Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Saskia Niño de Rivera cuestiona sentencia de Fofo Márquez y desata polémica en redes León mata a su cuidador en zoológico de Altamira, Tamaulipas Oficial: Pedri renueva contrato con el FC Barcelona hasta 2030 VIDEO: Ciudadanos irrumpen en el Congreso de Sinaloa y protestan contra Rocha Moya Bajo proceso, ex trabajadora de SHCP por presunto beneficio a facturera ligada a Ricardo Anaya

Zócalo

|

     

Opinión

|

Información

< Opinión

 

Coahuila

Amjad. Njo Kong Kie

Por Joel Almaguer

Hace 1 año

La danza clásica es una de mis pasiones, una de las expresiones artísticas que más disfruto.
Parte del trabajo que he realizado en mi vida como músico es el acompañamiento de clases de ballet clásico y no dudaría en afirmar que es de las actividades que más me llena, si no es la que más.

Sentarse al piano e improvisar temas que se adecuen a los ejercicios que el maestro de técnica pide a los alumnos y buscar una intimidad con los cuerpos, el movimiento, el sonido y la música es una experiencia que vivo con mucho placer.

Siempre he considerado que la danza contemporánea, esa que comenzó con Duncan o Graham y ha explorado cada vez más la abstracción de los cuerpos, se asemeja en mucho a la música.

Tanto danza como música son una manifestación artística en la que no necesitamos saber de elementos técnicos para poder disfrutarla. Al menos de primera impresión. Son artes que llegan directo a nuestros sentidos, la vista o el oído, y que basta con tenerlos atentos para dejarnos invadir por la experiencia.

No así la literatura, por ejemplo, que requiere de la capacidad de leer el idioma en que está escrito un libro. Ya en el siglo 20, muchas artes buscaron explorar dentro de la abstracción y poder ampliar sus posibilidades creativas.

La pintura, por ejemplo, con Kandisnki, tomaba elementos de la música para titular sus obras. En fin, que la danza contemporánea con exponentes como Sasha Waltz, Pina Bausch, Jirí Kylián o Maurice Béart, por citar algunos, busca esta expresión abstracta de los cuerpos. Un acercamiento a lo que la música ha hecho desde siempre y de manera natural.

Claro, existe la música de programa o el impresionismo que busca retratar un momento o historia. Sin embargo la música nunca podrá decirnos algo en concreto, siempre serán posibilidades, provocaciones e interpretaciones. De ahí su riqueza.

La música de esta semana esta basada en obras de Tchaikovsky y sus grandes ballets. Creada por Gavin Bryars y David Lang e interpretada por el pianista Njo Kong Kie y un ensamble de dos violas y chelo.
Esta música fue creada para coreografías de Édouard Lock, el coreógrafo creador de la afamada compañía de danza La La La Human Steps.

Sin importar si vemos o no las coreografías, que sugiero ampliamente buscar en internet, la música nos invita a la danza, a dejarnos llevar por el movimiento. La combinación de dos artes, la música y la danza, esta semana es la sugerencia que estoy seguro no los defraudará.

Que le disfruten.

Notas Relacionadas

Abre Fiscalía expedientes contra Román; investiga actos de corrupción de Alcalde

Hace 3 horas

De Coahuila para el mundo

Hace 10 horas

Robán TV: comedia involuntaria en la pantalla de Torreón

Hace 10 horas

Más sobre esta sección Más en Coahuila

Hace 10 horas

De Coahuila para el mundo

Hace 10 horas

Robán TV: comedia involuntaria en la pantalla de Torreón

Hace 10 horas

Redadas en Eagle Pass y Del Río