París.- El reciente asesinato del líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, de 61 años, ocurrido la madrugada de este miércoles, ha provocado una fuerte movilización de seguridad en torno a los atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Esta medida se realizó, de acuerdo con el diario The Telegraph, por temor a un ataque de venganza tras el asesinato de Haniyeh, cuya muerte fue confirmada por la Guardia Revolucionaria iraní.

Ismail fue asesinado en Irán en una acción que podría desencadenar una mayor y explosiva guerra en la región.

Informes de diversos medios locales aseguran que los jefes de seguridad de Israel están muy preocupados por cómo la muerte del político podría conducir a un atentado contra los 88 atletas que representan a la región en París.

Por ello, de acuerdo con The Sun, el gobierno israelí reforzó la seguridad para todos sus atletas después de una serie de amenazas de muerte violentas debido a la guerra en curso en Gaza.

Las autoridades israelíes y francesas, por ejemplo, ya escoltan a los equipos deportivos de esta región hacia y desde sus eventos con unidades de élite y están bajo seguridad las 24 horas.

Hace unos días, el autobús del equipo olímpico de fútbol israelí estuvo rodeado y resguardado por una enorme comitiva policial armada en medio de las amenazas. Mientras, dentro de los estadios, los jugadores han sido abucheados en más de una ocasión cuando entran al campo y han sido atacados con insultos racistas.

Varios atletas israelíes, como la estrella del judo Peter Paltchik y la nadadora Meiron Cheruti, han recibido amenazas de muerte antes y durante la justa olímpica en París. Además, se sospecha que hackers iraníes filtraron información personal de los atletas que sirvieron en el ejército israelí.

La última medida para proteger a los atletas de Israel ha hecho que las dos agencias de seguridad más temidas e importantes del país, Shin Bet y Mossad, hayan viajado a París para reforzar la protección, señaló el medio Ynet News.

Por todo esto, muchas personas tienen el temor de que pueda producirse un trágico acontecimiento similar a la masacre de 1972 en Múnich, cuando 11 atletas y entrenadores israelíes fueron asesinados por terroristas palestinos.