Saltillo
Por Carlos Rodríguez
Publicado el domingo, 10 de noviembre del 2024 a las 09:40
Saltillo, Coah.- Era un teatro lujoso, adelantado a su tiempo, con un material en el telón que supuestamente era incombustible para evitar que se quemara como le pasó al Teatro Acuña años antes; sin embargo, corrió con el mismo destino: el Teatro García Carrillo se incendió en 1918 y siempre quedará la pregunta de ¿qué hubiera sido si no se hubiera quemado?
“ Llegan, interrumpen la conversación y dicen ‘señor Gobernador, se está incendiando el teatro’, entonces, Gustavo Espinosa Mireles sale corriendo, se fue en coche media cuadra para poner orden en el asunto”, narró el restaurador Arturo Villarreal.
Las llamas que consumieron la escenografía, el vestuario de la obra que se presentaba al día siguiente, y buena parte del edificio, el cual nunca volvió a ser el mismo.
“ Subieron agua, no tengo idea cómo, si en cubetas, pero lo hicieron por las ventanas, por el espacio que era hasta hace poco la zapatería Valenciana, porque sus ventanas daban directamente hacia la sala”, comenta el arquitecto.
Era un lugar bellísimo.
El recinto, ubicado en el cruce de la calle Aldama y Allende, abrió sus puertas en el centenario del inicio de la lucha de Independencia de México, el 27 de julio de 1910. Fue diseñado por el franco-canadiense Henri E. M. Guidón, quien usó un estilo neoclásico con una cúpula “afrancesada” que fue elaborada en Bélgica.
“ Era un teatro para su época, muy, muy, muy moderno de una cúpula enorme. Un periodista, cuando fue la inauguración, dijo que él no había visto nada así, más que en la India. Era muy moderno, las puertas que daban hacia afuera en la calle Padre Flores, con un solo toque se abrían automáticamente, todas las instalaciones estaban empotradas, y tenía miles y miles de focos en la sala”, señala.
Una empresa alemana había hecho la instalación eléctrica que era de última tecnología, con puertas principales que se abrían con sólo poner la mano, focos que podían emitir gran cantidad de colores y efectos de lluvia, truenos, noche, día, hasta de fuego. Duró 8 años en funcionamiento, tiempo en el que se presentaron importantes espectáculos, como obras de la actriz Virginia Fábregas. Pero pudieron presentarse cientos más de artistas, de no haber sido por la desgracia de aquel 3 de septiembre de 1918.
La leyenda del castigo
Durante décadas persistió la leyenda de que el teatro se había quemado por una especie de castigo divino, pero como los más enterados en la fe saben que Dios no castiga, muchos lo vieron como una clase de maldición. Pues la obra que se iba a presentar era la polémica El Loco Dios, del escritor José Echegaray, que suponía una ofensa a las creencias católicas.
Por si fuera poco lo estridente de la obra, esta era protagonizada por una vedette que venía de armar un gran alboroto internacional por haber bailado sobre tumbas. Vestía con poca ropa, era sensual y muy joven, se llamaba Norka Rouskaya, quien esa noche del incendio estaba reunida con el gobernador más joven que ha tenido el estado, Gustavo Espinosa Mireles.
“ En ese momento estaba el gobernador Gustavo Espinosa Mireles, que era muy joven, de 25 años, estaba hablando con una vedette, dicen los chismes que él la mandó traer, Norka Rouskaya, ella se presentaba al día siguiente en una función a beneficio”.
Coincidentemente, el Teatro Acuña, que se había quemado antes, se consumió cuando esa obra se iba a presentar, por lo que la versión de la maldición fue aceptada por la mayoría de los saltillenses de aquella época.
A destacar…
Abrió sus puertas en el centenario del inicio de la lucha de Independencia de México, el 27 de julio de 1910.
Fue diseñado por el franco-canadiense Henri E. M. Guidón, de estilo neoclásico, con una cúpula “afrancesada”, elaborada en Bélgica.
La instalación eléctrica era de última tecnología, con puertas principales que se abrían con sólo poner la mano.
Duró 8 años en funcionamiento, antes de aquel incendio.
Historias de teatro
También se cuenta que esa noche los teloneros andaban cazando una misteriosa lechuza que entró al teatro, la cual, al ser derribada, se convirtió en una mujer que era bruja.
“ Logran que caiga la lechuza y ven que era una mujer muy envejecida, casi sin dientes, que gritaba que no la mataran”, comentó el especialista en edificios antiguos. La otra versión, la no supersticiosa, trataba de que todo se originó por un cortocircuito, sin embargo, Arturo Villarreal, quien se documentó al respecto, asegura que el incendio fue provocado.
Ya no estemos repitiendo el cuento pueblerino: castigo de Dios; ‘rasquémosle poquito’. Parece ser que el fuego empezó en el escenario o en el foso de la orquesta, pero era incombustible, además tenía una cortina de asbesto, y dicen que comenzó con un cortocircuito, pero cómo si todo estaba adentro de las paredes. Fue a propósito definitivamente, ¿por qué?, quién sabe”, concluye.
Fue cine de propaganda carrancista
Durante su vida útil, el Teatro García Carrillo presentó obras de teatro y películas, en los últimos meses videos relacionados con las ideas revolucionarias con propaganda carrancista. “El Gobierno carrancista presenta videos del traidor, que era Francisco Villa, y lo utilizan para propaganda revolucionaria y política”
Un emblema de la ciudad
“ Duró 8 años de pie, y ha dado de qué hablar más de 100 años, todavía estamos en eso”, subrayó el maestro en restauración.
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