‘El lenguaje le da nombre a lo que vive y da significado a lo que pasa en su interior…el sujeto emerge del lenguaje … es hablado y narrado por el otro’. J. Lacan
El uso y la institucionalización de la lengua ha sido tradicionalmente tarea masculina; por tanto, el subsistema de comunicación en todas sus expresiones estarían condicionadas por el patriarcado; esto es, que es la manera en la que pensamos y luego estructuramos para nombrar al mundo sería una reproducción de las condiciones de dominio de clase y de género.
La lucha feminista en favor de lenguaje inclusivo en contra del sexista no sólo combate la violencia de género sino que ayuda cambiar los roles de género y de esta manera a fortalecer la diversidad y la igualdad jurídica.
En su discurso de toma de posesión la doctora Claudia Sheinbaum exige que le llamen en femenino presidenta, afirmando que lo que no se nombra no existe.
Científica, académica, ingeniera, abuela, ama de casa y Presidenta. Es una defensora de los derechos reproductivos de la mujer y la despenalización del aborto y los derechos de la comunidad trans. Su discurso nos reconoce desde la titularidad del poder ejecutivo por primera vez en una mujer.
Se dice Presidenta con a. Porque el participio activo de SER nunca fue ENTE sino ESSEYENTE. No hay palabras que se digan mal, ni palabras que no existan, porque desde el momento que se hablan son y por tanto existen.
Pero aún sin conceder las instancias normativas como la RAE reconocen presidenta desde 1803 y dice que para que una lengua tenga esa voz hacen falta dos cosas que haya mujeres que presidan y que haya hablantes que expresamente quieran decir que las mujeres presiden.
De manera que quienes se empeñan en negar el término tienen en realidad objetivos meta lingüísticos que huelen a conservadurismo y a patriarcado.
A partir del concepto de otra, Lacan nos dio entender que la persona nace a partir del deseo que se transmite a través de lenguaje.
Para que podamos ser deben decirnos otras,
escucharnos en la palabra de otras,
aquellas que no son si no las digo,
aquellas en cuyas voces me reconozco.
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