Con el desatino que le caracteriza, Claudia Sheinbaum se aventó la puntada de asegurar que con la transformación que experimenta México, en su Gobierno, “se vive el sueño mexicano”.
Es decir, que según la “señora Presidenta”, los mexicanos que escapan a Estados Unidos en busca del “sueño americano”, pueden ver el regreso a México como una oportunidad para alcanzar un mejor nivel de vida en sus respectivos terruños.
La realidad, sin embargo, es completamente distinta ya que, en no pocas regiones del país, más que vivir “el sueño mexicano” en realidad se vive “el infierno mexicano”, o lo más parecido al refugio de Satán.
Y si lo dudan, en su más reciente informe sobre la percepción ciudadana de inseguridad, el Inegi dio a conocer que, por ejemplo, en ciudades como Culiacán, Sinaloa; Villahermosa, Tabasco; Fresnillo, Zacatecas; Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Chilpancingo, Guerrero; Ecatepec, Edomex y Uruapan, Michoacán, más del 90% de sus habitantes perciben que se vive en “un verdadero infierno”.
A su vez, los municipios con la menor percepción de inseguridad son, en ese orden, San Pedro Garza García, en Nuevo León; Benito Juárez, en la Ciudad de México y Mérida, Yucatán, con menos del 30% de percepción de inseguridad.
En el resto del país, según el Inegi, más del 50% de sus habitantes percibe que vive en una peligrosa inseguridad que crece sin freno, al tiempo que los tres órdenes de Gobierno –federal, estatales y municipales-, no sólo solapan a las mafias, sino que son parte de las bandas criminales.
Y por eso las preguntas obligadas.
¿Ese es, presidenta Claudia Sheinbaum, “el sueño mexicano” al que se refiere? ¿Ese es el supuesto “México de oportunidades” que pregonan no sólo el Gobierno mexicano, sino todos los parásitos que viven adheridos al partido oficial, Morena?
Lo cierto es que no existe el supuesto “sueño mexicano” que pregona “la señora Presidenta”, quien mediante el engaño y la mentira intenta desviar la atención de la creciente inseguridad y violencia que se vive prácticamente en todo el país; inseguridad y violencia que expulsa a miles de familias de sus lugares de origen y que los empuja a buscar el llamado “sueño americano”.
Y es que, por ejemplo, en lugares como Culiacán, la capital de Sinaloa, los ciudadanos viven “un aterrador infierno”, ante la complicidad –de las autoridades estatales y municipales-, con las bandas criminales.
El caso extremo lo vivieron los habitantes de la capital de Sinaloa, el pasado domingo 19 de enero de 2025, cuando un grupo criminal provocó la muerte de un padre y sus dos hijos menores, de 9 y 12 años, respectivamente.
Resulta que el padre y sus dos hijos fueron víctimas de un intento de asalto. Al tratar de escapar, la familia fue acribillada, en medio de la impunidad y “el infierno” en que se han convertido no sólo la capital de Sinaloa, sino toda la entidad.
Por eso, en repudio al “narco-gobierno” que encabeza el “morenista” Rubén Rocha Moya, la mañana de ayer se movilizaron miles de “culichis” por el centro de Culiacán –en realidad se trató de la mayor movilización de la historia de esa entidad-, quienes a gritos exigieron la renuncia y/o la expulsión del Mandatario estatal, cuyos colaboradores llegaron al extremo deleznable de culpar a las víctimas de su propia muerte.
Así la explicación de Óscar Rentería, titular de Seguridad Pública en el estulto Gobierno de Sinaloa: “Los mataron porque la camioneta en la que viajaban tenía los cristales polarizados y, por esa razón, los criminales no vieron que a bordo viajaban niños”. (FIN DE LA CITA)
Sí, por increíble que parezca y por absurdo que se antoje esa fue la justificación oficial del crimen.
Pero “el infierno” no sólo está en Culiacán, Sinaloa; se extiende con mayor o menor intensidad en todo el territorio mexicano, sobre todo en los estados de Tamaulipas, Sinaloa, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, San Luis Potosí, Baja california y Baja California sur, Morelos, Chiapas, Colima, Tabasco, Quintana Roo, Guanajuato y muchos otros.
Y por eso volvemos a preguntar.
¿De verdad, el Gobierno de “la señora Presidenta” cree que los migrantes no saben que México es “un verdadero infierno” en donde resulta imposible vivir?
¿Por qué en lugar de mentir, la señora Claudia no rompe, de una vez por todas, la alianza con las bandas criminales que heredó su Gobierno?
Y es que, si no reacciona pronto, los criminales se tragarán al Gobierno de la señora Sheinbaum. ¿Lo dudan?
Al tiempo.
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