Barcelona.- El Barcelona cumple este viernes 125 años y lo hace en un momento especialmente difícil… Observando el avance de las obras del Spotify Camp Nou y necesitado de recuperar el músculo financiero de años pasados. Lo hace, también, confiado en su joven plantilla y esperanzado en acabar los problemas. Pero, aunque ahora haya quien lo proclame todo desde la alarma, no es este el peor momento de la historia del club.

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Un club, el Barça que estuvo cerca de desaparecer en 1908, que vio cerrado su estadio en 1925, que le salvó una gira americana en 1937, que estuvo a punto de descender en 1942… Que contempló, impotente, la caída del fichaje de Di Stéfano en 1953 y que se arruinó seis años después por la construcción del Camp Nou…

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¿Crisis? Crisis y epopeyas, dramas y felicidad. Tantas cosas que es imposible resumirlas a gusto de todo el mundo pero echando una mirada al pasado se descubre que nada es tan terrible como para decir, cuando se mira al futuro con ilusión, que este presente es el peor y más difícil de esos 125 años de historia.

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1899-1924 – Los primeros años, entre la dificultad y el crecimiento

El FCBarcelona se creó, oficialmente, el 29 de noviembre de 1899. Habían pasado 38 días desde que el 22 de octubre Hans Gamper publicase un anunció buscando aficionados para jugar al fútbol.

Hasta la conmemoración de sus primeros 25 años, cuyo cartel fue obra del pintor valenciano Josep Segrelles, el club azulgrana vivió toda clase de vicisitudes. No fue fácil su imposición en la vida cultural y deportiva de la ciudad, hasta el punto que, en diciembre de 1908 estuvo a punto de ser liquidado en una asamblea en la que el fundador proclamó la necesidad de “no dejar morir al club”.

Su ímpetu provocó un nuevo impulso. Se pasó de apenas dos centenares de socios a superar los dos mil en 1915 y alcanzar los 3,217 en 1920. Un año después se decidió comprar unos terrenos en Les Corts, aportando Gamper un millón de pesetas, y en mayo de 1922 se inauguró el nuevo campo, con un aforo para 25 mil espectadores y que se entendía un salto hacia el futuro, contando el Barça en ese momento con cerca de 10 mil socios, cifra que se superó al año siguiente.

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En 1911 se había ya cambiado el escudo, abandonando el inicial de la ciudad por uno que, con diversos cambios, se ha mantenido hasta hoy. Y en 1921, por primera vez, se leyó la palabra Barça en la prensa…

Paulino Alcántara, Samitier, Zamora… deportivamente el crecimiento del club era incuestionable y la celebración del 25 aniversario constituyó un nuevo paso al frente. Ya era el Barça la entidad deportiva por antonomasia de Barcelona.

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1925-1949 – Catalunya y supervivencia

Que Hans Gamper fue un visionario lo confirman varias de sus actuaciones y decisiones. En 1908 evitó la disolución del club, en 1921 donó un millón de pesetas para construir el campo de Les Corts y con el nuevo recinto llenando sus gradas acercó el Barça al catalanismo militante, algo que sorprendió a unas autoridades a las que no gustó ese giro…

Desde el gobierno se contemplaba al Barça con desconfianza y temor… Y el 14 de junio de 1925 estalló todo. En los prolegómenos de un partido amistoso se silbó el himno español en Les Corts y el gobierno de Primo de Rivera decretó el cierre gubernativo del club durante ¡seis meses! Sin actividad ninguna, se expulsó además a Gamper, quien se exilió.

Aquel hecho provocó algo inesperado: se quiso desvincular al Barça de la identidad catalana y ocurrió lo contrario… Aunque comenzaron años ciertamente difíciles.

En 1929 se ganó el primer campeonato de Liga español pero la década de 1930 fue especialmente complicada a nivel político y social en todo el país. Gamper, arruinado por la gran depresión de 1929, se había suicidado y el estallido de la Guerra Civil dejó al Barça al borde del colapso, descendiendo hasta poco más de tres mil socios y salvándose de la bancarrota gracias a una gira por México y Estados Unidos en 1937.

A punto de descender en 1942, el gran Samitier fue clave en la recuperación deportiva y social, a pesar de que el club pasó de ser Fútbol Club Barcelona a Club de Fútbol Barcelona por orden gubernamental y el catalanismo militante… desapareció. En 1949 se celebraron las Bodas de Oro, con un cartel conmemorativo realizado por Sebastián Rey Padilla mientras empezaban a escucharse voces que reclamaban la construcción de un nuevo campo.

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1950-1974 – Kubala, el Camp Nou, el desierto, més que un club, Cruyff…

El club que celebró las Bodas de Oro contaba con algo más de 26 mil socios y la eclosión del Barça de ‘Las cinco Copas’ aumentó en tres años hasta superar los 30 mil, provocar una nueva ampliación de Les Corts y empezar a discutir la necesidad de hacer un nuevo estadio…

Samitier fichó a Kubala y a Samitier le birlaron desde Madrid el fichaje, ya cerrado por el club, de Di Stéfano. Aquel suceso marcó un nuevo orden en el fútbol español. El Barça, que traspasó la década de los 40 a los 50 siendo dominador, vio cómo el Madrid de Di Stefano conquistaba cuatro títulos de Liga en cinco temporadas y estrenaba su mando en la Copa de Europa.

Antes, el impacto de Kubala provocó que el debate del campo se solucionara con la decisión de construir un nuevo estadio, el Camp Nou, que con un aforo inicial de 99 mil espectadores se convertía en el más moderno de España… y conducía al club, sin saberlo en 1957, a una crisis económica monumental.

En 1961 se perdió la final de la Copa de Europa contra el Benfica y el Barça sumó a la crisis económica una deportiva que se prolongaría durante casi tres lustros. Se vio obligado a vender a Luis Suárez Miramonte al Inter, se retiró Kubala, se cerraron las fronteras para jugadores extranjeros y entre 1960 y 1973 el equipo azulgrana no volvió a ganar la Liga.

Eso no evitó, sin embargo, que los más de 52 mil socios censados en 1961 superasen ya los 60 mil en 1969, un año después de la trágica muerte de Benítez y de que el presidente Narcís de Carreras expresase que el Barça “és més que un club”, una afirmación que le ha acompañado hasta nuestros días.

En 1973, por fin, se abrió la opción de fichar extranjeros y el Barça, a pesar de que el Madrid quiso torpedear la operación hasta el último momento, fichó a Johan Cruyff, bajo cuyo liderazgo conquistó su primer título de Liga desde 1960, provocando una euforia desconocida alrededor del Camp Nou.

Así se llegó a 1974 y a la celebración de las Bodas de Platino, recordadas por el cartel de Joan Miró y, también, por el Cant del Barça, el himno que se inauguró con motivo de aquella festividad.

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1975-1999 – Núñez, el gran cambio social

El Barça ya es el máximo exponente del catalanismo en toda España y un mes después de la muerte del dictador Franco acoge un Clásico en el que se descubre la presencia de miles de banderas catalanas, aún prohibidas en eventos públicos, en las gradas del Camp Nou.

La permanencia de Cruyff, hasta 1978, no cumple las expectativas deportivas, pero socialmente la entidad sigue creciendo… Desconocedor el barcelonismo de lo que provocarán las elecciones de aquel mismo año. Las gana, contra pronóstico, constructor llamado José Luis Núñez y a partir de ahí comienza una nueva era. Un cambio inimaginable.

Núñez se enfrenta al Madrid, a la federación y a la televisión. Considera maltratado al Barça y con sus decisiones, evitando además una catástrofe económica que volvía a amenazar al club, se gana el favor de la masa social, que pasa de unos 70 mil socios en 1975 acercarse a los 80 mil en 1979, cuando se gana la Recopa de Basilea.

El presidente remodela el Camp Nou aprovechando el Mundial de 1982, ampliándolo hasta las 120 mil localidades y la llegada de Maradona, sumándose a la presencia de un majestuoso Bernd Schuster, relanza el ánimo alrededor del club, que aumenta por encima de los 85 mil el número de socios. La historia de Diego, sin embargo, se truncará en apenas dos años.

Con un inglés desconocido (Terry Venables) que rechaza el fichaje ya acordado de Hugo Sánchez se ganará la Liga de 1985… para dar paso al dominio de la Quinta del Buitre, la terrible derrota en la final de Sevilla y a una creciente crisis en el club que desemboca con la petición de dimisión de Núñez por parte de la plantilla y su reacción fichando como entrenador a Johan Cruyff, una decisión arriesgada y que abrirá una nueva era deportiva.

El Barça es un club rico pero vive a la sombra del Madrid… Hasta que con Cruyff nace el Dream Team, se ganan cuatro títulos de Liga consecutivos y la primera Copa de Europa en 1992. El Dream Team muere de éxito, Cruyff sale en globo (como él mismo había predicho) y con Robson llega un joven brasileño llamado a romper records.

Pero Ronaldo solo disfrutará de un año, inolvidable, en el Barça antes de la llegada de Van Gaal, que no logrará hacer olvidar a Cruyff y encaminará hacia el final de la era Núñez… Que aún podrá celebrar un Centenario cuyo cartel realizado por Antoni Tapies pasará, también, a la posteridad.

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2000-2024 – De Figo a Messi. De la pesadilla al sueño más feliz

El Barça disfruta de la mejor época de su historia, deportivamente hablando. A pesar de que el Real Madrid ha vuelto a ser dominante en cuanto a la consecución de títulos de Champions, el Barça de Ronaldinho primero, de Guardiola después y de Messi casi siempre, es considerado el más brillante.

El censo actual de 110 mil socios rebaja el número máximo que alcanzó los casi 145 mil en 2022, una cifra que en el club se considera ahora la normal.

El siglo empieza, sin embargo, con el drama de Luis Figo y su marcha al Real Madrid como colofón a un verano de pesadilla en el Camp Nou.

Aquellos años son de penumbra en el club azulgrana, hasta la llegada de Joan Laporta a la presidencia y el fichaje de Ronaldinho, con quien se recupera la sonrisa y se conquista, en 2006, la segunda Champions de la historia. Para entonces, a la sombra del genial brasileño, ya asoma un tal Leo Messi…

La época Rijkaard acaba y cuando todo el mundo apuesta por la llegada al banquillo de José Mourinho, Laporta da un golpe de mano apostando por Pep Guardiola, cuya experiencia se reduce a una temporada dirigiendo al filial en la cuarta categoría del fútbol español.

Con Guardiola, con Messi, Eto’o, Xavi, Puyol, Piqué, Valdés, Márquez, Iniesta, Henry… El Barça conquista la eternidad. Primero el triplete y después el sextete. El mundo del fútbol se rinde al club azulgrana, que en 2011 gana su tercera Champions, antes de que el entrenador (“nos haremos daño”) decida marcharse en 2012.

Imposible olvidar el podio del Balón de Oro de 2010 (Messi, Iniesta, Xavi), el virtuosismo del equipo va más allá, con sus facetas particulares, de Guardiola y bajo el mando de Luis Enrique y liderazgo de la MSN se celebra el triplete de 2015.

Todo principio tiene un final y el Barça va muriendo de éxito con dolorosos golpes en formas de eliminaciones europeas. Roma, Anfield… Y Lisboa, donde el 2-8 empieza a derrumbarlo todo… Levándose por delante a un presidente, Josep Maria Bartomeu, que deja a la entidad, después del Covid, al borde de la bancarrota.

Nadie, sin embargo, sospecharía que Laporta, nuevamente presidente y que durante la campaña electoral se puso a los pies de Leo, sería quien le abriría la puerta de salida.

Hasta hoy, con Koeman, Xavi y Flick, con el club endeudado, las obras del Spotify Camp Nou esperando a su conclusión y el barcelonismo celebrando su 125 aniversario, coronado con el cartel de Miquel Barceló, puesto en duda por algunos pero que, seguro, pasará como sus predecesores a la posteridad y a la historia, brillante, de un Barça que, a pesar de todo, está de enhorabuena.