Hay quienes se sienten y, es lo grave, están convencidos de que son dueños de la verdad y que los únicos limpios y puros son ellos, convirtiéndose o al menos lo pregonan y es lo que quisieran, ser los “rectores” de la verdad.
Después de cinco años de haberse conformado la empresa mixta Aguas de Saltillo, fue evaluada por una empresa particular sobre la calidad del servicio que se venía desempeñando durante ese tiempo cuando se asoció con el ayuntamiento de la ciudad capital coahuilense y que a partir de esa fecha fue mejorando notablemente el abasto del líquido, verdad irrefutable por más que se le pretenda y quiera quitar ese gran mérito a la empresa conocida como AGSAL de Saltillo.
Los hechos hablan más que las palabras, ya que los saltillenses ya no ven ni escuchan al menos en los medios de comunicación, aquellos bloqueos que con su persona, tinas y cacerolas, llevaron a cabo durante mucho tiempo las familias de múltiples colonias de Saltillo, en especial aquellas ubicadas en la periferia y por las que no contaban con los servicios básicos.
A su llegada en el año 2001 tan solo pasó cinco años para que la encuesta realizada una parte de una evaluación que un organismo dedicado a esos menesteres o sea a analizar, certificar y calificar mediante una serie de acciones, el buen o mal servicio que se estaba brindando a la comunidad y en este caso concreto el agua.
En repetidas ocasiones y durante cinco años consecutivos se estuvo hablando de cómo Aguas de Saltillo había avanzado positivamente con sus usuarios, aunque en contraparte, no faltan los “críticos” generalmente aquellos que antes de meterse en orden y a la cintura la administración del dinero de la ya convertida empresa mixta, su “boca era medida” por cuanto hacía a servicios, facilidades y “favores” en bien de sus negocios cuando primero se le conoció como Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Saltillo y luego Sistema Municipal de Agua y Saneamiento de Saltillo.
Pero una vez hecha la transformación, dándose nacimiento a Aguas de Saltillo, los ataques arreciaron de parte de grupos dedicados a la construcción de complejos habitacionales, a quienes se les exigió el pago justo de los permisos por impacto ambiental, etc.
Igual esos grupos “tronaron” cuando AGSAL obligó a que todo nuevo fraccionamiento tenía que introducir tubería y demás implementos en el tendido del agua y drenaje, así como en la boca-tomas, causando esto una rebelión queriendo con ello dominar a AGSAL a base de ataques infundados, mentiras y falsedades.
Estas condiciones y normativas establecidas a los constructores de viviendas, fue para que estos negocios de venta de viviendas no utilizaran materiales de baja calidad y que al poco tiempo tener que renovarse por otros de mejor calidad y duración, evitando así además de un fraude, proteger a los usuarios, que generalmente son los que salen perdiendo en estos casos.
A la ciudadanía le interesa que se le hable con la verdad, que no solamente la tienen ellos, esos que critican con ardor por los negocios que ya no hacen.
Actualmente, a sus 23 años de haber nacido Aguas de Saltillo, salen sobrando esas evaluaciones del pasado, porque al menos los saltillenses están convencidos de que son privilegiados al no carecer de agua como en el caso de Monterrey, en donde se ha convertido como cosa cotidiana esos bloqueos en calles y avenidas principales golpeando cazuelas para exigirles a las autoridades locales, pero más a su gobernador la demanda de agua en sus viviendas porque duran no solo días sino hasta semanas sin el vital líquido.
Pero no solo en otras entidades, sino también existen en Coahuila, cabeceras municipales en donde la carencia del vital líquido y el reclamo de la gente tampoco se espera siendo éste el caso de Torreón, en donde el 90 por ciento de su gente lo ve como primordial que se debe de atender por las autoridades locales, siendo una misión casi imposible.
Y lo anterior basado a que expertos en la materia argumentan que la única manera para poder solucionarlo es con una buena administración así como en el caso de Saltillo, ya que además de eso para poder tener un resultado positivo se tomaría no menos de veinte años, ya que no solamente se trata de administrar un cobro sobre el servicio, sino que es el remplazar tuberías, meter en cintura a constructoras, maquinaria nueva en bombas, entre una lista muy larga porque se trata de una logística demasiada compleja.
Siempre lo he reconocido en muchas de mis columnas que dicho proyecto de Aguas de Saltillo, fue gracias a la visión de un exalcalde de la ciudad capital de Coahuila, me refiero a Don Óscar Pimentel González; que afortunadamente para los saltillenses sigue activo en funciones púbicas con el cargo de Secretario de Gobierno de Coahuila, en la Administración del Ing. Manolo Jiménez Salinas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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