Negocios
Publicado el viernes, 17 de enero del 2025 a las 04:20
Saltillo, Coah.- Con 65 años de trayectoria en el comercio, los servicios y la empresa, don Héctor González Meléndez es sin duda un ejemplo de enorme trabajo, constancia, perseverancia y dedicación, características que le permitieron convertir aquel pequeño taller de reparación de máquinas de escribir -fundado al inicio de los años 60’s- en lo que hoy es la mas importante empresa proveedora de equipos y muebles para oficina, no solo de Saltillo, sino del estado.
Desde su impresionante, atractivo e interesante museo de máquinas de escribir y de oficina, creado por él y su familia, don Héctor nos comparte aspectos muy importantes de su trayectoria, éxito y crecimiento empresarial, aspectos que siempre ha complementado con el servicio a la comunidad a través de muy diferentes organismos de la sociedad civil.
“El primer negocio por mi cuenta, lo inicie en 1963. Un pequeño taller de reparación de máquinas de escribir, en un local de la calle Manuel Acuña, bajando Perez Treviño, donde arranque prácticamente con un desarmador y unas pinzas, una mesa de trabajo, y una que otra máquina de venta, Ya había trabajado en dos negocios del mismo giro, aquí en Saltillo en el llamado Pedro Melendez Valdez y en Monterrey, en Equipos Sánchez.
“En ese entonces Saltillo era una ciudad muy tranquila, yo era muy joven, tenía 19 años cuando comencé con el taller. Fui conociendo a toda la gente, eran formas de manejar los negocios muy diferentes a las actuales, porque antes prevalecía la confianza y la honorabilidad entre los propietarios de los negocios y sus clientes”, platica.
“Ahí trabajé, en ese primer local, hasta 1967, que nos cambiamos a Venustiano Carranza e Hidalgo, cuando me dieron la concesión de las maquinas Olivetti, como distribuidor exclusivo. Era un local más grande, presentable y amplio, y en ese lapso construimos un edificio en Xicotencatl y Pérez Treviño, y años después, debido al crecimiento del negocio, levantamos otro edificio en la calle Melchor Múzquiz”.
Muy buena competencia
Relata don Héctor que en esa época no había tanta competencia. Eran pocos pero muy buenos, y el negocio más fuerte era Equipos para Oficinas, de don Eloy Dewey Saavedra, (en la calle Allende frente al Banco de Coahuila), también estaba Pedro Meléndez Valdez, en la calle Ramos Arizpe, además de Mueblería El Mundo, de don Antonio Valdés, y también don Abel Aguirre tenía un taller muy reconocido”.
Comparte que aun cuando también preparaban y vendían sumadoras, calculadoras, protectoras de cheques, registradoras, escritorios, archiveros, kardex y demás muebles y accesorios para oficinas “lo fuerte era la reparación y venta de las máquinas de escribir, era lo que más se movía”.
Como distribuidor de Olivetti, don Héctor estaba obligado a mandar técnicos a capacitarse a la matriz de la firma en la Ciudad de México. “Enviamos un buen número de personas, entre ellas Julian Romo, Sergio Arévalo, Valdemar Sandoval y Otoniel Lara, entre otros”.
Época de mucho trabajo
Don Héctor relata que hubo épocas de muchísimo trabajo, pues además de los numerosos clientes en Saltillo, también daban servicio a las máquinas de contabilidad del Banco Ejidal, y se movían con los técnicos a las sucursales de Galeana, El Potosi y Linares.
Comparte, además, lo fundamental que resultó el apoyo de su familia: “Cuando tomé la concesión de Olivetti, mi papá se integró al negocio y siempre fue un gran respaldo, siempre estuvo ahí hasta que murió en 1990; también mi hermana, Gloria, trabajó conmigo, y mis hermanos Arturo, Jaime y Chuy”.
“
En 2004 nos tocó la suerte de comprar aquí. Un familiar, corredor de bienes raíces, me ofreció la propiedad, la empresa anterior había tenido problemas económicos. Llegamos al local chico que tenían como sala de exhibición, ahí empezamos, y después tuvimos que darle mantenimiento al edificio y construimos esta nueva área. Sin duda fue un gran acierto, porque es una ubicación ideal, para los clientes es muy cómodo estacionarse sin problema, se llega fácil y se sale fácil, y no se diga para los proveedores”.
Don Héctor dice recordar con gran agrado las anteriores ubicaciones de Proveedora de Oficinas de Saltillo, en el primer cuadro de la ciudad, “porque el centro siempre será el centro, y va a seguir siendo muy importante para el movimiento comercial. Y aunque mucha gente que tiene vehículo ya no va a comprar ahí, de todos modos son muchos los compradores, ahora en Navidad la gente ya no cabía, era demasiada”.
Cuestionamos a don Héctor sobre el Saltillo actual: “Es una ciudad pujante, estamos en una etapa de mucho trabajo, hay mucha empresa, y todas requieren de proveeduría y de servicios, Hay grandes y muy importantes oportunidades en todos los aspectos, y siguen llegando más empresas, industrias y comercios. Afortunadamente hay mucho trabajo, crecimiento y desarrollo para mucha gente”.
-¿Cuál es su mayor satisfacción?
“Sin duda alguna, mi familia. Tengo mis hijos, hijas, mis nietos; Estamos muy unidos todos, siempre he tenido la fortuna de que siempre me han motivado, y a pesar de que mi esposa murió, seguimos muy unidos, y eso es algo muy grande”, dice don Héctor sumamente emocionado”.
La Familia de don Héctor la integran sus hijos: Héctor, Elsa Maria, Violeta del Carmen, Perla Guadalupe, Jose Alberto Gonzalez de la Fuente Sus nueras y yernos: Rocio, Fabiola y Marco Antonio. Y sus nietos Héctor, Julia, Alejandro, Diego, Valeria, Paula, Isabel, Alberto y Roberto.
– ¿Qué es para usted una máquina de escribir?
“Una máquina de escribir quiere decir mucho para mí. Desde que tenía 14 años me enseñé a repararlas; comencé de ayudante y luego inicie mi propio taller. Fueron instrumentos muy útiles en su tiempo. Fundamentales en todas las oficinas, negocios y empresas, de nuestra ciudad y de todo el mundo”.
– ¿Cómo nació la idea del museo?
“Por mis manos pasaron muchas máquinas; las reparaba, las compraba y las vendía y algunas se fueron quedando en bodega. Pero esto de coleccionarlas empezó hace como 10 años. En cada ciudad que vamos buscamos bazares, tiendas de antigüedades, así como en pulgas, y así hemos conseguido toda esta colección y ya tenemos más de 220 piezas diferentes en exhibición, y otras tantas estarán listas pronto”.
¿Cuándo abrirá al público?
“La idea es abrir al público para que vengan los saltillenses y conozcan todas estas piezas, que antes eran el único sistema de información escrita. Para que niños y jóvenes vean cómo eran y cómo funcionaban las maquinas, que eran base de la comunicación y de todo el movimiento comercial, empresarial y de servicios”.
“La idea es que venga todo el mundo, todas las personas que gusten. Sólo vamos a terminar de realizar los últimos ajustes y a facilitar los accesos, para que los saltillenses puedan venir a admirar y disfrutar de esta gran colección”.
¿Quién es don Héctor González Meléndez?
Nació el 26 de julio de 1943 en Saltillo.
Hijo de don José González Peña y Ernestina Meléndez Valdez.
Es el cuarto de nueve hermanos.
Casado con la señora Elsa Maria de la Fuente (+).
Cursó su educación primaria en las escuelas Coahuila y Centenario
Curso carrera comercial en la Academia San Juan Bosco.
Experiencia laboral
– Su primer empleo fue en el negocio Pedro Meléndez Valdés, de maquinas de escribir y muebles de oficina.
-Trabajó en Equipos Sánchez, de Monterrey, de don Manuel Sánchez Osuna.
– En 1962 inició su primer negocio propio, un taller de reparación de maquinas de escribir en la calle Manuel Acuña, en Saltillo.
– En 1967 logra la concesión de las maquinas de escribir Olivetti y se muda a un mejor local en Hidalgo y Venustiano Carranza (Hoy Manuel Pérez Treviño), ya como Proveedora de Oficinas de Saltillo.
– En 1978 concluye su propio edificio Xicoténcatl y Pérez Treviño.
– En 1990 construye y estrena nuevo edificio en la calle Melchor Múzquiz, entre Ignacio Allende y Manuel Acuña.
– En 2004 Proveedora de Oficinas adquiere su actual edificio en Avenida Universidad No. 481, colonia Jardines de Valle.
– Actualmente Proveedora de Oficinas es la negociación más importante en su tipo en todo Coahuila.
Su trabajo por la comunidad
– De 1970 a 1974, socio activo del Club 20-30.
– En 1975: socio fundador del Club Sertoma de Saltillo, del cual fue presidente, tesorero y secretario en diferentes mesas directivas.
– De 1978 a la fecha miembro, de Los Caballeros de Colón, reconocida organización fraternal-católica de beneficencia.
– Socio desde su fundación del Patronato de Bomberos de Saltillo.
– Socio de la Cámara Nacional de Comercio, de la cual ha sido presidente, tesorero, comisario y consejero.
– Miembro fundador de Cáritas de Catedral, organismo del cual ha sido presidente, tesorero y secretario.
– Presidente del Consejo Parroquial de Catedral.
– En 1990, tesorero del Patronato de la Feria de Saltillo.
– Socio del Consejo Internacional de la Buena Vecindad, de la que fue presidente, tesorero y secretario.
Reconocimientos recibidos
– 2003, comerciante del Año
– 2009 Presea a la Perseverancia
Sus hobbies:
Caminar, trotar y coleccionar máquinas de oficina antiguas: de escribir, sumadoras, calculadoras, registradoras, de contabilidad, lo que le ha permitido fundar un enorme museo.
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