¿Eres demasiado comprensiva cuando te enamoras, les prestas dinero, muchas veces no te lo pagan, les haces de comer aunque solo sean novios, pasas por ellos porque no tienen carro, les prestas tu vehículo o tu sacas el crédito para que se hagan de su carro, te esfuerzas de más y de todas formas se aburren de ti, se vuelven fríos, distantes, hasta que te dejan?

No tienes mala suerte, no te tocan siempre lo mismo ni todos los hombres son iguales, de seguro tienes pretendientes que te admiran, les gustas mucho pero ellos te resultan aburridos, feos, poco interesantes; claro que la atracción es importante, no puedes besar a alguien que no te gusta pero… si solo te gustan los hombres que mencione al principio tarde o temprano te van a abandonar, inconscientemente buscas hombres que se alejen de ti o te lastimen, ellos ya tienen un compromiso o un bloqueo emocional que no les permite estar contigo, si te gustan los hombres que “tienes que convencer para estar juntos” tienes un patrón de conducta que repetirás hasta que sanes la herida.

El amor proviene de la parte menos inteligente del cerebro, puedes ser muy exitosa económica y profesionalmente, muy atractiva, la más llamativa de tu grupo de amigas pero todas tienen pareja de más de 4 años menos tú. Es que no tiene que ver con tu coeficiente intelectual, tu cerebro aprendió como es el amor desde los cero a 12 años.

Si papa abandono a mama o era un padre negligente, ella tuvo que salir a trabajar muchísimo, por lo tanto perdiste la seguridad que brinda el padre y tu madre llegaba muy cansada, no tenía energía para abrazarte, besarte, tenía que terminar pendientes del hogar. Esta falta de atención y de cariño te hizo sentir que tienes que hacer muchas cosas para que te dediquen tiempo.

Tuviste que ser la que sacaba mejores calificaciones en la escuela, la que trabajaba y estudiaba, la “niña buena” para que tu mama te presumiera con sus tías, amigas y te pusiera de ejemplo, era entonces cuando eras importante. Así que, te enseñaron que si te esfuerzas mucho el reconocimiento llegara.

Sin embargo, este aprendizaje inconsciente también dejo una secuela: solamente te sientes atraída por hombres que están muy ocupados, difícilmente serás su prioridad. En tu infancia se grabó el hábito de esperar. “Siempre estás en la banca”, nunca eres la jugadora titular.

Así que cuando alguien te escribe todos los días, si tienes algún problema te escucha y te apoya, si te demuestra su afecto constantemente, te sientes incomoda, empiezas a buscar defectos en el caballero y terminas por alejarte de él. Lo descalificas porque no estas acostumbrada a tener tanta atención, sientes que te asfixia, porque no te da “tu espacio”.

Es que no te enseñaron de niña a ser amada “porque si”, sin esfuerzo, sin esperar, sin tener que ser algo que no eres o a dar apoyo en exceso: ¿Los que te gustan trabajan demasiado y no tienen tiempo para ti, viven en otra ciudad y casi no se ven? ¿Son divorciados y les dedican todo el tiempo a sus hijos? ¿Tiene esposa? ¿Termina y regresa con su ex? ¿Son mucho más jóvenes que tú? Hay herramientas para sanar está herida y que te gusten los hombres buenos para ti. Te invito a revisar tu caso en el consultorio.