Definitivamente, el presidente gringo que más ha favorecido al socialismo, es sin duda, Jimmy Carter.

Llego a la presidencia, aprovechando el escándalo que exhibió a Richard Nixon aprovechando las agencias gubernamentales, para obtener información sobre la campana del partido contrario, el demócrata, enredado por la prensa se vio obligado a renunciar, su sucesor, Gerald Ford, perdió la elección,

Carter enfoco su política a los derechos humanos, soslayando que era el presidente de una nación que se había especializado, siempre, en hacer todo lo incorrecto.

Empezó dejando solo al Sha de Irán, que claro, era un tirano, a esos salvajes solo un tirano los podía mantener a raya, los islámicos que sucedieron en el poder al Sha, pronto tuvieron a estados unidos de rodillas, secuestrando a los empleados de la embajada en Teherán.

Luego, al ver un asesinato de un adversario de Tachito Somoza, apoyó que cayera el dictador, permitiendo que se hicieran del poder los socialistas, situación que hizo que actualmente sigan los socialistas en el poder,

Luego, le devolvió el canal de Panamá a ese país, años después las fuerzas armadas invadieron ese país, para llevarse al dictador a una prisión gringa, por su labor en el narcotráfico,

Buena parte del lamentable estado político de Latinoamérica, se basó en los dislates de Carter.

Carter fue agresivo con quienes no respetaban los derechos humanos en Latinoamérica en ese momento, pero permitió que prosperaran gobiernos con nulo respeto a los derechos humanos ahí mismo, excepto en Estados Unidos, donde no hizo nada por el respeto a los derechos de las pieles rojas ni a los migrantes latinos,

La política de Estados Unidos, gira siempre sobre la simulación, se horrorizaron con las prácticas de Nixon, pero se encogieron de hombros con el intento de golpe en el congreso de Trump.

Se horrorizaron con los escarceos, de Clinton, con una rolliza, pero idealizan a un truhan de una familia de proxenetas, que no oculta su racismo,

Mucha gente en México, finca sus esperanzas en dichos de ese personaje, Trump, que promete actuar contra el narco mexicano, ignorando que ese infierno tiene muchos dueños, los más importantes existen más allá de esas fronteras, y que solo actuarían si eso conviene a sus intereses, no al respeto a la ley y a lo correcto, y menos para el bien de México.