La especialista explicó que el único tratamiento curativo que existe para la IRC es el trasplante renal y, para ello, intervino un equipo multidisciplinario conformado por personal de Nefrología, Cardiología, Urología, Trabajo Social, Endocrinología, Psiquiatría, Odontología, Nutrición, Otorrinolaringología y Medicina Interna.
Un equipo multidisciplinario logró que el paciente alcanzara las mejores condiciones para someterse a la cirugía de trasplante y que el cuerpo no rechazara el órgano.
Ahora, Víctor recordó que ya pasaron cuatro años. Empecé con malestar general y un diagnóstico de Hipertensión Arterial. Luego apareció una hemorragia nasal permanente y, tras varios estudios, se confirmó la sospecha de Insuficiencia Renal Crónica.
“ Estuve más de tres años en hemodiálisis, pero gracias a mi papá y al apoyo del IMSS para hacer el trasplante, hoy me encuentro sano y hago mis actividades normalmente; estoy revalidando estudios para regresar a estudiar Enfermería y también continuar con la práctica de charrería. Mi papá sigue como maestro de banda de guerra en una preparatoria”, contó.
Padre e hijo expresaron: “Nuestro agradecimiento es para familiares, amigos, médicos, enfermeros y personal de todas las áreas en las que estuvimos, tanto en Aguascalientes como en Monterrey. La atención y el trato siempre fue cálido y profesional”.
Por su parte, Ozorio Quintana destacó la importancia que tuvo en el proceso médico la disposición de Francisco y la disciplina de Víctor para seguir al pie de la letra las instrucciones de cuidados y alimentación.
De igual forma, reconoció el trabajo conjunto del equipo multidisciplinario de salud de Aguascalientes y de Monterrey para lograr un trasplante exitoso y condiciones óptimas, tanto para el donador como para el receptor que, al día de hoy, gozan de plena salud y han retomado sus actividades sin limitaciones.
Información de Milenio