Aquí no sabemos si Genaro García Luna es o no culpable de mantener vínculos con el crimen organizado. No tenemos pruebas de que haya recibido millones de pesos de los grupos criminales a los que, en teoría, debió combatir.

Y no sabemos si en su cargo de presidente, Felipe Calderón conocía o no una presunta doble vida de su secretario de Seguridad Pública. Sin embargo, lo que si sabemos es que las acusaciones contra García Luna salieron de “narcos” que cumplen condenas en Estados Unidos y que, curiosamente, se convirtieron en testigos protegidos de aquel Gobierno.

Sabemos que García Luna fue detenido por autoridades del vecino del norte, en territorio norteamericano y juzgado en una corte de aquel país y que ninguna autoridad mexicana, en el Gobierno de AMLO, aportó prueba alguna contra el exsecretario de Seguridad Pública.

Y sabemos que la detención de García Luna –durante el Gobierno de Donald Trump– fue parte de una “campaña negra” lanzada por el presidente López Obrador contra el expresidente Calderón.

Campaña de desprestigio y descrédito que hoy festina alegremente la presidenta Sheinbaum quien, en un extremo de servilismo a AMLO, exigió que Calderón pidiera perdón “por haber colocado en su Gobierno” a un “narco” al servicio del crimen organizado, a pesar de que son abundantes las pruebas de que tanto el Gobierno de Andrés Manuel como el de Claudia, son gobiernos atrapados por el crimen.

Pero si quieren más pruebas de que García Luna fue víctima de una persecución orquestada desde Palacio y ordenada por López Obrador, busquen la primera plana del diario El Sol de México, del 4 de enero de 2024, que revela una exclusiva de escándalo, que ningún otro medio mexicano difundió.

Y es que el citado diario revela una conversación –con uno de los testigos de la presunta corrupción de García Luna– quien detalla la forma en que lo obligaron a declarar contra del exsecretario de Seguridad Pública en México, a partir de datos falsos.

Pero también queda claro que los tentáculos de Palacio censuraron la información en todos los medios mexicanos –menos en El Sol de México– que ese 4 de enero del 2024 llevó como nota principal la denuncia del montaje orquestado por el Gobierno de México contra García Luna.

Montaje que aquí se denunció en el Itinerario Político del 12 de diciembre de 2019 –tres días después de la detención de García Luna, en Texas– titulado, García Luna, la Venganza de AMLO contra Calderón. En esa ocasión dije que la detención del expolicía mexicano era parte de los acuerdos secretos pactados entre los presidentes, Obrador y Trump.

Así lo expliqué: “López Obrador no sólo es un político rencoroso sino vengativo que, desde Palacio, está dispuesto a todo por su lograr su venganza contra Calderón y, al mismo tiempo, por derribar el intento de la pareja Zavala-Calderón de crear un partido rumbo a la elección del 2024”.

Lo simpático del asunto es que, mientras que la “señora Presidenta” festina la sentencia en Estados Unidos contra García Luna y se suma a la campaña de descrédito contra Calderón –sin ofrecer ninguna prueba– abundan las pruebas incuestionables que vinculan a López Obrador con el crimen organizado y, en especial, con las bandas criminales más poderosas en México; evidencias que documenté hasta el cansancio y repetire las veces que sea necesario.

Sí, en el Itinerario Político del 15 de febrero de 2017, titulado, ¿Financió el “Narco” a Morena?, inició la revelación de evidencias de la alianza de AMLO con el crimen. Así lo dije:

“Luego del crimen de los 43 de Iguala –Guerrero– pregunté si el narcotráfico y el crimen organizado se vincularon con el financiamiento del naciente partido Morena, de AMLO.

“La interrogante era obligada porque en Iguala y en Guerrero sólo AMLO no sabía que los Abarca –el alcalde en funciones y su esposa, candidata de Morena a sucederlo– eran jefes de la más poderosa banda criminal del estado.

“Secreto que todos sabían en el PRD, pero que pocos se atrevieron a revelar; que los Abarca fueron protegidos por López Obrador porque financiaron la construcción del naciente partido Morena”.

Volví al tema con el Itinerario Político del 27 de julio de 2017, titulado, ¿Será Morena el Movimiento de Regeneración “Narca”? y enumeré lo que hasta ese momento eran señales inequívocas de la alianza “narca” de AMLO.

“1.- En 2005 AMLO dio su bendición a Juan Ignacio García Zalvidea como alcalde de Benito Juárez, Quintana Roo. En su gestión ‘El Chacho’ fue preso por peculado y presuntos vínculos con narcotraficantes. Desde entonces Cancún es reino del crimen organizado.

“2.- En abril de 2008, en Quintana Roo, Marco Antonio ‘El Puma’ Mejía, director del penal de Benito Juárez, fue detenido por presuntos vínculos con los Zetas. ‘El Puma’ formó parte del Gobierno de AMLO como subdirector de Operativa y de Servicios. En 2006 fue nombrado coordinador de seguridad en la campaña presidencial del tabasqueño.

“3.- En septiembre de 2008, mientras ‘El Puma’ era director del penal, entregó la concesión de alimentos a Rafael Marín Mollinedo, colaborador de AMLO en el GDF. El ‘negocito’ se hizo a petición de Nicolás Mollinedo, mítico chofer de AMLO, vinculado con los Zetas. López no dijo ni pío.

“4.- También en Quintana Roo, AMLO impulsó a Greg Sánchez como Alcalde de Benito Juárez, detenido en 2010 por vínculos con los Beltrán Leyva y los Zetas. En 2013, luego de negociaciones políticas de AMLO, Greg fue liberado, dejó el PRD, se fue al PT y dijo: ‘El PT es la verdadera izquierda, partido que siempre arropó a López Obrador, que siempre ha estado con Greg Sánchez luchando hombro con hombro’.

“5.- El 23 de septiembre de 2010, la bancada adicta a AMLO en San Lázaro presentó a Julio César Godoy como un triunfo de la impunidad. Resulta que con la ayuda de Alejandro Encinas –quien hoy compara a ‘El Ojos’ con los estudiantes del 68– Godoy Toscano tomó posesión como primer narcodiputado mexicano. Godoy era lugarteniente de ‘La Tuta’. La decisión de AMLO fue una venganza contra el presidente Calderón.

“6.- En mayo de 2013, cuatro maestros de la CNTE fueron presos por el secuestro de niños oaxaqueños. Los ‘maestros’ secuestraban para financiar al EPR. Según la prensa oaxaqueña, Morena y la CNTE se manifestaron para exigir la liberación de los delincuentes. Una negociación política liberó a los secuestradores.

“7.- En diciembre de 2014, Miguel Ángel Almaráz salió de prisión; era líder del PRD en Tamaulipas, luego de coordinar la campaña de AMLO en 2006. Fue preso en 2009 por encabezar una banda vinculada a los Zetas, dedicada al robo y tráfico de gasolina. Era pública la amistad de AMLO y Almaráz.

“8.- En noviembre de 2014, Ricardo Gallardo, Alcalde de Soledad de Graciano, San Luis Potosí, estaba a punto de ser candidato de Morena al gobierno estatal. Los Chuchos sabían de las pillerías y lo denunciaron ante la entonces PGR. AMLO se quedó callado. La PGR lo detuvo por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Era preferido de AMLO en la entidad. Hoy Gallardo es Gobernador de SLP por Morena.

“9.- Hoy, julio de 2017, opositores a Morena en la Asamblea Legislativa del DF exigieron la renuncia del jefe delegacional de Tláhuac, Rigoberto Salgado, por presuntos vínculos con ‘El Ojos’, jefe del narco en Tláhuac. Morena se opuso a pesar de que Rigoberto es jefe de los ‘R’; los hermanos Rigoberto, Ricardo, Raúl y Rosendo Salgado.

“10.- También en julio de 2017, el senador Alejandro Encinas –lacayo de AMLO– exigió que Miguel Mancera explicara por qué la Marina intervino en Tláhuac para abatir a ‘El Ojos’. Encinas comparó el operativo con la acción militar contra estudiantes del 68”.

En el Itinerario Político del 29 de junio de 2018, titulado, ¿Los “Narcos” al Poder?, documenté la participación criminal en procesos electorales de Tamaulipas, Guerrero, Sonora, Sinaloa, San Luis Potosí, Michoacán y otros, al tiempo que advertí del riesgo de que, a partir de 2018, se impusiera en México un “narcoestado”.

Pruebas contundentes que, con el rasero usado contra García Luna, llevarían a las autoridades de EU a la detención de López Obrador.

Al tiempo.