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Coahuila

Valgo

Por María José César

Hace 1 mes

Esta semana he querido compartirles un valioso poema que llegó a mis manos. Porque nunca está de más detenernos en el camino y recordar cómo queremos vivir, ajustar el camino y el ritmo del viaje, voltear a vernos para recordar nuestra valía personal. Darnos el permiso de observar qué cosas hemos dejado de atender, o en qué aspectos hemos sido demasiado duros con nosotros mismos. Porque el camino de la vida nos exige mirar, aprender, soltar… para hacernos más ligero el viaje… y recordar que nada ni nadie es perfecto ni es para siempre.

Este poema, que se le atribuye a Jorge Luis Borges, realmente es de la poetista norteamericana Nadine Stair… y espero de corazón te resuene para vivir más ligero de equipaje y disfrutar más el día a día.

“De tanto perder aprendí a ganar; de tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo. Conozco tanto el piso, que sólo miro el cielo.

Toqué tantas veces fondo, que cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré.

Me asombro tanto cómo es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo.

 

Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena compañía. Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a que me pidieran ayuda.

Traté siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente, todo es tan imperfecto como debe ser (incluyéndome).

 

Hago sólo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran.

 

Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.

 

Aprendí que en esta vida nada es seguro, sólo la muerte… por eso disfruto el momento y lo que tengo.

 

Aprendí que nadie me pertenece, y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar, y quien realmente está interesado en mí, me lo hará saber a cada momento y contra lo que sea.

 

Que la verdadera amistad sí existe, pero no es fácil encontrarla. Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas. Que ser fiel no es una obligación, sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño de ti.

 

Eso es vivir… La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sin sabores…

Aprendí a vivir y disfrutar cada detalle, aprendí de los errores, pero no vivo pensando en ellos, pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante, pues hay errores irremediables.

 

Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón, pero siempre hay alguien realmente dispuesto a sanarlas con la ayuda de Dios.

 

Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre. Y no te esfuerces demasiado que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te las esperas.

No las busques, ellas te buscan… Lo mejor está por venir”.

 

Tú eliges cómo vivir.

Qué pensamientos sostener constantemente.

En qué pones tu energía y tu dedicación.

Date el tiempo de observar, qué de la línea de tu vida deseas mirar con amor, abrazar el aprendizaje, decidiendo soltar el sufrimiento y dejar atrás, y en qué cosas hoy eliges concentrarte. Y que una de ellas sea: Quererte, aceptarte y ser compasivo contigo mismo. Recordando que así como eres vales, que así como eres, eres suficiente y valioso, y que no hay nada malo en ti. Agradece tu vida, es un regalo.

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