En mi juventud, hace algunos cometas, confieso, pensaba que los afroamericanos, que llamábamos negros, eran inferiores, por lo mismo nos divertían los chistes que protagonizaban los de esta raza.

Con la lectura, entendí que el problema era la cultura, no esa distracción que no muchos hacemos de leer, aprender, solo esperando la paz que ello confiere, sino, todo el ambiente que rodea al individuo que queda en esa definición: cultura.

Al convivir con habitantes de la unión americana, que llamamos gringos, pude constatar que no eran un pueblo avanzado, como pensaba, son un pueblo con otros defectos, pero con algunos hábitos que los hacían alcanzar metas y anhelos.

Los dos hábitos que más admire fueron el tesón y la seriedad en el manejo del dinero, por eso, es más común el buen deportista en estados unidos y por eso, la clase media gringa está menos en problemas económicos que las de otros países, de ahí viene la cultura de ladrones y limosneros que es característica del mexicano.

La unión americana cumple con aquel insulto que les lanzaban los izquierdistas del 70, están en decadencia.

Desde esos 70, primero como hijo de personaje universitario, conocí maestros universitarios de Estados Unidos, Inglaterra, Argentina… claro, eran gente con afición a la cultura y conocimiento,

Ya como profesional, conocí al típico profesionista gringo de la época, dos autos, de marca americana, casa comprada a crédito, dinero ahorrado para la universidad de los hijos, afición mediana por el alcohol, cuerpo medianamente atlético.

En la actualidad, cuatro autos, obligadamente de marca ajena a estados unidos, suecos o alemanes, y muy caros, casa a crédito, con retraso en el capital y con riesgo de ser embargada, ningún interés por pagar la educación de los hijos, y tres o más matrimonios en el historial, afición a las drogas, y excedidos de peso.

Algo que aún conserva el típico gringo, es que es buen padre responsable en la escuela… Hasta high school, se sientan a hacer tareas con sus hijos, asisten a juntas y actividades escolares, pero, llegando al Prom, la fiesta de salida de High School, eso marca el fin de su responsabilidad, muchos de los hijos en el mediano plazo se marchan.

En aquel ambiente, los padres latinos y afroamericanos evitan el tema de educar a sus hijos, la delincuencia juvenil es notoria y frecuente, y claro, abunda el consumo de alcohol, drogas y la obesidad es común.

De este lado de la frontera, muchos jóvenes son buenos y respetuosos, solo porque ellos lo deciden, la supervisión de los hijos siempre es deficiente. En la escuela y trabajo impera la cultura de la intriga, trampa, zalamería, deshonestidad, y nulo respeto a las leyes.

Eso es culpa nuestra, no del gobierno actual, ni del anterior, este gobierno de ahí salió.