LA, California.- Los incendios forestales que han afectado Los Ángeles durante los últimos cinco días, provocando al menos once muertes, se extendieron este sábado a nuevas áreas que hasta ese momento habían permanecido a salvo, lo que llevó a las autoridades a emitir nuevas órdenes de evacuación.

En la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, varios vecindarios han quedado gravemente dañados: más de 12.000 edificaciones han sido destruidas y más de 15.000 hectáreas de terreno han quedado envueltas en humo. El presidente Joe Biden describió la situación como “un escenario de guerra”.

Se espera que los vientos, que comenzaron a perder fuerza el viernes, vuelvan a intensificarse este sábado, según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), lo que complica las esperanzas de controlar el desastre.

El papa Francisco expresó su “tristeza” por la pérdida de vidas y los daños causados por los incendios y manifestó su “cercanía espiritual” a las personas afectadas a través de un telegrama dirigido al arzobispo de Los Ángeles.

Medidas ante los saqueos y los daños

Ante el aumento de saqueos en las áreas afectadas o evacuadas, las autoridades implementaron un toque de queda en las zonas más dañadas, como Pacific Palisades y Altadena, el cual rige desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la mañana.

El gobernador de California, Gavin Newsom, ordenó una “revisión independiente” de los servicios de distribución de agua de la ciudad, señalando como “sumamente preocupante” la falta de suministro y la pérdida de presión en los hidrantes durante las primeras fases del incendio, lo que facilitó su propagación.

El incendio más grande de los cuatro que aún continúan activos ha arrasado con unas 8.000 hectáreas en la costa de Malibú y el vecindario de Pacific Palisades, y estaba contenido en un 11% hasta la tarde del sábado, según los servicios de emergencia.

Aunque aún es prematuro determinar el origen de los incendios, han surgido críticas sobre la respuesta y preparación de las autoridades locales. La jefa de bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, declaró en una entrevista con KTTV que aún cuentan con “poco personal, recursos y fondos”, lo que fue interpretado como una crítica a las autoridades locales.

Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, trató de calmar los ánimos durante una rueda de prensa, asegurando que las autoridades políticas, de servicios de emergencia y de seguridad “están trabajando en coordinación”.

Destrucción personal y emocional

El actor Mel Gibson, quien perdió su casa en Malibú, calificó la experiencia como “devastadora”. Mientras tanto, el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, residentes en California desde que abandonaron sus deberes reales en 2020, visitaron a los damnificados en Pasadena.

Nicole Perri, cuya vivienda fue consumida por las llamas en Pacific Palisades, expresó a la AFP su frustración con las autoridades, asegurando que se sintieron “completamente defraudados”.

Deanne Criswell, directora de FEMA, advirtió que la situación “sigue siendo muy peligrosa”.

Evacuaciones y falsas alertas

En toda la zona afectada, las evacuaciones han alcanzado cifras de cientos de miles de personas. Las órdenes de evacuación también incluyen barrios de lujo en el este del incendio, como los alrededores del emblemático Centro Getty, conocido por albergar 125.000 obras de arte. A pesar de su construcción con piedra travertina resistente al fuego, el museo sigue siendo una preocupación.

Además, las autoridades pidieron disculpas por las alertas de evacuación erróneas enviadas a millones de teléfonos móviles, las cuales generaron pánico innecesario entre la población.

Situación crítica y escasez de recursos

Las autoridades han instado a los residentes de California a conservar agua, ya que algunos de los depósitos que abastecen los hidrantes se han agotado debido a los esfuerzos por controlar los incendios.

Estos incendios podrían convertirse en los más costosos de la historia, con pérdidas estimadas entre 135.000 y 150.000 millones de dólares, según la firma AccuWeather.

En medio de la crisis, el expresidente Donald Trump publicó en su red social, Truth Social, información falsa sobre la escasez de agua en California, afirmando que las políticas ambientales de los demócratas habrían desviado el agua de lluvia para proteger “peces inútiles”. El presidente Biden criticó la desinformación, afirmando que “muchos demagogos” trataban de aprovecharse de la situación.

Cambio climático y fenómenos extremos

Los vientos cálidos y secos de Santa Ana, que se presentan cada otoño e invierno en California, han alcanzado una intensidad no vista desde 2011, según los meteorólogos. Estos vientos han exacerbado la propagación de los incendios. Además, California acaba de salir de dos años de lluvias excepcionales que provocaron una vegetación exuberante, que ahora se ha secado debido a ocho meses sin precipitaciones.

Los expertos coinciden en que el cambio climático está aumentando la frecuencia y la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos como los incendios forestales.