Miami, Florida.- El Nuevo Herald La situación en Haití es crítica. Nadie sabe a ciencia cierta la cantidad de afectados y de muertos que ha dejado el terremoto, pero lo cierto es que la isla se ha convertido en un caótico escenario. “Esto es una pesadilla. Es muy pronto para cuantificar los daños pero los haitianos se encuentran en estado de shock. Nadie se esperaba algo así”, manifiesta Marleine, representante de la Asociación de Mujeres Haitianas de Miami.

“He llamado a la asistenta de mi hermana y me ha contado algo espeluznante. Iba conduciendo su coche cuando de repente la carretera se abrió por la mitad y los dos vehículos que iban adelante de ella cayeron y se perdieron en las entrañas de la Tierra”, explicaba aterrada Marleine.

Gente gritando por las calles, los dos hospitales de la capital colapsados, víctimas que no localizan a sus familiares porque las redes telefónicas están colapsadas, edificios destruidos. “No sabemos cuánta gente ha muerto. Pero la asistenta de mi hermana me ha contado que hay casas pequeñas flotando por los canales de Puerto Príncipe”, añade.

“Esperemos que los equipos de rescate y la ayuda humanitaria actúen con celeridad y rescaten al mayor número de víctimas. De momento la gente no sabe ni lo qué ha pasado”, concluye Marleine. Puerto Príncipe, cuyo censo de hace 10 años contabilizaba 846 mil 201 habitantes, aunque sus pobladores calculan más de dos millones, fue declarada en estado de alerta.

La CNN informó que un avión de American Airlines tocaba tierra en Puerto Príncipe cuando se produjo el terremoto. Por el momento hay más de 200 heridos, aunque se desconoce el número de muertos.

ENTRE LOS MUERTOS, 17 EMPLEADOS DE LA ONU
AP

Diecisiete empleados de Naciones Unidas, entre ellos 11 soldados de paz brasileños y un gendarme argentino, murieron por el terremoto que azotó a la capital de Haití y unos 150 seguían desaparecidos ayer, incluido el jefe de la misión, dijo la ONU.

Otros 56 empleados resultaron heridos y siete estaban tan graves que debieron ser evacuados del país, detallaron funcionarios.

El secretario general Ban Ki-moon dijo que 11 soldados brasileños y cinco policías de la fuerza internacional –tres de Jordania, uno de Argentina y uno de Chad– murieron.

Le Roy enfatizó que éstas eran las muertes confirmadas y que la cifra total “podría ser mucho más alta”.

El jefe de la misión de la ONU, el diplomático tunecino Hedi Annabi, estaba entre los desaparecidos, al igual que los ocho policías chinos con quienes estaba reunido en el piso superior del edificio, dijo Le Roy.

El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, dijo que el subjefe civil de la misión, el brasileño Luiz Carlos da Costa, el brasileño de más alta jerarquía en la ONU, también faltaba.

Le Roy dijo que al menos 10 personas fueron rescatadas ayer de los pisos inferiores del edificio de cinco plantas donde estaba la sede de la misión de paz, que se derrumbó. También dos hoteles donde vivían muchos miembros de la misión habían sufrido daños serios.

MASIVA OPERACIÓN DE APOYO

El devastador terremoto en Haití ha dejado al menos tres millones de personas necesitadas de ayuda urgente, lo que motivó el inmediato envío de grupos de ayuda y que numerosos gobiernos despacharan toneladas de suministros de asistencia a la empobrecida nación caribeña, informó ayer un vocero de la Cruz Roja.

La comunidad internacional se movilizó para asistir al país más pobre del Continente Americano con equipos de rescate, asistencia médica, alimentos, elementos de primera necesidad, mientras los efectivos de ayuda que ya están en Haití despejaban escombros de las calles, instalaban hospitales de campaña y retiraban cadáveres de entre los restos.

Las Naciones Unidas dijeron que despachaban urgentemente alimentos, suministros médicos y personal para aliviar la “enorme emergencia humanitaria”, pese a que 150 miembros de su personal están de-saparecidos debajo de techos desplomados en la capital haitiana.

Estados Unidos movilizó una ayuda militar masiva para asistir a las víctimas del devastador terremoto en Haití y anunció que barcos, helicópteros, aviones de transporte y una unidad de 2 mil infantes de Marina viajan rumbo al empobrecido país o están preparándose para partir.

El general Douglas Fraser, titular del Comando Sur de Estados Unidos, dijo que un gran barco anfibio probablemente partirá a Haití con una unidad expedicionaria de la infantería de Marina. Agregó que hay otras fuerzas en alerta, incluyendo una brigada, que incluye unos 3 mil 500 efectivos.

Francia dijo que 65 especialistas en despeje de escombros y seis perros entrenados viajaron ayer a Haití, mientras España despachaba tres aviones con por lo menos 100 toneladas de carpas, mantas y utensilios para cocinar, y además prometió 3 millones de euros (4.3 mdd) en ayuda.

Israel envió una unidad de rescate del Ejército integrada por ingenieros y médicos. Holanda prometió 2 millones de euros (2.9 mdd), Alemania, 1 millón (1.45 mdd) y China 1 millón de dólares.

Un equipo de reconocimiento militar canadiense llegaría ayer en un avión C-130 de transporte para evaluar cuántas redes mosquiteras, artículos para la casa, carpas y botiquines eran necesarios.

Brasil, que encabeza la misión de paz en Haití, anunció el envío urgente de 14 toneladas de alimentos como azúcar, leche en polvo, sardinas y carnes frías para ayudar a las víctimas y prometió un segundo cargamento para el viernes.

PIDE EL PAPA AYUDA GENEROSA

Por su parte, el papa Benedicto XVI llamó a la comunidad internacional a brindar ayuda generosa a las víctimas del devastador terremoto que sacudió Haití y prometió ayuda concreta de la Iglesia católica.

Benedicto llamó además a orar por las víctimas y le aseguró a los afectados que él está espiritualmente cerca de ellos y había “implorado a Dios consuelo y alivio de su sufrimiento”.

El Pontífice dijo que deseaba hacer un llamado a la generosidad de todos “para que nuestra solidaridad concreta y el apoyo efectivo de la comunidad internacional no le falten a estos hermanos y hermanas que vive un momento de necesidad y dolor”.

MURIÓ EL ARZOBISPO DE PUERTO PRÍNCIPE

El arzobispo de Puerto Príncipe, monseñor Joseph Serge Miot, murió en el terremoto del martes en Haití, dijo ayer un sacerdote católico en Francia.

Además, un seminarista murió y otros dos resultaron heridos a raíz del sismo, informó una orden de misioneros.

El sacerdote Pierre Le Beller, del Centro Misionero Saint Jacques en el oeste de Francia, dijo que misioneros de su grupo en Haití le informaron haber encontrado el cuerpo del prelado, de 63 años, aplastado entre los escombros de su oficina de la arquidiócesis.

Le Beller habló por teléfono con The Associated Press desde la ciudad de Landivisiau, en Bretaña.

La orden Saint Jacques, de religiosos misioneros, fue fundada oficialmente en 1951 por el obispo de Gonaives, Haití. Aunque tiene su sede central en Francia, mantiene una numerosa presencia en Haití y rastrea su actividad misionera extraoficial a 1860.

Miot nació en Jeremie, Haití, el 23 de noviembre de 1946 y fue ordenado sacerdote en 1975.

Fue consagrado obispo en 1997 y nombrado adjunto del arzobispo de Puerto Príncipe hasta que fue ordenado arzobispo en el 2008.

“Era un sacerdote exigente y comprensivo”, afirmó el padre Michel Menard, de la misma orden, que se reunía regularmente con Miot en Haití. “Era un hombre de gran discreción y humildad”.

“Era muy allegado a sus sacerdotes, muy acogedor” y tenía siempre las puertas abiertas a los visitantes, agregó.

Miot, profesor de filosofía en el seminario de Puerto Príncipe, “solía decir a los estudiantes que ser sacerdote no es una profesión sino una misión”, dijo Menard a la Associated Press por teléfono.

El arzobispo fundó una asociación para ayudar a las familias pobres en Puerto Príncipe. También denunció el encarcelamiento de un sacerdote, Gerard Jean-Just, quien combatió en defensa de los derechos humanos, contra la corrupción y a favor de los pobres.

HAITÍ ESTÁ ‘MALDITO’ POR UN PACTO CON EL DIABLO
AP
El evangelista Pat Robertson dijo que Haití está “maldito” por llegar a “un pacto con el demonio” durante su historia.

Un vocero del polémico predicador estadounidense, conocido por sus posiciones conservadoras en lo social, dijo ayer que esas declaraciones se referían a los rituales de vudú realizados antes de una rebelión de esclavos contra los colonizadores franceses en 1791.

Haití fue la primera nación negra independiente en el mundo, al liberarse de Francia en 1804.

El portavoz Chris Roslan dijo que Robertson no quiso decir que el terremoto del martes fuera una expresión de la furia de Dios. Agregó que el grupo benéfico del pastor, Operación Bendición, enviará millones de dólares en medicamentos y trabajadores de asistencia al país caribeño.

Robertson ha hecho declaraciones de similar tono incendiario y ha criticado a otras religiones en otras ocasiones. Una vez dijo que los agentes estadounidenses deberían asesinar al presidente venezolano Hugo Chávez y también que el infarto que sufrió el primer ministro israelí Ariel Sharon fue una represalia divina por retirarse de la Franja de Gaza.

ENVÍA MÉXICO APOYO HUMANO Y ALIMENTOS
La Jornada

El presidente Felipe Calderón convocó ayer a los mexicanos para responder al llamado de auxilio del pueblo haitiano, a la vez que informó que serán enviadas desde nuestro país de 65 a 70 toneladas de ayuda humanitaria para la nación caribeña.

En un mensaje emitido desde Los Pinos, el Mandatario mexicano informó que ha “instruido al Gobierno federal y a todas sus dependencias para que movilicen de inmediato todo el apoyo necesario para ayudar a esa nación hermana”.

Informó que ayer mismo partió hacia Haití un centenar de médicos, rescatistas, ingenieros, técnicos y personal de Protección Civil, en tres aviones de las Fuerzas Armadas, llevando consigo entre 15 y 20 toneladas de alimentos entregados por la Cruz Roja mexicana y las dependencias federales, entre otros.

También salió rumbo a la nación caribeña el buque hospital Huasteco con personal médico y más de 50 toneladas de alimentos donados por diversas instituciones de asistencia privada. Adelantó que el fin de semana partirá el buque Papaloapan de la Armada de México con otro envío más.