Nacional
Por Agencia Reforma
Publicado el martes, 11 de octubre del 2022 a las 11:05
Ciudad de México.- Las vallas metálicas que se colocan en cada protesta frente a Palacio Nacional son apenas la punta del iceberg del “Plan de Defensa” para impedir el ingreso de manifestantes.
Este incluye desde policías mujeres con escudos, hasta el uso de un equipo especial de multitudes con gas pimienta, químicos, escopetas y armas.
Según un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), filtrado tras el hackeo del grupo Guacamaya, además de las vallas metálicas cortas y largas, se despliegan elementos de seguridad de Palacio, así como locales y federales.
“ Cualquier acto lesivo en contra del comandante supremo de las fuerzas armadas, funcionarios o instalaciones del Palacio, ocasionaría repercusiones en el ámbito nacional e internacional, afectando negativamente la imagen de nuestro Gobierno y del instituto armado”, justifica el documento que explica el despliegue de fuerza.
En 30 páginas, el manual clasificado como confidencial, detalla que las vallas son “defensas pasivas”, sumadas a “anillos de seguridad”, que comienzan a 40 metros de la fachada: al frente 300 mujeres de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) sólo con equipo antimotín; 10 metros atrás, 150 miembros de la Guardia Nacional, con bastones de madera y toletes, seguidas de un equipo de mujeres en las entradas principales con gas pimienta.
Todas las armas no letales, según el documento, se pueden utilizar sin restricciones.
Si las manifestantes entran, se deberán expulsar con escopetas de proyectiles 40 mm, con cañones de agua y granadas y agresivos químicos lanzados desde el techo. Aunque permiten las armas letales, se pide evitar provocaciones para ocuparlas.
Se detalla que en manifestaciones previstas e imprevistas, en días laborales, deberán permanecer más de 220 miembros de seguridad de Palacio, más de 500 elementos de seguridad local y federal en tres filas, se instalarán puertas metálicas y dispondrá de 70 lanzadores tipo escopeta con casi 600 municiones, 99 inmovilizadores eléctricos, 100 dispersores de aerosol y elementos para disparar desde el techo de Palacio.
En días no laborales, sólo se reduce a la mitad el personal de Palacio; lo demás queda sin cambios.
La intervención de cada anillo de protección, abunda el manual, depende del riesgo que consideren los mandos y si detectan a líderes con perfil violento o que atraigan grupos agresivos.
En diversas manifestaciones, decenas de feministas y defensores de derechos humanos aseguraron haber presentado síntomas por inhalar gases irritantes, como el pimienta.
Aunque el Gobierno capitalino rechazó que sus elementos lo utilizaran, el Gobierno federal no se pronunció al respecto. También. se advirtió la presencia de hombres con aparentes armas en el techo del Palacio Nacional.
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