Arte
Por Agencia Reforma
Publicado el lunes, 18 de abril del 2022 a las 05:21
Ciudad de México.- Para iniciar su camino por la historia sinuosa, pero ininterrumpida, de uno de los mitos más longevos de la historia de Europa, el antropólogo Roger Bartra eligió un episodio ocurrido en 1538, a pocos años de la conquista de Tenochtitlan.
De acuerdo con Bartra, apoyado en una crónica de Bernal Díaz del Castillo, ese año se llevó a cabo una extraña representación en la plaza mayor de la gran ciudad, para celebrar la recién alcanzada paz entre España y Francia, donde se escenificó un bosque, a todas luces, proveniente del folclor mágico europeo.
Entre los árboles de ese paraje mítico, en plena América, un grupo de actores interpretó a seres insólitos para esas tierras: unos salvajes barbados y peludos, con garrotes y arco, con facciones y tez indudablemente europeas, que nada tenían que ver con los indígenas de esa tierra.
Este episodio, reflexiona Bartra al inicio de El Mito del Salvaje, ilustra que, contrario a la creencia más extendida, la invención occidental de la figura del “salvaje”, eterna contraparte y figura en el espejo del “civilizado”, antecede al gran expansionismo europeo.
(El mito) es muy, muy, anterior y desde luego que fue aplicado a los habitantes de América, o de África, o de Oceanía, cuando los europeos conquistaban y colonizaban estas tierras”, explica el antropólogo en entrevista.
“ La idea ya existía desde mucho antes, desde la identidad grecorromana, era una idea, un mito, profundamente inflamado en la cultura occidental”.
El antropólogo mexicano de origen catalán ha dedicado ya cuatro libros al mito del salvaje, siempre con un enfoque nuevo que demuestra la vitalidad de una figura que puede trazarse desde algunas criaturas mitológicas de la Antigua Grecia hasta el personaje de Wolverine, de los cómics de los X-Men.
Este año, la editorial Siglo XXI presenta una nueva edición de El Mito del Salvaje, a su vez compuesto por El salvaje en el espejo y El salvaje artificial, que apuntala las tesis de Bartra con un despliegue de más de 270 imágenes, en un volumen que favorece la consulta por su tamaño y diseño.
Basta únicamente, entonces, corroborar que el hombre barbudo, peludo y ataviado con elementos vegetales que monta un dragón en la ilustración de la portada, un dibujo alemán que data del siglo 17, tiene el mismo origen que aquellos que aparecen, igualmente caracterizados, en la fachada barroca de la casa de Montejo, en Mérida, o en un escudo imperial de la capilla real de Tlaxcala.
“ En la encarnación de un humano desnudo y peludo, sobre todo desnudo, que se comporta como un animal y que es mitad animal, mitad humano, hay una gran cantidad de ilustraciones, desde los tiempos antiguos, en la época grecorromana, en la Edad Media muchísimo; hay muchas ilustraciones”, apunta Bartra.
Ilustrar lo agreste
Esta edición del 2022, enriquecida por más de 100 ilustraciones nuevas, ayuda a Bartra a trazar una historia de Europa a través del insistente mito del salvaje, que ha sobrevivido y se ha transformado a través del tiempo, las condiciones culturales y las geografías.
Así, el lector lo mismo puede saltar de una urna griega a un libro medieval, del óleo del siglo 19 a la fachada de una iglesia barroca, o de una ilustración bíblica a las viñetas de un cómic, para seguir a la figura del salvaje en su camino histórico.
“ Estas ilustraciones van acompañadas de un pie, todas ellas, y eso invita al lector, si quiere antes de meterse a leerlo completamente, puede simplemente hojear el libro y leer nada más los pies de cada ilustración y eso, aparte de disfrutar las ilustraciones, que son muy hermosas, ya le da una idea del contenido del libro”, celebra Bartra.
Esta nueva y extensa investigación iconográfica está sostenida en los trabajos que el antropólogo emprendió desde que hacía la investigación para La Jaula de la Melancolía, su seminal trabajo sobre la construcción de la identidad nacional mexicana.
“ Como me di cuenta de que la idea del ‘indio salvaje’ servía para reafirmar la identidad nacional, ya durante la época en la que escribía La jaula de la melancolía me puse a buscar en la mitología europea antecedentes y me di cuenta de que era un mito muy antiguo y muy profundamente arraigado y relativamente poco estudiado, sobre todo en España, pero en general”, abunda el académico.
“ Como antropólogo, los antropólogos buscamos tradicionalmente, antiguamente, diría, sociedades más ‘primitivas’, o ‘salvajes’, en el Tercer Mundo, en Oceanía, en África, en América, entonces yo quise invertir el proceso y partir de la tesis contraria: buscar salvajes en la civilización”.
Desde los centauros y sátiros grecolatinos, pasando por el homo sylvestris medieval, a través de personajes literarios como el Calibán de Shakespeare o las creaciones satíricas de Jonathan Swift, y hasta los cómics de Marvel, los salvajes, explica Bartra, cumplen una función esencial: reafirmar la identidad de occidente.
“ Los antropólogos buscamos sociedades más ‘primitivas’, o ‘salvajes’, en el Tercer Mundo, en Oceanía, en África, en América, entonces yo quise invertir el proceso y partir de la tesis contraria: buscar salvajes en la civilización”.
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