Arte
Por Christian García
Publicado el lunes, 7 de octubre del 2024 a las 04:05
Saltillo, Coah.- Para Benito Taibo (Ciudad de México, 1960), hay algunas cosas que lo conectan con su infancia: las películas que se proyectaban en los viejos cines de la ciudad que ahora sólo evita su memoria; los númerosos libros amarillentos que llenaban el estante del estudio de su padre, el periodista Paco Ignacio Taibo I, y los cielos de La Paz, en Baja California, o los de Gijón, en Asturias.
Sin embargo, apunta, que lo que más lo lleva a esa edad de descubrimiento de sí mismo y de mundo es “la poesía. La poesía es el recuerdo que mejor guardo de mi infancia”, dice en entrevista con Zócalo sobre Cuatro Veranos (Planeta, 2023), su novela más reciente y de la que señala que es “un acto de striptease, de desnudarme de alguna manera. El personaje soy yo, este libro es una autoficción, mi primera, y tal vez última, incursión en ella”.
En este nuevo título, Benito Taibo explora una máxima que siempre ha presentado en sus charlas con los jóvenes lectores que lo acompañan: todos necesitamos hacer de nuestra vida una novela o, como él dice “todas nuestras vidas son una novela”.
Por ello, en este libro Benifestófeles, como se hace llamar, recurre a los recuerdos propios y personales, para liberarlos al mundo y contar su propia historia.
“
En esta novela todo es cierto, pero gracias a la literatura se convierte en algo mucho más concreto. No es una novela de nostalgia, porque no creo en ella, sino en el recuerdo como un catalizador y constructor de personalidades, creador de fórmulas de pensamiento”, dijo el autor de Persona Normal, uno de los libros de literatura juvenil más vendidos del país.
Poesía e infancia
Para escribir este libro, apunta el autor, sólo tuvo que sentarse y dejar que las palabras fluyeran, que los recuerdos lo bañaran como una cascada y lo refrescaran en cada uno de esos calurosos veranos en los que, sin embargo, sí recurrió a ayuda externa. “Le llamé a muchos amigos, les preguntaba por el nombre de los cines, por los refrescos que bebíamos, esas cosas que se olvidan pero que son importantes”, explicó.
Memorias que, al escucharlas de alguien más, le parecieron ajenas y extrañas, pero también rales, porque “tu recuerdo de ahora no será el mismo que el que tendrás dentro de un año, al recordar siempre estamos ficcionalizando. Las experiencias nuevas que vivimos hacen que veamos las cosas que sucedieron, siempre, con ojos distintos. El que los recuerdos muten conforme los vas recordando, siempre me ha parecido muy interante, muy divertido”, ahondó el novelista y poeta.
Así, Cuatro Veranos es un testamento lúcido y dispuesto a divertirse, pero también a recordar cómo se forja cada uno con sus experiencias únicas e irrepetibles.
A LEER:
Cuatro Veranos
Benito Taibo
Planeta, 2023
152 páginas
228 pesos
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