consume la mayoría del pueblo, los precios andan ya en las nubes comparado al salario mínimo o dos o tres mínimos que gana la generalidad de los mexicanos.

Otra consideración muy modesta que hacen estos políticos o funcionarios públicos, es que de cada diez mexicanos, cinco están saliendo de vacaciones lo que es la mejor muestra de que no hay crisis, apreciación de la que difiere la mayoría de los mexicanos porque si así fuese no tiene el país capacidad hotelera ni restaurantera para lograr ese milagro de turismo y menos en tiempo de crisis, si difíciles y duros para conseguir para las tortillas, frijoles y chile. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org