Ciudad de México.- El cineasta uruguayo Fede Álvarez era un bebé de 1 año cuando, en 1979, se estrenó Alien: El Octavo Pasajero, bajo la dirección de Ridley Scott.

A 45 años del lanzamiento del filme que dio paso a una de las franquicias de terror más celebradas, Álvarez aceptó dirigir Alien: Romulus con la idea, primero, de contar una historia nueva, y segundo, tener el apoyo de Scott.

El legendario realizador británico, quien concibió Alien…, Prometheus (2012) y Alien: Covenant (2017) no sólo tuvo acercamiento con el creativo sudamericano, sino que se sumó como su productor y lo asesoró para que el filme estelarizado por Cailee Spaeny, Isabela Merced y David Jonsson se cimentara en las raíces del terror visceral de la primera entrega, creado con efectos artesanales.

“Sabe lo que hace a una historia fascinante y entretenida que nunca se detenga y se enlentezca, eso fue lo que más me ayudó en el proceso de hacerla.

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También abanderar lo fiel al espíritu de la película original. Eso era lo más importante para él, que se sintiera que era una película de Alien y que no fuera algo parecido que tomaba la marca”, contó Álvarez, quien tiene experiencia en franquicias tras haber dirigido cintas como No Respires y Millennium: Lo que No te Mata te Hace Más Fuerte.  

En …Romulus, la premisa es la espeluznante aventura de un grupo de jóvenes que en un sistema planetario buscan una mejor oportunidad en otro.

Pero para llegar a él tendrán que apoderarse de unas cápsulas de hipersueño que están en vieja estación espacial abandonada. 

Lo que es una gran esperanza, pronto se convertirá en una sangrienta lucha por la vida.

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Fue un privilegio tomar ideas de Ridley Scott, James Cameron y David Fincher (directores de otras entregas de Alien) para ponerlas en una nueva historia y agregar más cosas para que la gente que ya vio las otras películas tenga eso y más”, añadió Álvarez.

Entre los acontecimientos de Alien: El Octavo Pasajero y Alien: Romulus hay 57 años de por medio, en los que se desarrolló tecnología que se aprecia en la segunda película. 

No obstante, el director de producción y arte Naaman Marshall (Batman: El Caballero de la Noche) decoró amplios sets muy al estilo de la primera entrega, con una especie de aspecto de casa embrujada llena de laberintos.

La fotografía del mexicano Galo Olivares (Roma) impacta en contraluces pues se suprimieron los efectos digitales y el uso de pantallas verdes para que las criaturas mecánicas se vieran reales en todo momento.

Fue el equipo que trabajó con James Cameron en Aliens: El Regreso (1986) el que creó los diferentes animatrónicos de los xenomorfos y los facehuggers.

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Como fanático de la serie, quería volver a ese espíritu claustrofóbico de tensión y de mucho suspenso que tiene la primera película. “Ridley Scott es el gran maestro de este género de terror. Tiene 86 años y una energía increíble porque en el tiempo en que hice esta película él hizo dos: Gladiador 2 y Napoleón”, finalizó Álvarez.