Coahuila
Por Ramón Rocamontes
Hace 1 mes
El ajedrez; deporte ciencia que colabora a la atención y concentración, para la actividad física, educación y vida
El ajedrez también conocido como el deporte ciencia, es un perfecto entrenamiento para la mente, pero además para cualquier deporte, la educación y la vida.
En la actualidad este deporte, tiene una dimensión social, educativa, terapéutica, pero principalmente se practica de manera estructurada en competencias nacionales e internacionales y desde luego involucra variables importantes de rendimiento, que están presentes en esta disciplina, y son la atención y concentración, la toma de decisiones, el establecimiento de objetivos y la autorregulación, motivación y autoconfianza, entre otras.
El ajedrez es uno de los juegos más antiguos y durante años se le conocía como el “Juego de Reyes” Y jugar ajedrez, tiene grandes beneficios psicológicos.
Primero, mejora la comprensión de relaciones espaciales, posteriormente crecen las dendritas que son prolongaciones ramificadas de las neuronas, que se encargan de enviar señales neuronales de otras neuronas y es que, al estimular su crecimiento, es mayor la captación y envío de señales. Jugar ajedrez estimula el crecimiento de las dendritas y aumenta la velocidad de comunicación neuronal.
Por otro lado, ejercita los dos hemisferios y, por lo tanto, con la práctica constante, se desarrollan ambos, previene el alzhéimer, y cualquier demencia, al ser una actividad netamente mental, evita que se deteriore el cerebro, y combate la ansiedad.
Jugar el ajedrez para la familia, crea un escenario de comprensión y comunicación interfamiliar, que potencia el aprendizaje del niño. Aporta seguridad en el niño o niña y permite vivir situaciones positivas de apego y seguridad.
Para el jugador-alumno o alumna, potencia habilidades sociales y emocionales, además ayuda a explorar, aprender y entrenar habilidades necesarias para ellos.
Trabaja en el control emocional, a través del ajedrez, el niño o niña, aprende a influir en otros y a regular y controlar sus emociones, así como reconocer las señales afectivas y emociones ajenas.
Mientras que el profesorado o entrenadores, al jugar ajedrez, les permite crear una línea educativa que refuerce las estrategias para trabajar en el alumnado, una buena cohesión, respeto y relación social, mediante la actitud que genera practicar diferentes actividades relacionadas con este deporte ciencia, en el aula.
Y finalmente potencia una reflexión, “In situ”, sobre como las decisiones y acciones personales tienen un impacto en ellos y en los demás.
Y aunque no es practicado de la misma forma en todo el mundo; cada día toma más relevancia, incluso escuelas e instituciones, ya lo tienen no solamente como club o una actividad complementaria, sino como una asignación para el desarrollo educativo.
El ajedrez, además de ser un juego de estrategia, es una herramienta de apoyo educativo porque ayuda a conseguir que los niños y niñas mejoren en sus habilidades y objetivos. Basándose como objetivo final de una partida de ajedrez; conseguir derrocar al rey del oponente. Este pareciera “Engañar” o ser un juego fácil, pero debido a sus reglas, al valor de cada pieza y, sobre todo, por la infinidad de posibilidades que ofrece cada movimiento no lo es.
Por lo tanto, en el ajedrez cada patrón de estrategia es fundamental, de hecho, se puede decir que la planificación “Lo es todo” para poder conseguir la victoria.
Practicar el ajedrez, implica “Activar” una serie de competencias: la atención, la comprensión de las posiciones de cada pieza y los múltiples patrones de juego que cada movimiento debe llevar para desarrollar una jugada.
Por consiguiente, si lo que se busca es llegar a realizar estos pasos para ganar, es necesario que todo el cerebro funcione de forma coordinada y hábil. Para recordar cómo se desarrolla el ajedrez, se debe partir de las tres premisas fundamentales de éste, en relación con las competencias de cada jugador, primero, “Engañar”, en las 64 casillas cuadradas de 8 x 8 y con 32 piezas, que son 16 de cada participante, divididas en seis categorías; posteriormente, “Distraer” con movimientos y es que en cada turno hay 30 movimientos posible y posteriormente se “Busca la estrategia”, para “Atacar”.
En este rubro se evalúa las posiciones resultantes de cada uno de los movimientos y para ejecutar el movimiento que le dé la mejor ventaja para ganar. Todo lo anterior lleva a la necesidad de pensar de memoria sin equivocarse. Pero lo mejor de todo es saber jugar esta disciplina y no todos los saben hacer, y es sin duda una razón por la que no es del gusto de todos.
Es importante mencionar que, en este rubro, como premisas del ajedrez en competencias de los jugadores, desarrolla la Memoria Visual, es decir imaginar las diferentes posiciones de las piezas en el tablero, lo cual lleva a las funciones ejecutivas, que son idear y evaluar cada movimiento y finalmente, contar con un pensamiento crítico.
Y es que cada uno de los movimientos realizados tiene consecuencias, que influyen en la estimulación de este tipo de movimiento, que acabamos de mencionar.
Fundamental mencionar que, si en un deporte donde el físico es importante, sin duda alguna que el trabajo psicológico es igual de importante, ya que, en el ajedrez, se impone la agilidad mental.
El jugador de ajedrez se puede considerar como un atleta también, ya que también están involucradas las variables que intervienen en el rendimiento y se deben adaptar al tipo de actividad, si es un deporte de pelota, de atención-concentración o de capacidades volitivas por mencionar algunas.
En el ajedrez hay bastante presión, y se debe de contar con una desarrollada Inteligencia Emocional y desde luego en las variables, destacan la atención- concentración y autoconfianza.
Como dato de cultura, aunque en México hace poco más de un año, se encontraban inscritos en la Federación Internacional de Ajedrez, poco más de 10 mil mexicanos; dato nada despreciable, sin embargo, cada vez se incrementa el registro y se puede decir que se practica en muchos estados de nuestro País y se habla que pronto podría incluirse como una nueva materia obligatoria a la educación primaria, secundaria y preparatoria, a través de una iniciativa presentada por el Senado de la República hace un año, para el actual o el siguiente, sin embargo sigue en revisión.
El objetivo principal de la propuesta es fortalecer los procesos cognitivos de los estudiantes, desarrollar su memoria y fomentar una alta capacidad de concentración. Aspectos considerados esenciales en la actualidad y que se busca destacar en el ámbito educativo y que se sumaría a países como Rusia, Cuba, Argentina, Uruguay, Ecuador, Islandia, Venezuela y Colombia que ya lo tienen, al ser además una herramienta pedagógica para potenciar habilidades cognitivas.
Relevante mencionar que el ajedrez académico, te ofrece herramientas de apoyo para los docentes y apoyo en materias convencionales como las matemáticas o el lenguaje y desde luego para mejorar la lecto-escritura.
Por otro lado, el ajedrez deportivo, se presenta con el desarrollo en un club y no se busca la actividad lúdica, sino competitiva, ya que incluso representas a una institución, un estado o país.
Uno de los objetivos del ajedrez en la educación social, es que desarrolla la corteza prefrontal; área responsable de la planificación del juicio, el autocontrol y en la practica del ajedrez, entrena a las personas para tomar mejores decisiones en todos los ámbitos de la vida. Mejora el sentido ético, la disciplina o el sentido de justicia.
La lista de beneficios no se termina, pero con esta información te dejo como siempre la reflexión e invitación a conocer las peculiaridades y más beneficios de la práctica del ajedrez y de igual forma esta disciplina debería ser parte de otros deportes como base.
¡Nos vemos en la próxima!
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