Por: Joel Martínez
La depreciación del tipo de cambio se ha tomado como estandarte para querer señalar que la economía mexicana funciona mal, lo cierto es que los efectos son fuertemente favorables para nuestro país.
De entrada, la causa de la gran subida del tipo de cambio es totalmente externa, básicamente debida a dos factores:
1. El giro de las políticas monetarias de los bancos centrales, particularmente de la Reserva Federal y del Banco de Japón (BOJ).
2. La virtud del peso mexicano de ser la moneda emergente más líquida, que opera en el mercado Forex los siete días de la semana las 24 horas.
Los altibajos en las expectativas del Comité de Tasas de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) y del BOJ, reprimen o alientan arbitrajes de muy corto plazo con instrumentos de los mercados de dinero, de cambios (el famoso swapito) y de los futuros de Chicago, que generan flujos de divisas que mueven de muy corto plazo al tipo de cambio.
La enorme liquidez del peso mexicano es básica para los arbitrajes con el yen por los cambios de horarios (explicaciones bastante coloquiales de este fenómeno se hicieron en las columnas En el Dinero del 3 de octubre pasado: “El tipo de cambio y el Banco de Japón” y del 23 de octubre: “El conundrum del tipo de cambio”).
La ola de depreciaciones con alta volatilidad, prácticamente de todas las monedas, empezó en junio y en el caso de México coincidió con la crisis pos electoral que engendró una burbuja local que se pinchó relativamente pronto.
De junio a la fecha, el peso mexicano se ha depreciado 18.74%, el peso colombiano 14.56, el real brasileño 9.82 y el peso chileno 4.73 por ciento.
Casi toda la depreciación del peso mexicano está concentrada en el periodo de junio a la fecha, ya que la acumulada en todo 2024 es casi similar en 19.05 por ciento.
¿Es dañino el nivel del tipo de cambio? Por el contrario, es muy benéfico para la economía.
De acuerdo con el modelo de Banxico, el valor justo o fair value del tipo de cambio es de 22 pesos por dólar. Viendo el comportamiento histórico podríamos decir que se ubica en un rango de 21 a 22 pesos.
Como lo hemos comentado en materia inflacionaria, el pass through de la depreciación es marginal, según el modelo del banco central presentado en el Recuadro 5 del último Informe Trimestral de Inflación de Banxico.
De hecho, el tipo de cambio con un valor cercano o en su fair value es una herramienta muy eficiente de apoyo a las exportaciones y al turismo, favorece el crecimiento de la economía, que ha empezado a tomar un nuevo impulso.
Finalmente, sería muy valioso que la paridad cierre 2024 cerca de su valor justo, digamos en 21.50 pesos.
Porque entonces las reservas internacionales, que tienen un saldo de 226 mil millones de dólares, se revaluarían 27%, ya que el tipo de cambio de cierre de 2023 fue de 16.95 pesos por dólar.
Con esto habría una plusvalía enorme, de la cual una parte sería para resarcir las “pérdidas” pasadas en el capital contable del Banco de México.
El sobrante llamado “remanentes” iría a manos del Gobierno, el cual puede tener múltiples usos.
Esto es una explicación coloquial para los que no manejan esta información de manera cotidiana, digamos, para las “personas de a pie”, pero permite una mejor comprensión de lo que pasa.
Vamos, es otro beneficio importante de que el tipo de cambio regrese a su fair value.
El tipo de cambio actual no es reflejo de ningún deterioro de la cuenta externa ni de la economía, sino de un giro global de las políticas monetarias de los bancos centrales que terminan con flujos de arbitrajes.
Por el contrario, la cuenta externa es muy sólida y la consolidación fiscal será eficiente y relativamente rápida, según el FMI en su documento “Actualización del World Economic para Latinoamérica” presentado apenas el viernes 25 de octubre.
Tampoco es el fin del mundo, podríamos decir que es una bendición.
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