Saltillo, Coah.-  Suena tan absurdo, que ojalá se tratara de una mala broma, pero no es así: entre la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos, los familiares tienen que pedir facturas para que el Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios pueda realizar sus declaraciones ante el SAT. 

Brenda Zamora Ruiz, encargada del área de administración y contabilidad, explica que, aunque el Centro no recibe ningún tipo de presupuesto gubernamental, y que sus ingresos provienen de asociaciones extranjeras, deben declarar sus gastos y pagar impuestos. 

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Sí, tenemos que facturar, cualquier clase de gasto que tengamos, la mayor parte es de salarios, pero las actividades, por ejemplo ahorita que tenemos un encuentro, que vienen familias, tenemos que facturar todo: alimentos, hospedaje, traslados, para poderlos declarar”, afirma.

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Es complicado, cuando vienen de fuera, que ellas (las madres buscadoras) tengan una factura, ellas, en su dolor, todo lo que ellas traen, es complicado que anden en búsqueda también de comprobantes de gastos”.

La administradora detalla que hasta 2018, como Asociación Civil estaban exentos de pagar el Impuesto Sobre Nóminas, pero la situación cambió y ahora lo tienen que hacer, así como declarar mes con mes, facturar en medio de operativos de búsqueda, y pedir comprobantes. 

Pero en los sitios recónditos a los que llegan a buscar, es difícil encontrar establecimientos que otorguen la nueva facturación 4.0. 

Y aunque actualmente tienen el título de Organizaciones Civiles sin Fines de Lucro, Hacienda podría “ver mal” alguna de las donaciones que les llegan del exterior y bajarlos al título dos, o sea, de “empresa”, y cobrarles más impuestos. 

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Sí hemos estado en colaboración, haciendo pláticas y alianzas con organizaciones similares, pero hasta el momento no hemos tenido un por dónde, le tratamos de buscar, pero no es fácil; inclusive ahorita tenemos el problema de que si no somos donatarias autorizadas nos pueden bajar de título, y son más impuestos, más requisitos, porque nos toman como si fuéramos una empresa”.