Sin embargo, aunque las luces de Navidad son muy bellas, expertos en la salud e higiene del sueño están advirtiendo sobre los daños que estas decoraciones pueden causar al descanso de las personas. Aunque parecen inofensivas, es muy importante regular su uso durante las noches y al momento de ir a dormir.
Existen diferentes tipos de luces navideñas. Sin embargo, algunas, en particular, arruinan por completo el ciclo del sueño de las personas, convirtiéndose en un verdadero desastre.
Luces navideñas brillantes, intermitentes o de tonos azules, las peores
Los expertos advierten que las luces navideñas brillantes, intermitentes o de tonos azules, antes de acostarse, son las que más daño hacen a la higiene del descanso, pues suprimen la melatonina, la hormona del sueño, y hacen que al cuerpo le resulte más difícil relajarse.
En el caso de la luz azul, al tener una energía y destello más altos, mejora el estado de alerta y el estado de ánimo, lo cual puede ser muy bueno durante el día; sin embargo, por la noche puede alterar el reloj biológico de 24 horas del cuerpo.
La mayor fuente de luz azul es el sol, y también se puede encontrar en televisores LED, monitores de computadora y teléfonos inteligentes, razón por la que se recomienda no usar este tipo de dispositivos antes de dormir.
La falta crónica de sueño puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer, además de afectar el cerebro y el metabolismo.
Aunque las luces navideñas pueden aportar una atmósfera cálida y festiva, es fundamental ser conscientes de su impacto en la calidad del sueño. Regular su uso durante la noche y optar por alternativas que no alteren nuestro reloj biológico puede ser clave para disfrutar de la temporada sin comprometer nuestra salud y bienestar.
Recuerda que un descanso adecuado es esencial para mantenernos saludables, tanto física como mentalmente, durante todo el año.