Monterrey, NL.- La muerte de Alejandro Herrera Floresvillar, el estadounidense de 29 años, que fue visto por última vez el viernes pasado en el sector Valle Oriente y cuyo cuerpo fue hallado el martes en un registro de la CFE en la avenida Constitución, está rodeada de dudas.

Las autoridades no han establecido cómo llegó a ese lugar, ubicado a unos 2.5 kilómetros de donde fue visto por última vez, si entró por su cuenta al registro o lo obligaron a entrar, o se andaba escondiendo de alguien.

Tampoco han determinado si fue asesinado o atentó contra su vida en un tipo de lugar del que no se tiene precedente de un hecho así.

Herrera fue encontrado el martes con un balazo en la cabeza en un registro de la CFE ubicado en la esquina de Constitución y Venustiano Carranza, en Monterrey.

Ante dudas que persisten, el Ministerio Público, con peritos, agentes ministeriales y el apoyo de una cuadrilla de la CFE, llevó ayer a cabo una segunda revisión del lugar. En ese cruce hay seis cámaras de seguridad del Municipio, pero son de las que siguen sin funcionar desde hace meses.

Una fuente policial dijo que, con la segunda inspección, más que buscar indicios, se intentó confirmar cómo pudieron haber sucedido los hechos.

La lateral norte de la Avenida Constitución fue cerrada durante dos horas y media desde la calle Lisboa, en la Colonia Mirador, mientras se realizaban las investigaciones de campo.

Para esto, trabajadores de la CFE tuvieron que cortar la energía eléctrica en la zona porque en el registro hay líneas de 13 mil voltios.

El cuerpo fue hallado ahí el martes tras reportes de olores fétidos.

Tras levantar una de las cuatro tapas que tiene el registro, las autoridades encontraron el cuerpo, que estaba en avanzado estado de descomposición, y que tenía una pistola escuadra entre las piernas.

La autopsia arrojó que murió por lesiones craneoencefálicas, secundarias a trayectoria de proyectil de arma de fuego.