Monterrey, NL.- El conglomerado automotriz Stellantis está actualmente expandiendo de manera significativa sus instalaciones en la localidad de Derramadero, en Saltillo, Coahuila, en donde produce camionetas Ram de diferentes modelos.

Grupo Reforma verificó con fotos de hace menos de un mes, que se trata de una ampliación grande, tanto por el tamaño de las naves industriales como del terreno, ubicado a un lado de donde actualmente tiene sus operaciones.

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No es una ‘expansioncita’, la planta de al lado es del mismo tamaño que de la armadora actual”, destacó una fuente con experiencia en el sector.

En 2022, Bloomberg informó que Stellantis estaba analizando algunos sitios en México para producir unidades eléctricas e híbridas, y además iba a remodelar su planta de Saltillo.

Durante julio de ese año, directivos de Stellantis se reunieron con el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, para hablar sobre vehículos eléctricos y el deseo de fortalecer la cadena de suministro de la empresa en México.

Por su parte, Claudio Bres, exsecretario de Economía de Coahuila hasta agosto pasado, dijo en julio en un evento que próximamente habrá anuncios importantes de firmas del sector automotor como Stellantis, General Motors, John Deere y Daimler Truck.

Especialistas en inversión extranjera consultados coincidieron en que la secrecía respecto a la expansión podría explicarse por la intención de que pasen desapercibidas posibles inversiones en México ante las amenazas arancelarias que ha lanzado Donald Trump durante su campaña electoral.

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El corredor Saltillo-Monterrey es de los más importantes por todo su ecosistema de proveedores y por la cercanía a Estados Unidos, donde la economía sigue creciendo y de la mano va el sector automotriz, por ello es muy viable que muchas empresas estén expandiendo sus líneas de producción.

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Aquí el problema es estar bajo los reflectores de Trump, como pasó en su primera contienda con compañías como Carrier y Rexnord y ahora en su tercera contienda con John Deere, a la que recientemente amenazó con imponerle un arancel de 200% si mueve producción a México, por eso muchas compañías prefieren tener bajo perfil”, refirió un experto que pidió el anonimato.

Mientras tanto, Stellantis México continúa con sus esfuerzos para ampliar su red de proveedores, por lo que tan sólo en este año ya realizó un par de foros para atraerlos, uno en enero y otro en junio.

El primero fue para mostrar a proveedores globales las ventajas competitivas que tiene México y el segundo para buscar proveedores nacionales, ya que Stellantis señaló que parte de sus planes en el país incluye elevar el monto de compra de insumos para consolidar la competitividad de costos y capitalizar un entorno favorable para relocalizar procesos y componentes ante la transición a la movilidad sustentable y la electrificación.

Aunque Stellantis no ha oficializado la inversión, las fotos no mienten: algo grande está preparando en su planta de Derramadero.