Saltillo, Coah.- Al no existir una autoridad que se ocupe en atender, investigar y sancionar el robo de combustible a baja escala, este seguirá siendo un problema no sólo para el sector del transporte, público o privado, de carga o de personas, sino de la población que está expuesta a que esta bomba de tiempo explote en manos del vecino que seguido ordeña su unidad de trabajo para ganarse unos “pesitos”.

Y es que en Saltillo, como en el resto del país, el robo de combustible es una práctica común que se realiza a la vista de todos, en todas partes y todo el tiempo, sin que nadie haga nada, así lo dejaron de manifiesto los ciudadanos que reportaron a Zócalo y Tele Saltillo, que temen que se presente algún accidente, porque un vecino ordeña la unidad en la que trabaja durante la noche o el día.

A la vista de todos

No es para menos, por ejemplo, que en la calle Francisco Ortiz de la colonia Mirasierra, justo frente a una escuela, padre e hijo ordeñan los camiones del transporte de personal que operan, incluso almacenan el combustible en el domicilio y ahí lo comercian, siendo un peligro constante, pues el paso de niños y adultos es enorme.

En la calle Ciruelos esquina con Albaricoque de la colonia Saltillo 2000, un operador de una ambulancia del IMSS ordeña la unidad para abastecer sus dos taxis, pues en pleno sector habitacional cualquiera puede resultar afectado con un derrame, desde una mascota a una persona.

Otro de los reportes señala que el propietario de camiones de volteo compra el combustible y lo almacena en su vivienda en Avenida de las Azucenas esquina con Hiedra en el Valle de las Flores, frente a una institución educativa, donde el olor del combustible es intenso y en cualquier momento puede ocurrir un siniestro.

Corren peligro

De acuerdo con Alberto Neira, director de Protección Civil de Saltillo, el riesgo del almacenamiento de combustible en una vivienda va a ser mayor o menor dependiendo de la cantidad y el tipo de combustible, es decir, un tanque de gas no representa el mismo riesgo que varios contenedores de diésel o gasolina.

Además, si los contenedores en los que se almacene el combustible como diésel o gasolina no son adecuados o no están en buenas condiciones, se corre el riesgo de un derrame.

“ Lo principal es alertar a la población o darle las recomendaciones a la población, que en todo el momento evite el uso o almacenamiento de combustibles de forma innecesaria, sobre todo productos que pueden llegar a ser flamables, en el caso particular del diésel, si bien no tiene un punto de inflamación bajo, no deja de ser un combustible (…) si está almacenado en grandes cantidades y en recipientes que no son adecuados el riesgo existe de forma latente, tanto para un derrame como para un posible incendio”, expuso.

Explicó que compete a Seguridad Pública o Fiscalía General del Estado intervenir en casos en los que se almacene combustible de procedencia ilícita, en tanto Protección Civil inspeccionaría los lugares de almacenamiento para determinar si las cantidades y condiciones representan o constituyen un riesgo, en dado caso se emitiría una notificación para que se erradique el riesgo.

Fernando Silva Reyna, delegado de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos, A.C., expuso que el delito de robo de combustible no es atacado por ninguna autoridad, aunque es bien sabido por las instituciones que combaten la delincuencia que este problema se da en Saltillo, como a lo largo y ancho de Coahuila y México.

Comentó que se trabaja de manera coordinada con las autoridades, para informarles de los lugares en los que se oferta diésel de procedencia ilícita, esperando que se actúe para erradicarlas, aunque la mayoría de las veces ninguna lo hace, pues se “echan la bolita” unos a otros para poder proceder en contra de los delincuentes.

“ Sobre la carretera Monterrey-Saltillo hay dos o tres (puntos de venta de combustible de procedencia ilícita), en los limites de estado (Coahuila-Nuevo León) hay varios, pasando de aquel lado, en la carretera de Santa Catarina, hay varios puntos, para acá para Matehuala-San Luis Postosí no se diga, hay muchos puntos”, indicó.

Silva Reyna, detalló que, cuando se detecta a un operador que está ordeñando las unidades, se le boletina entre los integrantes de la Confederación, cuando el robo fue de cantidades mínimas también se le da de baja de la empresa, pero cuando se trata de grandes cantidades de combustible entonces se le denuncia, sin embargo, la denuncia penal rara vez prospera y se logra la detención del delincuente.

“ La pérdida, mensualmente, hablando de 20 camiones, vienes perdiendo alrededor de 50 a 60 mil pesos, en promedio con ese pequeño robo hormiga, pero cuando te roba todo el combustible, te abandona el camión por cuestiones familiares, de drogas, es cuando se pone la denuncia formal porque estamos hablando de cantidades más fuertes”, detalló.

La ganancia

– Por cada 20 litros de diésel que se ordeña a un tractocamión, por ejemplo, el propietario pierde 500 pesos y  el operador le “gana” entre 350 y 300.

– El que comercia de manera ilegal obtiene entre 100 y 150 pesos, sin embargo, el impacto es el volumen, pues se estima que extraen entre 200 y 500 litros en un lapso de una semana, que representan entre 5 mil y 12 mil 500 pesos aproximadamente.

El ciclo

– El operador ordeña su unidad, lo lleva a los puntos de almacenamiento, obtiene 60% del valor, luego es ofertado 20% más barato que en las estaciones de servicio formales.

La sanción

– De acuerdo a la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, en su artículo 12 sub sección primera, la persona que infrinja la ley con el robo de combustible será acreedor de cinco años de prisión como mínimo y una multa que podría llegar hasta la 200 umas.