El Día Mundial de la Salud, celebrado el 7 de abril de cada año, es una ocasión vital para reflexionar sobre la importancia de la salud en nuestras vidas. Esta fecha conmemora la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y busca concienciar a nivel global sobre temas clave que afectan la salud de la población mundial.

El objetivo principal de este día es fomentar la conciencia sobre la importancia de la salud y promover hábitos de vida saludables. Además, busca abogar por la accesibilidad a servicios de salud de calidad para todas las personas, sin importar su origen social, económico o geográfico.

A nivel global la pandemia de Covid-19 puso de manifiesto las desigualdades en materia de salud. Según la OMS, millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a servicios de salud básicos. En México, la situación no es diferente. A pesar de contar con un sistema de salud público, la falta de recursos y la desigualdad social, limitan el acceso a servicios de salud para muchos mexicanos.

En nuestro país aproximadamente 50% de la población no tiene acceso a servicios de salud de calidad. La falta de acceso a atención médica adecuada ha contribuido a altas tasas de enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión y enfermedades cardiovasculares,  dejando al descubierto la fragilidad de nuestro sistema de salud.

Para abordar esta problemática, además de resultar fundamental invertir en infraestructura de salud, mejorar la capacitación del personal médico y aumentar la financiación de los servicios de salud, se deben implementar políticas públicas que promuevan la prevención de enfermedades y fomenten estilos de vida saludables en la población.

La celebración anual de esta efeméride gira en torno a la campaña “Mi salud, mi derecho”, con el objetivo de resaltar el derecho universal de todos a recibir servicios de salud de calidad, educación e información básica sobre salud.

La salud es un derecho fundamental para todos los individuos y es deber de los gobiernos, organizaciones y la sociedad en general colaborar en conjunto para asegurar que todos tengan acceso a servicios de salud de excelencia. A nivel individual cada persona puede contribuir practicando el buen uso de los recursos disponibles y cuidando de sí misma en aspectos esenciales como la alimentación, el ejercicio físico y el bienestar emocional.

En honor a este día, podemos comprometernos a mejorar nuestra salud al evitar hábitos perjudiciales, seguir una dieta equilibrada, practicar ejercicio regularmente o educarnos sobre condiciones de salud como la diabetes, hipertensión o Alzheimer, que puedan estar afectando a nuestra familia.