Saltillo
Por Carlos Rodríguez
Publicado el domingo, 29 de septiembre del 2024 a las 08:30
Saltillo, Coah.- Ir a la Deportiva con una barra de pan Bimbo convertida en sándwiches, envueltos en servilleta de papel, para aprovechar el día y subirse a los resbaladeros sentándose en un cartón para que el recorrido sea aún más emocionante, es algo de lo que prácticamente todos los saltillenses tenemos un recuerdo.
Divertirse en los juegos, trotar en la pista, practicar algún deporte en las múltiples canchas, o simplemente hacer un picnic, es algo que miles de saltillenses hacen en la Ciudad Deportiva, sin embargo, este parque fue mucho más de lo que es ahora, pues era el epicentro de la diversión en Saltillo, que tenía alberca, trenecito y hasta paseos en lanchas.
Recreación y esparcimiento
Construida en el periodo del gobernador Raúl Madero, fue inaugurada en 1967 ya bajo la administración de Braulio Fernández, pensada para satisfacer la demanda de recreación y de esparcimiento para la capital del estado, que en aquel entonces tenía una población cercana a los 150 mil habitantes.
Con resbaladeros gigantescos construidos, aprovechando el desnivel del terreno, canchas de basquetbol, voleibol, frontón, tenis y pelota vasca, rápidamente se convirtió en el templo del deporte, pero además se ganó la preferencia de la población por las distintas actividades recreativas que ahora sólo viven en el recuerdo, allí atesorados como perlas de una niñez feliz.
Un lago de agua cristalina
En los últimos años, el lago artificial se ha convertido en sinónimo de mal olor, por falta de mantenimiento y falta de educación de los visitantes, pero hubo una época en que era un lago cristalino, con agua que llegaba de la sierra Zapalinamé a través de un canal que era un deleite para los visitantes, refiere Esperanza Dávila.
“ Alguna vez hubo lanchas, el lago tenía una pequeña isla y se podía pasear a aquella isla, el lago siempre estaba limpio, el agua siempre estaba transparente y así los niños podían darle de comer no nada más a los patos, también a los peces”, recordó la historiadora saltillense.
Torneos de pesca
El agua limpia permitía que se llevaran a cabo torneos de pesca con variadas embarcaciones allí en el lago, que pronto se convirtió en un emblema de la ciudad.
Los peces que habitan en el lago han sido sembrados durante el paso de los años, llegando a presentarse sobrepoblación, que cada cierto tiempo ocasiona la muerte de muchos ejemplares, se dio en 2013, 2017, 2022 por lo menos.
Y se debe a que el oxígeno que existe en el agua es insuficiente por la gran población y también por la avanzada contaminación, según explicó en su momento la Secretaría de Medio Ambiente.
Alberca convertida en patinadero
Frente a los resbaladeros, cercano a los estanquillos está una fosa que se usa como patinadero, pero hace algunas décadas era un balneario público. Aguas que disfrutaron varias generaciones en la década de los 70 y dejó de funcionar en los 80.
Esto volvió a la Ciudad Deportiva en un complejo muy completo, que era un imán para turistas, un punto obligado que visitar para todos los viajeros que llegaban al municipio.
El amado trenecito
Sin duda la atracción principal era el trenecito, que en sus inicios era una auténtica máquina de vapor a escala, que podía recorrer los 860 metros alrededor del lago, a una velocidad de máxima de 15 kilómetros por hora, la cual era conducida por ferrocarrileros jubilados, siendo el primer maquinista Antonio Martínez.
“ Pero el atractivo mayor del lago era un tren, un tren miniatura, pero era un tren de verdad, tenía una máquina de vapor, entonces ese trenecito era el goce de los chicos y grandes”, comenta la historiadora, quien es directora del Centro Cultural Vito Aessio Robles.
Puesta en marcha…
La máquina 3038 fue donada por Ferrocarriles de México y puesta en marcha el 22 de noviembre de 1970, con una invitación que decía: “Se invita a todos los niños de Saltillo menores de 12 años a pasear gratis en el trenecito, gratis todo el domingo”.
Poco más de dos décadas, el trenecito fue el deleite de los más pequeños del hogar, pero también los grandes podían abordarla. En una reparación se cambió la máquina de vapor por una de diésel, y avanzando los 90 se detuvo.
No fue hasta 2017 cuando la Administración del gobernador Rubén Moreira que se “revivió” al querido trenecito, con tres vagones, además de uno extra donde podían abordar personas en sillas de ruedas. Sin embargo, el gusto duró poco y en unos cuantos meses dejó de funcionar.
La obra construida bajo el mando del arquitecto José María Morales del Bosque está próxima a cumplir 60 años, y sigue siendo un sitio muy especial para la cada vez más grande población de nuestra ciudad, que evoca el recuerdo de los días pasados, mientras vive un presente que reclama que se haga algo para que muestre su mejor versión en el futuro.
Reactivación, en fase de planeación
Este año, tras el paso de la Emperatriz y el auge de los trenes en el imaginario popular, el Instituto Estatal del Deporte informó que prepara un proyecto para reactivarlo, pero aún está en fase de planeación, y se contempla que podría ser necesario la inversión privada para echarlo a andar de nuevo.
“ Ciertamente los entretenimientos de la familia también han cambiado, pero ya se tiene esa infraestructura, pero habría que revivirla y actualizarla, esa es la palabra, actualizar, y que se le pueda incorporar ese concepto ecológico de una Ciudad Deportiva”, señaló Esperanza Dávila.
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