Guerrero.- Habitantes del Municipio de Xalpatláhuac, en La Montaña de Guerrero, exigieron la salida de la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) por presuntos abusos de sus integrantes.

Los pobladores acusaron que el grupo de autodefensas, que supuestamente se encuentra protegido por el Alcalde emecista Ramón Cárdenas, comete presuntas arbitrariedades como detenciones arbitrarias por supuestas faltas administrativas.

“ A los detenidos por la policía comunitaria se los llevan a la casa de justicia de San Juan Escalerilla y salen de ese lugar tras el pago de una fuerte multa económica e incluso son torturados“, dijo un poblador.

Los pobladores exigieron que los integrantes de la CRAC-PC abandonen al municipio, luego que ayer domingo los inconformes lograron abrir las oficinas del Tlayanki, Domingo Gómez Zurita, la autoridad tradicional, que habían sido tomadas por el grupo de autodefensas.

Los policías comunitarios se retiraron para evitar un enfrentamiento y, de acuerdo con el Tlayanki, se solicitó la presencia de la Policía estatal y la Guardia Nacional.

Sin embargo, el Edil pidió a las fuerzas de seguridad federal y estatal que no se apersonara, porque, según él, la situación ya estaba bajo control.

“ Nosotros hacemos responsable al Alcalde Ramón Cárdenas y al consejero de policía comunitaria de la CRAC, Edmundo Delgado y Nicolás Villarreal, de lo que nos puede suceder en contra de nuestra integridad física”, dijo el Tlayanki a través de una transmisión en redes sociales.

Tras lo sucedido no se reportaron heridos.

Durante la pasada administración, que encabezó la Alcaldesa Selene Sotelo Maldonado, la policía comunitaria protagonizó al menos dos enfrentamientos con policías municipales y un grupo de habitantes de esta localidad que pedía su salida.

En octubre del 2021, a pocos días de que Selene Sotelo asumió el cargo, los policías comunitarios dispersaron una asamblea con disparos al aire.

La ex Edil había convocado a la asamblea para que los habitantes votaran por la permanencia de las autodefensas, pero los policías comunitarios obligaron a retirarse a la alcaldesa y desde entonces tomaron el ayuntamiento.

Durante los tres años de su administración, Sotelo nunca regresó al Ayuntamiento y tuvo que instalar sus oficinas en la comunidad de Igualita, aunque despachaba desde su domicilio en Tlapa.