Ciudad de México.- La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció el viernes su compromiso de desarrollar un vehículo eléctrico pequeño y asequible, fabricado en el país, con el objetivo de competir con los automóviles importados de China. Esta iniciativa surge tras la pausa que Tesla puso a sus planes de instalar una planta en territorio mexicano.

Sheinbaum señaló que los vehículos de Tesla eran demasiado “onerosos”, o costosos, para el mercado mexicano. El modelo más económico de Tesla, el Model 3, tiene un precio aproximado de 30 mil dólares, lo cual lo coloca fuera del alcance de muchos consumidores en México.

El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, informó en julio que la compañía había “pausado” sus planes de abrir una planta en México, citando los comentarios del expresidente Donald Trump sobre posibles aranceles a los automóviles fabricados en el extranjero.

La presidenta explicó que su gobierno buscará unir esfuerzos con empresas e investigadores mexicanos para crear un “auto eléctrico compacto y accesible”. “La idea es aprovechar la inventiva mexicana y reunir a empresas y centros de investigación para ensamblar este vehículo eléctrico”, declaró Sheinbaum, añadiendo que el objetivo es “crear cadenas productivas de manera que todos los componentes del automóvil sean fabricados en México”.

Sheinbaum puso como ejemplo a los vehículos eléctricos fabricados en China e India, algunos de los cuales ya se comercializan en México. Actualmente, pequeñas motocicletas eléctricas chinas circulan por las calles del país, aunque Sheinbaum señaló que estas motocicletas, que a menudo son utilizadas por varias personas a la vez, representan un peligro considerable.

El plan de producir un vehículo eléctrico en México enfrenta varios desafíos. Entre ellos, el hecho de que México no produce litio en cantidades suficientes, un material clave para las baterías, ni cuenta con una industria robusta de fabricación de baterías. Además, las elevadas tarifas eléctricas del país podrían ser otro obstáculo importante.

Si bien existen yacimientos de litio en el norte de México, que fueron nacionalizados en la administración anterior, Sheinbaum reconoció que las técnicas actuales para extraer el litio de esas fuentes no son viables comercialmente a corto plazo. En sus palabras, la producción de litio en México es “un proyecto más a largo plazo”.

Otro reto sería el costo de cargar las baterías en el hogar. México subsidia el consumo doméstico de electricidad a un precio de aproximadamente 10 centavos por kilovatio-hora, ligeramente inferior a la media en Estados Unidos. Sin embargo, este subsidio solo aplica para un consumo mínimo, mientras que cualquier uso adicional, como la carga de vehículos eléctricos, incurre en tarifas más altas.

Además, la infraestructura eléctrica de México, incluidas las líneas de transmisión, ya enfrenta dificultades para cubrir la demanda actual, lo que complica aún más la posibilidad de generalizar la carga de baterías en los hogares.

Por otro lado, Sheinbaum no especificó el precio objetivo para el vehículo eléctrico que se planea desarrollar en México, aunque se espera que este sea un factor determinante para su éxito en el mercado. Actualmente, algunas tiendas de descuento en México ofrecen vehículos eléctricos chinos de pequeño tamaño por alrededor de 1,000 dólares, un precio que sería difícil de igualar por los fabricantes mexicanos.

México también experimentó cierto malestar después de que Tesla decidiera posponer sus planes de construir una planta en el estado fronterizo de Nuevo León a principios de este año. La promesa de la instalación había desatado una competencia feroz entre los gobernadores mexicanos por atraer la inversión.

En julio, Musk comentó: “Debemos ver qué ocurre después de las elecciones. Trump ha hablado de imponer aranceles altos a los vehículos fabricados en México, así que no tendría sentido invertir mucho en el país si esa situación se materializa”.