Coahuila
Hace 1 mes
La historia del sujetador es tan antigua como la misma humanidad. Desde las bandas en el pecho representadas por Afrodita, pasando por los corsés en la era victoriana y hasta la invención del brasier moderno en el siglo 20, esta prenda ha estado íntimamente ligada a la percepción del cuerpo femenino. Pero el sostén también ha sido un símbolo de la dualidad que enfrentan las mujeres: la necesidad de la conformidad social y el deseo de la libertad personal.
Cada 13 de octubre el mundo se viste de un espíritu de reflexión, y en su ajetreo cotidiano se detiene a contemplar la prenda que representa al mismo tiempo, opresión y liberación: el sujetador. La celebración de este día, en el marco del Mes de la Lucha Contra el Cáncer de Seno, se convierte también en un recordatorio de la batalla incesante que muchas mujeres enfrentan con valentía y determinación.
La lucha feminista de los años 60 trajo consigo un cambio de paradigma. En un contexto donde las mujeres comenzaban a reclamar sus derechos y su lugar en la sociedad, el brasier se convirtió en un símbolo de opresión. Durante las protestas por la igualdad, un grupo de mujeres decidió despojarse de sus sujetadores, desafiando las normas impuestas, buscando la reivindicación del derecho a decidir sobre sus cuerpos.
Ese acto de rebeldía resonó en un momento histórico en el que la voz femenina se alzaba con fuerza, cuestionando no sólo la estética y los cánones de belleza de la época, sino también por la valorización y el control que la sociedad ejercía sobre sus vidas por la moralización de sus cuerpos.
El gesto que a menudo se malinterpretó como una mera frivolidad, era, en esencia, una declaración de autonomía y un rechazo a las invisibles ataduras que aprisionaban con su rigidez la voluntad femenina.
El Día Internacional Sin Sostén no sólo marca un momento para reflexionar sobre la diversidad de cuerpos y elecciones. Con el tiempo, el acto de despojarse del sujetador adquirió una dimensión más profunda. La prenda que también ha sido reflejo de la percepción del cuerpo femenino ha influido en aspectos esenciales de la vida de las mujeres, y no sólo de estética, ha sido punto de partida para debates sobre la salud, el deporte y la lactancia.
En este marco de la lucha contra el cáncer de seno reflexionemos sobre la idea de la prenda que ha abrazado, moldeado y a veces restringido el cuerpo femenino. ¿Quién dice que las mujeres deben llevar sujetador? ¿La moral, la religión, la moda, las costumbres?
En tanto que algunos condenan la liberación de la prenda gracias a la estigmatización del pecho femenino, para otros evoca valores y concepciones victorianas y sexuadas, ligadas al cuerpo de la mujer.
Por ello, hoy 13 de octubre, que el corazón de cada mujer encuentre en la decisión de llevar o no llevar sujetador, un acto de amor hacia sí misma; que su palpitar sea fuerte y en sintonía con la lucha por la igualdad y la salud, en el marco del Día de la Lucha Contra el Cáncer de Seno. Que cada gesto de liberación sea un paso hacia la igualdad y la aceptación, ya que al final lo que verdaderamente importa, no son las prendas que llevamos, sino la fortaleza que reside en cada una de nosotras.
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