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Coahuila

Herida de la humillación

Por Verónica Marroquín

Hace 2 meses

Seguimos con la tercera herida de la infancia. Todas son importantes, y es mejor que las conozcas y cheques si tienes una de ellas o todas, para que asistas a terapia a sanarlas, es el objetivo de esta información. Ya que quien esté herido, hiere a su alrededor, por donde pasa, va hiriendo personas, y más a las amadas.

Así como conseguir perdonar a tus padres pues seguro fue sin dolo (sin querer dañarnos, es por ignorancia en el tema) ahora tú, si eres papá de bebés, por favor lee, y no reproduzcas nuevamente estas acciones, y que tu hijo no tenga estas heridas de la infancia por quienes lo trajeron al mundo.

La herida de la humillación, en los primeros años, es cuando papá o mamá te hablan con palabras vulgares o maldiciones, y sobre todo cuando está alguien ajeno a la familia. La vergüenza que siente, el dolor de escuchar cómo se expresan hacia él o hacia ella, de una forma denigrante, con gritos, obscenidades, insultos, haciéndolos sentir una hormiga, sí, una hormiga, chiquito, chiquita, y muy avergonzados, humillante.

Cuando alguien tiene esta herida desde los 2 o 3 años de edad hasta los 6 años, siente que los progenitores se avergüenzan de él o ella, se siente comparado con los hermanos o hermanas, es muy humillante para el niño cuando los padres por ignorancia lo comparan todo el tiempo con los demás hijos, como si fuera competencia, y que todos debieran ser iguales, y claro que no.

Y la máscara de esta herida es el masoquista, cuando son ya grandes, es un mecanismo inconsciente y es como defensa, toleras mucha humillación, tal vez no has sabido que la tienes, te acostumbraste a los malos tratos de la familia en los primeros años, por ser diferente, no te valoraron, no te reconocieron, se fusionan con la mamá, para resolverle de grande todo a la mamá, son los que acumulan grasa, como un caparazón, si es grueso parejo es muy grande esta herida. Son personas muy lentas, también engordan, es como querer abarcar más espacio en función de los demás.

Puede haber algún secreto familiar, como si fuera vergonzoso, están al pendiente de cuidar a los demás, son conocidos por ser quienes hacen reír a los demás.

Por ejemplo, ya de grande, si tienes un novio, él siempre te va a decir que eres culpable de todo lo que le pasa a él o a ella. Con tal de que no te deje, aceptas todo.

Otro ejemplo: los masoquistas se insultan a sí mismos, se denigran solos o solas, se exponen a sentirse humillados, también pueden buscar ser humillados, si no saben que tiene esta herida. El objetivo es ser aceptado. Que no lo abandonen, y por eso acepta ser humillado, se volvió masoquista, porque al aceptar todo, la gente aprovecha y abusa, en todos los sentidos.

Si naces muy distinta o distinto de los demás hermanos, sobre todo si eres algo rebelde, distinto, como el patito feo, puedes tener esta herida de la humillación. Cualquier niño necesita ser aceptado por sus padres y hermanos. Si es un niño o niña con dificultades para aprender en la escuela con las asignaturas en donde los hermanos sacan 10, y el hermano o hermana saca siempre bajas calificaciones o reprueba incluso. Puede ser motivo de bullying.

El riesgo es que de grande va acumulando vergüenza, piensa: estoy mal, algo pasa conmigo, empieza a decirse insultos, no valgo nada, nadie me quiere, y empieza a hacerse daño, alejarse, y recuerden que, en los primeros años, aparte de los padres, pueden ser de hermanos, abuelos, amiguitos del kínder, profesores, quienes tienen autoridad para él, que son más grandes que él o ella, y puede ser dentro o fuera de su casa, quienes hagan las humillaciones.

Sucede que el hijo siente o ambos tienen vergüenza por su físico, por ser muy flaco, o muy gordo, como les da vergüenza presentarlo como su hijo, o porque no es buen alumno o porque tiene algún déficit de atención, que no hace las cosas bien a comparación del resto de sus hermanos y va creciendo, y le afecta para toda la vida, o porque lo golpearon, tal vez cuidan mejor al perro que al hijo o a la hija. Es muy doloroso, lo insultan, lo hieren, y en su interior va haciéndose menos y menos.

Jamás avergüencen a sus hijos cuando se haga pipí en la cama, eso es un problema, jamás se burlen porque les sucede. Lleven a ver primero que no haya algún problema fisiológico, y después vayan a terapia los papás, y luego el hijo, porque si el hijo o la hija tiene problemas, es porque los padres son los responsables, hablando de menores de edad, ya cuando eres mayor de edad, eres tú totalmente responsable de sanar. Y ya no culpar a los padres o a quien te haya humillado en tus primeros años de vida. Cuando los padres entran a terapia y se dan cuenta, y aman realmente al hijo o hija, pueden sanar también ellos a su vez y corregir, nunca es tarde para sanar.

¿Qué hacer aparte de la terapia emocional? Sentirte libre, trabajar en la autoestima, pensar que eres un ser maravilloso, que es mejor sentirse amado por sí mismo, o por sí misma, que por alguien más. Hay que ir a terapia para sanarlo, es de gran importancia. De como somos hoy en día los adultos, es mucha influencia de nuestra herida o heridas de la infancia. También, son personas que se presentan como una persona chistosa, es otro tipo de máscara. Hace chistes, la gente le gusta, ríe y deja de sentirse rechazado. Hasta la próxima amigos. Verónica. Diosito por delante.

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