“Cuando consigues silenciar todo el ruido interno, se hace el silencio, un silencio atronador, en ti empiezas a oír la llamada más profunda en tu interior. Tu corazón te está llamando. Te está intentando decir algo, pero aún no has podido oírlo al estar tu mente llena de ruido”. TNT
Vivimos en un mundo ruidoso lleno de información. Aunque no hables con nadie ni prendas el radio o la TV, todo el día recibimos mensajes telefónicos, notificaciones, pantallas, publicidad, sonidos… hasta en los momentos escasos en los que nos llegan sonidos, nuestra cabeza está llena de muchos pensamientos.
¿Cuántos minutos al día dedicas a estar en silencio de verdad, si es que lo haces?
Thich Nhat Hanh, quien fuese nominado al premio Nobel de la Paz y vivió dedicado a compartir sus aprendizajes para la transformación personal nos dejó en su libro: Silencio: el Poder de la Quietud en un Mundo Ruidoso, una guía práctica sobre cómo cultivar el silencio interior, el cual es una de las mejores herramientas de autoconocimiento y felicidad que podemos aplicar en cualquier momento del día.
La plena consciencia te da el espacio interior y la quietud para mirar dentro de ti, para descubrir quién eres y qué quieres hacer con tu vida. La práctica de la plena conciencia es muy sencilla… “Te detienes, respiras y aquietas la mente. Vuelves a tu verdadero hogar para disfrutar del aquí y el ahora a cada momento”.
En ocasiones, estamos tan acostumbrados a cierto ruido en nuestra vida que incluso el silencio nos asusta. Podemos sentirnos solos aunque estemos rodeados de gente, y al estar en un espacio lleno de quietud, nos sentimos incómodos. La tecnología nos ofrece muchos aparatos para “sentirnos” conectados, pero seguimos sintiéndonos solos. Nos pasamos el día entero intentando estar conectados. Estamos tan ocupados haciendo “algo”que raras veces nos tomamos un momento para mirar en nuestro interior y ser conscientes de nuestros deseos más profundos.
¿Qué aprendizajes podemos extraer de este libro?
1. El silencio es un recurso que todos tenemos, pero que pocas veces aprovechamos. El silencio es esencial, es tan necesario como el aire que respiras. Si tu mente está repleta de palabras y pensamientos no te quedará un espacio para ti. Todo lo que vive necesita espacio para crecer y desarrollarse.
2. Vivimos rodeados de ruidos. Y la mayoría de las veces no somos conscientes porque estamos inmersos en el ruido.
3. El Ruido Interior o la Radio de Pensar Sin Parar (RPSP). El silencio interior es esencial para darnos cuenta de la felicidad que nos rodea y poder acallar esas voces que no nos permiten estar en paz. ¿Cómo disfrutar de lo maravilloso si estamos inmersos en el parloteo mental?
4. Centrarnos en estar. Caminar si estamos caminando, escuchar si estamos conversando, lavar los trastes si estamos lavando. Permitirnos estar en conciencia plena en ese momento en una “acción silenciosa”.
5. Los 4 alimentos que consumimos cada día o los 4 nutrientes.
a) Alimentos comestibles- la comida que ingerimos cada día.
b) Impresiones sensoriales- experiencias sensoriales que captamos con los ojos, los oídos, los sentidos, la nariz, el cuerpo y la mente.
c) Voliciones- la fuerza de voluntad, las inquietudes y los deseos.
d) Conciencia- de qué se nutre y alimenta tu mente, pensamientos y acciones.
Todos estos alimentos pueden ser nutritivos o tóxicos. Dependiendo de lo que consumamos, su cantidad y la plena consciencia de qué tanto los usamos.
Todos los extremos son perjudiciales. Siendo conscientes de lo que consumimos y cómo lo consumimos.
Mirar dentro de nosotros mismos… ¿Qué me hace bien?
Me encantó una parte en el libro que dice que muchas personas creen que en su vida no hay espacio para cultivar la plena consciencia. Pero lo cierto es que llevar una vida consciente es más una cuestión de reorientarte, de recordar tus verdaderas intenciones, más que de meter en tu agenda diaria una actividad más llamada meditación. Para practicar la plena consciencia no es necesario que estés en un espacio dedicado a eso, o busques una hora libre… la respiración silenciosa y atenta la puedes hacer en cualquier momento.
Date permiso de hacer espacios para ti y de vivir la atención completa en eso.
La plena consciencia cambiará tu relación con todo.
Intenta ir hacia adentro y escuchar el ruido interno y acallar ese monólogo.
Cuando eres consciente de la respiración vas a tu interior. Tu cuerpo esta respirando.
A cada respiración consciente estás volviendo a ti. Aquieta tu mente para escuchar los sonidos maravillosos de la vida, así podrás empezar a vivir plenamente tu vida de verdad.
“Al despertar por la mañana sonrío. Tengo por delante veinticuatro horas de nuevo. Prometo vivirlas plenamente y aprender a contemplar todo cuanto me rodea y con la mirada de la compasión”. (Silencio, p.130)
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