Vida
Por Grupo Zócalo
Publicado el lunes, 16 de diciembre del 2024 a las 14:41
Ciudad de México.- Algunas personas tienen el hábito de lavarse las manos constantemente, ya sea cuando llegan a sus casas, después de cocinar o antes de comer. En este sentido, la psicología asegura que este comportamiento puede revelar distintos aspectos sobre quien lo hace.Lo define como un comportamiento típico de una persona con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) aunque no necesariamente hay que tener este diagnóstico para realizar esta rutina.
El lavado de manos puede resultar insignificante para algunas personas. Sin embargo, hay quienes lo hacen constantemente y en esos casos, la psicología explica algunas de las razones. Una de ellas tiene que ver la ansiedad, que puede manifestarse de diversas formas, ete comportamiento puede ser una manera de canalizar esa inquietud. Al realizar esta acción repetitiva, la persona busca un sentido de control en un entorno que percibe como incierto o amenazante.
El lavado de manos puede ser una forma de buscar aprobación social o de sentirse más limpio y puro, lo que a su vez puede estar relacionado con una baja autoestima, según la psicología. También puede tener que ver con experiencias traumáticas relacionadas con la higiene o la enfermedad. Ello puede desencadenar un miedo excesivo a la contaminación y llevar a comportamientos compulsivos como el lavado de manos.
La psicología advierte que la búsqueda constante de la perfección puede llevar a una preocupación excesiva por la limpieza y la higiene. Las personas perfeccionistas pueden sentir la necesidad de lavarse las manos repetidamente para alcanzar un estado de pureza ideal. En algunos casos, el lavado excesivo de manos puede ser un hábito adquirido durante la infancia o adolescencia, a través de la observación de otros o de mensajes culturales que enfatizan la importancia de la higiene.
Vale destacar que el lavado de manos puede tener consecuencias como sequedad, dermatitis, es unareacción inflamatoria de la piel, más común en personas con piel sensible, dermatitis atópica o eccema de manos. La excesiva asepsia de la piel puede empobrecer la flora intestinal, que necesita de bacterias, hongos y parásitos para regenerarse.
Información por El Heraldo de México
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