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Coahuila

Lo importante de saber el tema de las 5 heridas de la infancia

Por Verónica Marroquín

Hace 1 mes

Estimados lectores y lectoras: un súper tema tan importante que todo ser humano debiéramos saber, sobre todo desde adolescentes en adelante.

Las 5 heridas emocionales de la infancia son:

1.- ABANDONO

2.- RECHAZO

3.- HUMILLACIÓN

4.- INJUSTICIA

5.- TRAICIÓN

Ya en varias ocasiones he hablado de este tema, tanto en forma impresa, como en radio y en televisión; de estas importantes heridas de la infancia que pudiera decir, sin temor a equivocarme y lo digo con la mayor humildad, pues no es el afán de mofarme de esto, pero casi todos hemos tenido al menos una de estas heridas, por las características es tan común que las tengamos, y que mamá y papá son los que sin dolo, es decir (sin querer), en los primeros 7 años pueden ocasionarlas.

No es nada fácil abordar este tema para los pacientes en terapia, primero porque no lo saben, y al ir indagando y haciendo memoria, el paciente empieza a recordar que alguno de sus padres o alguien muy querido para él o ella, quien lo cuidaba, es quien le hizo esa profunda herida. Ciertamente es muy doloroso, pero quiero que sepan que para mí cada paciente que llega a mi consulta es un súper valiente definitivamente, alguien que quiere quererse a sí mismo, o así misma, amarse tanto, sanar a papá y a mamá es indispensable, para una vida en pareja sana, sobre todo. Las terapias son para evitar también no tocar fondo, es preventivo también sanar desde la raíz, abrir esa ventana oculta. y debo decir que también es común tener una amnesia de lo que pudo haber sucedido de niños, por lo mismo que es algo muy doloroso, se queda en el clóset de la memoria, pero ocupando un espacio con energía negativa.

Todavía nos falta mucha cultura de ir a terapia, de confiar y abrirle el alma al terapeuta, recordar que también tenemos ética, que todo será confidencial, al menos que el paciente mismo quiera que algún tema sea tratado con alguien en particular. Menos no. Es como un secreto de confesión que no se puede revelar. Ya que son dolores y heridas muy profundas, algunos no saben la mayoría de estas heridas de la infancia. Y cuando empieza la terapia, dicen: “santo Dios, tengo todas”. Imaginen que tienen una herida en un brazo sin saberlo, y cuando alguien, casi siempre tu pareja, te toca ese lugar, tú sacas de inmediato el brazo y le gritas: “¿por qué me lastimas?”. Y realmente quien te lastimó fue tu padre o madre, o quien te cuidó en tus primeros años. Sólo que se te vino el recuerdo de ese acontecimiento doloroso que pasaste con tus padres, y al tocarte alguien te recordó que tenías algo que te ha dolido toda la vida. Tal vez nunca lo supiste, nunca te habías dado cuenta de esa herida hasta que pasó eso y fuiste a terapia; no todos los terapeutas o sicólogos saben de este tema. Depende de la formación de cada uno. Mis respetos totales a toda persona que ha venido a terapia a sanar el alma, porque es doloroso, es abrir una herida vieja que tiene pus, y habrá que abrirla para rascar y a desinfectar y sacar todo lo que está podrido. Y eso duele sin duda, pero sólo en terapia se pueden sanar la mayoría de las heridas de la infancia. A menos que hayan tenido una vida muy, muy bella y que los padres hayan sido tan inteligentes y tan pacientes, amorosos, casi perfectos como unos ángeles para no hacer ninguna herida emocional. Casi nadie tiene la menor idea de este tema. Yo trabajo paralelamente las heridas emocionales de la infancia con la problemática actual que estén pasando. Y créanme que la mayoría de los problemas es por esas heridas, y cuando vamos profundizando en la terapia, se van dando cuenta, de que efectivamente tienen por lo menos 2.

En terapia primero les hablo de estas 5 heridas emocionales de la infancia, les doy la información, les doy ejemplos, y ahí empiezan a entender, y a recordar sucesos que tuvieron en la infancia y las van identificando en ellos o en ellas mismas. Hay que reconocer cuál tienen y después trabajar en terapia las heridas, para que al sanarlas, ya no haya esos botones rojos que las personas solemos tocar en nuestras parejas, por lo general. Lo importante es sanar y ya como adultos reconocer que nos toca sanar independientemente de nuestros padres. Ya sólo resta entender que los papás y mamás hicieron lo mejor que pudieron con lo que sabían y tenían en ese momento de tu infancia y de tus hermanos. Seguramente en las infancias de sus padres, sus abuelos también les infringieron heridas, sin dolo, sin saberlo, es una cascada que viene de generación en generación, pero ahora que lo sabemos, habrá que hacer algo, para ya cortar con esto que nos marca para la vida.

Al conocer la infancia de nuestros padres y abuelos, vamos comprendiendo el por qué actuaron como lo hicieron, pero si se trata de violencia, jamás será justificable. Se trabaja en el perdón que dé el paciente, es indispensable para estar en paz. Eso no significa seguir viendo o conviviendo con la persona que le causó el daño si este es muy grave.

El perdón libera y sana cuando lo otorgamos, y es para nuestra paz. No para la persona que nos hirió por ignorancia. Seguro le faltó educación, amor, seguridad, en fin, lo primordial en un infante, comida, seguridad. Esta manera errónea de educar pudo replicarse en varias generaciones. Ahora cada vez que yo tengo la oportunidad de que me invitan a dar una conferencia que, obvio, sea afín también a este tema, puedo dar una pincelada de las heridas. Es de suma importancia, ya que de ahí viene para mí nuestra personalidad, o al menos tiene mucho que ver con cómo somos y por qué nos comportamos como lo hacemos, a qué nos dedicamos. Para mí, realmente sí hay mucha influencia de qué tipo de heridas tuviste en la infancia, para ser lo que hoy en día somos.

Seguiré hablando de este tema, no dejen de leer las siguientes columnas de Sanando Desde el Alma. Hasta la próxima, Diosito por delante.

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