Con motivo de la presentación del libro Nuevas tendencias del derecho a 80 años de la fundación de la Facultad de Jurisprudencia UAdeC, continuamos el análisis sobre el contenido académico de dicha literatura jurídica.

Los docentes Víctor Manuel Sánchez y Juan Carlos Centeno, así como Fernanda Godínez, estudiante de posgrado, nos llevan a reflexionar la transición de la tradición conductista a la innovación constructivista y precisan la importancia de la formación integral en la abogacía. El derecho es dinámico porque surge de la sociedad y la forma de enseñarlo debe transformarse para avanzar a la par de la realidad.

El modelo de pedagogía conductista en el aprendizaje se encuadra en una formación que favorece la enseñanza de conductas de estudiantes a través del diseño del currículo por objetivos, dominando la evaluación cuantitativa del rendimiento académico y el modelo de pedagogía constructivista promueve el diseño de currículo que abarca procesos cognitivos y subjetivos impulsando una evaluación integral del aprendizaje entre las personas involucradas en el proceso académico.

La inteligencia humana es una construcción adaptativa. La persona es una construcción individual que se produce como consecuencia de la interacción social de sus disposiciones internas y su contexto social; su conocimiento no es una copia de la realidad, es una construcción que a través de su expectativa y reflexión para representar la información original y su pensamiento desarrollado en su participación del proceso académico.

El aprendizaje se puede mantener en el paradigma conductista con su relación de estímulo y respuesta dando importancia a la memoria y repetición o transformarse al modelo constructivista dirigiéndose a la comunicación intelectual entre las partes que hacen academia y orientado a la sicología de la personalidad y la educación.

Suceder un modelo educativo tradicional por otro innovador encuadrado en la realidad académica y el rediseño laboral no es una tarea sencilla; es un proceso que no afecta la naturaleza de su fundación y apuesta a la atención de las exigencias del tiempo, las circunstancias y los ajustes del momento.

El ser humano nunca deja de aprender durante su vida. En materia del aprendizaje, cada persona aprende de forma diferente, en línea recta con la necesidades y exigencias de la sociedad. Las instituciones deben de adecuarse para definir modelos flexibles que garanticen la adquisición del saber en el proceso de aprendizaje.

El Modelo Educativo de la Universidad Autónoma de Coahuila es Humanista, Constructivista, con Enfoque Colaborativo, con Calidad y Pertinencia. Un aprendizaje basado en las habilidades y destrezas para impulsar el desarrollo de cuatro saberes (UAdeC, 2015): saber aprender, saber hacer, saber convivir y saber ser. Los elementos del Modelo Educativo son: Aprendizaje basado en el pensamiento, rol activo del alumnado en el proceso de aprendizaje, flexibilidad en el proceso, uso intensivo de la tecnología, compromiso social con inclusión y educación integral. Lo anterior para potencializar las habilidades de estudiantes, los hábitos mentales y la metacognición, comprender los contenidos académicos y colocar al estudiante en el centro de su propio proceso de aprendizaje. La formación integral de estudiantes pretende desarrollar sus capacidades para favorecer su trayectoria académica; un proceso permanente y participativo para lograr la realización plena y prepararlos para resolver los problemas de la sociedad.