Arte
Por Grupo Zócalo
Publicado el sábado, 23 de noviembre del 2024 a las 03:51
Ciudad de México.- El Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles (NHMLAC, por sus siglas en inglés) abre al público su nueva ala, un edificio que será de acceso libre, donde se expondrán, entre otras novedades, el esqueleto de un inmenso saurópodo: Gnatalie (único por su color verde), y el mural de la artista chicana Bárbara Carrasco, Una perspectiva mexicana.
Más allá de sus salas y de un moderno teatro en el edificio de dos pisos, la nueva ala se extiende al exterior, hacia un jardín donde antes había estacionamientos y ahora se ha concebido un área comunitaria diseñada con apoyo del Consejo Asesor de Nativos Americanos y que persigue fortalecer el programa de ciencia comunitaria del museo.
Llamado NHM Commons, el nuevo espacio del Museo fue presentado esta semana en esta ciudad a los medios de comunicación y este domingo tendrá un amplio programa de presentación con la comunidad que incluye espectáculos, festivales, exposiciones fotográficas de sus acervos y música.
El proyecto de renovación tuvo un costo de 75 millones de dólares; fue diseñado por el despacho de arquitectos Frederick Fisher y el trabajo de arquitectura del paisaje estuvo a cargo del estudio MLA.
En todo caso, las distintas áreas del museo se involucraron directamente en el nuevo proyecto en busca de que sus propios programas de educación e investigación se reflejen y complementen las colecciones a exhibirse.
Este espacio ya es uno de los mayores y novedosos atractivos de Los Ángeles, que se prepara para los Juegos Olímpicos en 2028.
Es el saurópodo de nombre Gnatalie, un esqueleto de color verde que mide más de 23 metros de largo, la mayor atracción de la nueva ala del Museo. De por sí, este Museo de Historia Natural tiene ejemplares únicos en sus salas, como tres dinosaurios T-Rex de distintos tamaños, pero ahora el esqueleto de Gnatalie deja ver cualidades singulares entre todos los dinosaurios que se exhiben en este tipo de museos.
Para empezar, Gnatalie proviene de una excavación que se realizó durante 15 años en Utah, al noreste de California; fue una exploración encabezada, entre otros, por Luis Chiappe, paleontólogo argentino, que dirige el Laboratorio de Paleontología de este Museo.
Erika Durazo, quien también es parte del equipo de Paleontología del NHM, cuenta que Gnatalie es singular por su nombre, que proviene de los gnats, pequeños animales que al inicio de la exploración “picaban” al equipo de paleontólogos, quienes entonces comenzaron a nombrar de esa forma al esqueleto, y luego, tras un concurso abierto en junio pasado, el público del Museo eligió mantener tal nombre.
Aunque no se sabe con exactitud el tipo de dinosaurio, sí es claro que pertenece a la familia de los saurópodos y, en realidad, no es uno sino tres ejemplares, puesto que el esqueleto está conformado por huesos de tres dado que casi nunca en una excavación se halla uno completo. El color verde -único entre los dinosaurios expuestos hasta ahora en el mundo- proviene de la celadonita, un mineral que envolvió los huesos por millones de años. Gnatalie es único también por su antigüedad, son 150 millones de años, mucho más que la antigüedad de los T-Rex, que es de alrededor de 66 o 68 millones de años.
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