Ciudad de México.- La actriz Violeta Isfel abrió su corazón en una reciente entrevista con Pati Chapoy en el programa ‘Ventaneando’, donde compartió cómo se dio cuenta de que necesitaba recibir terapia para mejorar su bienestar emocional. La revelación ocurrió durante una conversación que mantuvo con su colega Pablo Lyle en los camerinos de la telenovela ‘Una familia con suerte’, cuando ambos discutían sobre la importancia de la salud mental.

Isfel relató que tenía 24 años cuando comenzó a notar que ciertos aspectos de su vida no estaban bien manejados. Fue entonces cuando Lyle le sugirió que la terapia podría ser una herramienta valiosa para ella, proporcionándole el contacto de su propio terapeuta. La actriz decidió seguir el consejo de su amigo, reconociendo que era el momento adecuado para buscar ayuda profesional.

Durante la entrevista, Violeta Isfel explicó que las sesiones de terapia, que se extendieron por dos años, le permitieron enfrentar temas profundos de su infancia, especialmente su relación con sus padres. Uno de los momentos más difíciles que abordó en terapia fue darse cuenta de que muchos de sus problemas actuales provenían de su dinámica familiar y de cómo había asumido roles que no le correspondían.

La actriz confesó que, a lo largo del proceso terapéutico, aprendió la importancia de establecer límites claros con sus padres. Comprendió que no podía seguir asumiendo la responsabilidad de resolver sus problemas ni mantenerlos económicamente de manera indefinida. Esta realización la llevó a tomar la difícil decisión de alejarse de ellos para poder vivir su propia vida de manera independiente.

Violeta Isfel compartió que, para hacer este proceso menos doloroso, decidió comprarles una casa a sus padres antes de mudarse con su hijo, buscando así una separación más amigable. Sin embargo, esta decisión no fue bien recibida por su madre, quien reaccionó con enojo y le recriminó que, sin su apoyo en los castings durante su infancia, Isfel no habría llegado a ser la actriz que es hoy.

A pesar de las dificultades, la actriz mantuvo su postura firme y le agradeció a su madre por el apoyo brindado en su carrera, pero también le dejó claro que ya no podía continuar con la misma dinámica. Violeta también enfrentó un distanciamiento con su padre, quien dejó de ser cercano con ella después de que impuso límites, lo que la afectó profundamente y le generó sentimientos de rencor.

No obstante, Isfel reveló que, con el tiempo, logró perdonar a su padre, aunque dejó en claro que la distancia era necesaria para preservar el amor y el respeto mutuo. Este proceso, según la actriz, fue fundamental para su crecimiento personal y para poder construir una vida más equilibrada y saludable.

 

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