Arte
Por Agencia Reforma
Publicado el miércoles, 2 de octubre del 2024 a las 04:03
Ciudad de México.- Claudia Sheinbaum en su ceremonia de investidura como la primera Presidenta de México, decidió rendir homenaje a las tradiciones mexicanas al utilizar un vestido en color marfil de manga larga y con falda amplia hasta el tobillo adornado con bordados mexicanos, en alegres colores, realizados por la artesana originaria de Oaxaca, Claudia Vásquez Aquino.
Los bordados fueron hechos en la comunidad de Santa María Xadani, en Oaxaca, totalmente a mano, como marca la tradición con un ganchillo, y fueron elegidos por Sheinbaum para representar el valor de los artesanos del país.
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Considero que su estilista escogió este diseño que equilibra lo sastreado, indispensable en cualquier Mandatario, con toques artesanales, sin caer en lo folclórico. Mantener ese equilibró será indispensable en sus looks durante su mandato”, afirmó la experta en moda, Anna Fusoni.
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Estuvo en la línea de lo que se espera de una jefa de Estado, ya que personajes como Indira Gandhi o Benazir Bhutto suman elementos de sus trajes tradicionales logrando una imagen de eficiencia, pero también de conexión emocional con sus gobernados”, afirma el experto de la plataforma de investigación Trendo, Gustavo Prado. Asegura que el color casi blanco y la presencia de un bordado nacional quieren representar un compromiso con la tradición, pero también con lo contemporáneo.
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Es una declaración de principios de Sheinbaum que nos ha acostumbrado a una imagen profesional, sobria, pero que ahora tiene la dulzura de las manos del país creo que fue un acierto”, agregó Prado, quien agrega que también aparece en los adornos del vestido, la dalia, flor nacional.
Además, otros expertos coinciden con la elección del atuendo de Sheinbaum, ya que no recurrió al clásico trajes sastre, como hacen algunas mandatarias europeas, sino que usó un código femenino para reafirmarse.
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Está bien resuelto. Es en parte austero pero con énfasis en lo mexicano por los delicados bordados oaxaqueños y en lo femenino por ser un vestido. El blanco es un gran mensaje: paz, pureza, limpieza y suavidad. “Pero la tela no es suave, la silueta no es holgado, y eso, en conjunto con la fortaleza de las hombreras, dan un gran toque de fuerza y poder”, comenta la experta en imagen Lucy Lara.
Por otro lado, hay otros que afirman que este tipo de adornos son utilizados para dar fuerza a su imagen de luchar por los desvalidos e indígenas de México.
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Es el clásico mensaje de apoyo y unidad a los pueblos indígenas que utilizan muchos gobiernos populistas. Ojalá que esto sea verdad y no solamente quede en buenas intenciones”, afirmó Marco Corral, experto en Moda, quien sugiere suavizar su imagen porque siente a la Presidenta un poco rígida y con un peinado muy estricto y severo.
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